«El verano se nota en Sacedón. Esta mañana, a primera hora, las terrazas y bares estaban llenos de gente desayunando, mientras los más mayores estaban sentados en los bancos al sol. Eso, y una gran pancarta diciendo “No al trasvase Tajo-Segura” es lo que se ha encontrado el secretario de Estado de Medio Ambiente en funciones, Hugo Morán, cuando ha llegado hoy a la localidad. No ha habido quejas, ni protestas, ni reivindicaciones vecinales por el trasvase. Simplemente indiferencia».
Así comenzaba Nuria Fernández su crónica de la visita de Morán a los municipios ribereños. No digo que me sorprendiera la indiferencia – a pesar de que la visita había sido publicitada por los medios de comunicación-, porque soy de Guadalajara, conozco el paño y sé que en esto del trasvase la indiferencia tiene su fundamento. Los que estaban sentados al sol en la plaza de Sacedón, parafraseando la dedicatoria del libro “Buscando a Cela en la Alcarria”, que escribí con el maestro Salvador Toquero, son los que siguen esperando a nada y a nadie con una eterna sonrisa de resignación.
Sí, sucede que medio siglo después de inaugurarse el trasvase, que inundó las mejores tierras de labor de la comarca, en la ribera del Tajo, ha servido para que una región como Murcia se haya convertido en un vergel desde que accedes a ella por la A-301 hasta que la dejas por la nueva autovía de Almería. A un lado y otro de la carretera, con un horizonte desértico, contrasta el verde intenso de las explotaciones agrícolas de regadío que con esmero y profesionalidad explotan los agricultores murcianos, y que han convertido a su agricultura en la más puntera de España. También podemos ver desde la autovía carteles con la leyenda “Trasvase Tajo-Segura”, canales por lo que discurre un agua que ha sido providencial para aquella impresionante transformación que enriquece el PIB español.
¿Y qué ha podido ver el secretario de Estado de Medio Ambiente en su visita a los pueblos Ribereños de Entrepeñas y Buendía? Pues unos pantanos que almacenan una cuarta parte de su capacidad, con unos niveles de agua que van y vienen, lo que desalienta cualquier inversión en el sector turístico. Y lo que no alcanzará a ver, ni con el telescopio de Yebes, son tierras de regadío como en Murcia o Almería. El gran fracaso del Tajo-Segura en su cabecera es que no hemos capaces de crear una agricultura de regadío como la que se desarrolló en Murcia, y que recogieron las originarias Leyes de Compensación que se aprobaron con Franco vivo. Y al no lograrlo, llegó lo que ahora llamamos la España vaciada, y que no es otra cosa que la antigua emigración del campo a la ciudad ante la ausencia de una economía rentable. Por eso en el Levante cualquier cambio del actual estatus se ve como una cataclismo y en los campos secos de la Alcarria guadalajareña y conquense con la indiferencia del que ya no tiene nada que perder.
Pero sí, con la cautela que hay que tomarse cualquier cosa que venga de un alto cargo de Medio Ambiente, me parece muy positiva la visita que el Secretario de Estado hizo a la cabecera del Tajo, aunque solo fuera porque sus antecesores ni se molestaron en venir desde Madrid, aunque esté a una hora de viaje. Pero es que además algunas reflexiones que hizo, dejan entrever que este equipo ministerial es menos inmovilista que los anteriores. Me refiero a que Morán ha reconocido que con el actual Memorándum los embalses de la cabecera del Tajo están casi siempre en nivel 3 y señaló que hay que buscar fórmulas para cambiar la situación y que en la cabecera haya una lámina “suficiente y razonable”. “Sabemos cuanta agua entra y cuanta agua sale y con la fórmula que se ha estado usando hasta ahora esto coloca permanentemente a los embalses en una situación de excepcionalidad. Creemos que hay fórmulas razonables para conseguir que haya unos niveles de agua adecuados que no se genere un estrés continuo en la cabecera», añadió. Y esta música, en principio suena bien. Por ello no se entiende el comunicado de rechazo a la visita de los alcaldes del PP de la comarca, y que mas bien parecía estar redactado de antemano. Es más, mejor habría sido haberle acompañado a la visita, aunque fuera con una pancarta detrás, como hicimos los medios de comunicación.
