El puente de la Constitución-¿por cuánto tiempo vigente?- y la Inmaculada, han anotado récords de turistas y pernoctaciones en toda España. Hay tantas ganas de salir y divertirse desde la pandemia (carpe diem), que no perdonamos un acueducto como el de este año. Los gobiernos municipales deberían tomar nota de ello a la hora de montar sus decoraciones navideñas. Pongamos que hablo de Guadalajara. Salí a pasear por el centro de nuestra capital el día 9 de diciembre y nunca había visto tanta gente junta; ni en Ferias. No hemos llegado a ese nivel negro de aglomeraciones en ciudades que han hecho de la Navidad uno de sus principales reclamos turísticos anuales -pongamos que hablo de Vigo, Madrid, Málaga…-, que tienen riesgo de morir de éxito. Guadalajara está lejos de esos excesos, desde luego. Comencé el paseo en la plaza de Santo Domingo, donde celebro el gran ambiente que había en su mercadillo artesanal, para mayor gloria de las cajas de nuestros artesanos. En la decoración, pocas novedades: la plaza estaba presidida por un gran abeto de luz y en uno de los lados la estrella de Belén, que con los años ha ido menguando, o será mi vista. Tiempo atrás el cometa surcaba el cielo, poderoso. Me alegro que este año se haya recuperado la tradición de hacer la ofrenda de los Reyes Magos al Niño Jesús frente a la iglesia de San Ginés, porque es lo que procede. No entiendo a los que quieren despojar de referencias religiosas a la Navidad, porque es como privar a Europa de su tradición judeocristiana; un hecho cultural. El belén monumental todavía no estaba inaugurado, así que me acerqué hasta la Diputación, que luce un estupendo belén hebreo diseñado y montado por la Asociación de Belenistas de Guadalajara; un acierto de los de la Casa-Palacio. Si hay una característica a subrayar de la Navidad de Guadalajara son sus belenes artesanales, que se deben al esfuerzo desinteresado de personas que los preparan durante todo el año. Este año el programa oficial de Fiestas cita a 14 de ellos, todo un despliegue, entre los que se encuentra la gran exposición “800 años de Belenismo, Patrimonio Cultural”, que se puede ver en el Palacio del Infantado.
De vuelta a la calle Mayor me topo en el Jardinillo con la que tal vez sea le mejor decoración navideña de este año: un ángel anunciador en plata y oro frente al antiguo Banco de España; ahora delegación de Hacienda. Por otras ciudades donde he estado, sé que esa combinación entre dorados y plata es lo que se lleva en esta temporada, y me alegro de que sea también la iluminación elegida para la Calle Mayor; lástima que se les acabaran pronto las esfreras de oro y no hayan llegado a Miguel Fluiters; o que el entramado lumínico no cubra todo el ancho de la calle. En la plaza Mayor, la decoración principal es digna, aunque sin pasarse. Echo en falta el carrusel de caballitos antiguos que había otros años, y que al final parece que se va a instalar desde este fin de semana en la plaza de España. El público terminaba su paseo en esta plaza, aunque en el puente presentaba un aspecto desangelado, ya que el árbol con vidrio reciclado, que será el gancho de este año, todavía no está montado. La gente entraba con expectación a los jardines del Palacio del Infantado y salían decepcionados al no encontrar las animaciones de años anteriores. Supongo que los actuales regidores habrán tomado nota para el próximo año.
Me doy la vuelta y me topo con un punto negro, es decir, fuertes aglomeraciones, a la salida de la plaza Mayor. Se trata, claro está, del embudo provocado por la tapia que okupa un tercio de la calle Mayor, colocada para proteger la ruina del edificio de Maragato. Pero la fachada que afeó durante tres lustros a la plaza, inopinadamente se derribó, porque se había aprobado un PAE para edificar en el solar. Solo que si los PAEs se aprueban como medida revolucionaria para dar salida a esos solares… ¿A qué estamos esperando?
El público abarrotaba la arteria principal de nuestro casco urbano, pero no se va a encontrar en su paseo mas que con cuatro cafeterías y la mayoría de las tiendas sin actividad o cerradas. Pero esto es Guadalajara y es lo que hay.
Termino mi paseo en el parque de La Concordia donde se han concentrado todas las atracciones infantiles. Son menos que el año anterior, y que ocupaban todo el paseo de San Roque, pero me parecen suficientes para la demanda que hay a estas alturas del año. Como he dicho antes: es un error pensar que la Navidad es la repetición de las Ferias de Guadalajara, pero sin encierros. Pero hay que acertar con el modelo y solo hay que mirar a esas ciudades españolas que lo han encontrado y lo están exprimiendo. Y adaptarlo a nuestra dimensión y a nuestro presupuesto, para no tener luego que pagarlo en el recibo del IBI.
SÁNCHEZ ENVÍA UN AVISO PAGE.- Pedro Sánchez, en su línea pablista-leninista, de ocupación de todos los espacios del partido, el Gobierno y el Estado, como también enseña el fascista Ramiro Ledesma en “La Conquista del Estado”, ha nombrado a su fiel Milagros Tolón, ex alcaldesa perdedora en Toledo, como delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, y sobradamente elogiada por el Jefe en el último Comité Federal del PSOE, que también preside. Sustituye a Tierraseca, que llevaba en el cargo desde 2019. No se puede decir que el albaceteño fuera afín a Page, solo que Sánchez no lo habrá visto lo suficiente hooligan como para ser su delegado en la única región presidida por un socialista crítico. Es por tanto, otro aviso que Sánchez envía a Page cuando en la legislatura hay un congreso regional del PSOE de por medio y ante el que el presidente del Gobierno podría intervenir respaldando sotto voce a un candidato alternativo al actual presidente de la Junta de Comunidades. De momento, ya le ha colocado al lado de Fuensalida a Tolón, por si algún día dispone que toca darle al toledano una cencerrada.
INSULTOS A LOS JUECES.- Durante el debate parlamentario para poner en marcha la ley de Aministía, para mayor gloria de Puigdemont y los suyos y el bochorno de los diputados meridionales, la portavoz del prófugo, Miriam Nogueras, insultó directamente a los magistrados del Supremo Manuel Marchena o Pablo Llarena, y a la expresidenta de la Audiencia de Guadalajara, Concepción Espejel (ahora en el CGPJ) a los que se refirió como “personajes oscuros” y jueces “indecentes”, avisándoles que en un país normal serían “cesados y juzgados de inmediato”. Pero no solo es grave que en la sede del poder legislativo se descalifique y amenace a dignos representantes del poder Judicial, lo peor es que esta “caza de brujas” -denuncia el PP- que los separatistas han iniciado al amparo de lo que llaman lawfare, no haya sido cortada por la presidenta del Congreso, Francina Armengol, que con ello se convierte también en una presidenta indigna de representar la soberanía nacional. Cualquier límite puede ser traspasado cuando descarrila el estado de Derecho.