El Ayuntamiento de Guadalajara ha difundido los resultados de la encuesta sobre las Ferias coincidiendo con la reunión de lo que se ha llamado «Mesa por el Nuevo Modelo de Ferias y Fiestas de Guadalajara», que se supone saldrá de todo este proceso. Personalmente tuve ocasión de participar, como representante de la Asociación de la Prensa, en mesas similares, aunque con nombre menos pomposo y con resultados discretos. Cada uno daba su opinión sobre los que se podría mejorar del programa, pero nos atascábamos inevitablemente cuando había que abordar el asunto del Ferial, los locales y verbenas de peñas y los horarios fuera del fin de semana, ya que en Guadalajara hay una inmensa mayoría que trabaja en Ferias y tampoco se puede estar con el “carrito del helado” (ahora habría que hablar del pesado reggaetón) hasta que llegue el alba. Si por los representantes vecinales fuera, las peñas acabarían montando sus verbenas en el monte del Sotillo, y de hacer solo caso a los peñistas tendríamos verbenas sin limitaciones en cada plaza del casco urbano. Por ello, de esas mesas se sacaba poco en limpio y al final era el Ayuntamiento el que tenía que decidir, que para eso es el único a quien votamos.
«Las conclusiones de la encuesta nacen demasiado segmentadas y se centran fundamentalmente entre la población que tiene entre 19-45 años, que acaparan el 83,05 % de las respuestas; son por tanto las capas más jóvenes de la ciudad, quienes por edad están más cerca de las peñas y de la fiesta en la calle, y ello favorece que mayoritariamente quieran que ese nuevo modelo vuelva a su orígenes con peñas y verbenas dentro de la ciudad».
El actual equipo de Gobierno entró pegando fuerte al actual modelo de Ferias, que en gran medida responde con las lógicas variaciones al que se estrenó en 1979 con la alcaldía de Javier de Irízar (peñas, encierros y fiesta en la calle), y esperamos expectantes a saber qué entienden ellos por un “nuevo modelo”. Para ayudar a su construcción han realizado una encuesta on line y presencial entre el vecindario, y la primera conclusión es que han participado válidamente en ella 2.125 empadronados, es decir, el 2,4% del censo municipal. Un universo pequeño para una ciudad de 85.871 habitantes, aunque particularmente no me extraña. Vivimos una sociedad poco vertebrada y nos cuesta mucho cualquier participación más allá de un “me gusta” en las redes sociales. Más me preocupa en cambio que las conclusiones de la encuesta nacen demasiado segmentadas y se centran fundamentalmente entre la población que tiene entre 19-45 años, que acaparan el 83,05 % de las respuestas; son por tanto las capas más jóvenes de la ciudad, quienes por edad están más cerca de las peñas y de la fiesta en la calle, y ello favorece que mayoritariamente quieran que ese nuevo modelo vuelva a su orígenes con peñas y verbenas dentro de la ciudad.
Hay una opinión mayoritaria, y bastante fundada, de que las Ferias de los últimos años han ido degenerando por la desvinculación entre esos dos emplazamientos en que ahora se celebran, pero el Ayuntamiento deberá jugar un complicado equilibrio entre los jóvenes, que reclaman unas Ferias más animadas en la calle, con esa otra población de 46 años en adelante, que apenas ha participado en la encuesta (sólo el 16,91%), porque seguramente las Ferias sean la última de sus preocupaciones y lo que para unos es animación para otros es alboroto. En fin, lo que ha venido pasando desde 1979.
Por todo ello, la principal conclusión de la encuesta no deja de ser un túnel del tiempo hasta el modelo de fiestas anterior a la construcción del nuevo Ferial en la alcaldía de José María Bris, después de que su mantenimiento en la calle del Ferial, en pleno centro de la Guadalajara sur, hubiera provocado constantes conflictos con los vecinos. ¿Cuál sería la respuesta vecinal, ahora, si volvieran a concentrase dentro de la ciudad las veinte peñas oficiales, y las decenas que van por libre, como se postula mayoritariamente en la encuesta de marras?
El Ayuntamiento tiene dos soluciones, si quiere de verdad un nuevo modelo. Una es la ampliación del actual recinto, para que hubiera sitio para todo el mundo y se pudieran celebrar allí los conciertos y no tener que seguir machacando todos los años las pistas de la Fuente de la Niña. ¿Es posible esa solución y dinero para ello, con la colaboración de la Junta? Para eso están los técnicos. Y la iniciativa de los buenos políticos.
Por ahí no puede ir la solución si lo que pretende este Equipo de Gobierno, como dice su edil de Festejos, es “un modelo de consenso que ponga fin a la polémica”. Al reves: se recrudecería. Por todo ello, porque en la creación de cualquier nuevo modelo no hay soluciones milagrosas, porque cada vecino tiene su propio modelo de fiestas, al Ayuntamiento le toca ser pragmático y favorecer el que moleste lo menos posible, porque al cien por cien no acertará con ninguno.
En ese sentido, la clave para poder progresar en un modelo de futuro, y no sólo limitarse a maquillar el actual, está en el recinto Ferial. Como dicen casi unánimemente los encuestados, el recinto actual se ha quedado pequeño y no tiene espacio suficiente para las atracciones mecánicas, bares, peñas y actuaciones musicales.
Pues bien, si esto es así el Ayuntamiento tiene dos soluciones, si quiere de verdad un nuevo modelo. Una es la ampliación del actual recinto, para que hubiera sitio para todo el mundo y se pudieran celebrar allí los conciertos y no tener que seguir machacando todos los años las pistas de la Fuente de la Niña. ¿Es posible esa solución y dinero para ello, con la colaboración de la Junta? Para eso están los técnicos. Y los políticos.
Si el informe y la disponibilidad de los terrenos circundantes comprometiera esta ampliación, al Ayuntamiento solo le queda promover un nuevo recinto Ferial y de conciertos, aprovechando la tramitación del nuevo Plan General de Urbanismo, aunque por mucho que busco sitios sobre un mapa de Guadalajara el asunto no va a ser fácil. En el margen derecho de la A-2, cualquier lugar estaría más lejos del actual Ferial; y tendría accesos muy complicados. Con lo que habría que mirar si queda algo suficientemente espacioso por Aguas Vivas.
Esto es lo que hay. Mantener en el tiempo sin ampliaciones el actual Ferial o retrotraernos a la Guadalajara de los años ochenta y devolver las peñas y sus verbenas a los parques de La Concordia, San Roque o Fuente de la Niña, recientemente reformados, no es solución que valga.
Hacen falta gestores políticos de primer nivel. La clave está en el Ferial. En el nuevo recinto Ferial.