Sí, yo también creo que algo está cambiando en la toma decisiones sobre la política del agua en España, que tiene dos piedras de toque. Una de ellas es que el cumplimiento de las sentencias que determinan que hay que aumentar el caudal ecológico del Tajo tiene que reflejarse necesariamente en un aumento del nivel de los pantanos, como reconoció el Secretario de Estado. Morán asume que los actuales caudales no atendían las exigencias de las directivas marco del agua y ha asegurado que ya se están revisando, un proceso que estará listo en 2021.
Es decir, cambios se van a producir a medio plazo, por lo que es imprescindible que en Castilla-La Mancha se consensúe un Pacto Regional del Agua con el que acudir luego a la imprescindible negociación de un gran Pacto Nacional. Para ello hay que dejarse de populismos y de propósitos imposibles, como lo que nos llevó a fracasar en las Cortes de España cuando Barreda quiso poner una fecha de caducidad al trasvase. Por una vez, los partidos de Castilla-La Mancha deberían mirarse en lo que hacen sus compañeros de partido del levante, que saben poner por delante los intereses de sus territorios cuando del agua se trata. Aunque haya alguno, como le ha sucedido a Teodoro García-Egea, que en ese empeño por defender a su región, Murcia, se le ha olvidado que es el secretario general del PP de toda España, y por lo tanto sus iniciativas deben responder a un concepto más global. En ese sentido, es intolerable que el número 2 del PP de España haya propiciado una Proposición No de Ley (PNL) pidiendo que los alcaldes ribereños de Entrepeñas y Buendía no entren a formar parte de la Comisión de Explotación del Trasvase Tajo-Segura. En esta petición, que ha sido firmada por la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, el propio Egea y tres diputados de las circunscripciones de Alicante, Murcia y Almería es todo un desaire para Paco Núñez y todos los diputados del PP en Castilla-La Mancha a los que pone al pie de los caballos. La respuesta que ha dado el PP-CLM, a través del vicesecretario de Comunicación del PP de Castilla-La Mancha, Santiago Serrano, asegurando -sin citar el episodio- que Núñez defenderá la región «por encima de todo» en materia de agua, es insuficiente. Si Núñez quiere que le tomen en serio en Génova tiene una oportunidad de oro de labrarse un perfil propio. O en 2023 vendrá otro, de Madrid, como siempre.
Porque incluso el argumento que da en su exposición de motivos la PNL del PP es falso. Aseguran que dicha comisión de Explotación está formada en la actualidad exclusivamente por técnicos del Ministerio y las dos confederaciones hidrográficas, un carácter técnico que se rompería si entrasen los ribereños. La moción, sin embargo, olvida que los regantes también están representados a través de la Mancomunidad del Taibilla, que se encarga de distribuir el agua que viene del Tajo. Así lo reconoció el propio Secretario de Estado: “ La Mancomunidad de los Canales del Taibilla ya forma parte del órgano de gestión. Lo único que se hace, es que la cuenca cedente tenga su representación igual que la tiene la cuenca demandante. No creo que eso tenga que suponer ningún trauma ni a un territorio ni a otro. Más bien todo lo contrario”.
Pues bien, para algunos ya se ve que sí, aunque lo grave es que lo reclamen en nombre de todo el Grupo Parlamentario del PP del Congreso, como si éste fuera el Grupo Popular del parlamento de Cartagena (sede del legislativo murciano, aclaro, no del cantón de la I República Española). Teniendo en cuenta que la representación de los Ribereños en la Comisión de Explotación del Tajo-Segura será puramente declarativa, allí podrán expresar su opinión, pero la decisión sigue siendo competencia del Ministerio, que es quien controla la citada Comisión, lo que desprende esta iniciativa parlamentaria es que Egea trata de mandar un mensaje populista en clave puramente levantina, incompatible con su condición de número 2 del PP español, y de alguien que reclama consenso y un pacto nacional del agua.
Supongo que la diputada del PP por Guadalajara, Silvia Valmaña, y el resto de parlamentarios populares de Castilla-La Mancha sabrán poner en su sitio a Egea. Por la cuenta que les trae.
Esto es lo que hay. Como diría el Conde de Romanones, ¡vaya tropa!