¿Pero qué se piensan algunos que debe decir un monarca constitucional en un mensaje navideño? A los extremos no les ha gustado. Unos declinaron hacer comentarios, porque pensarían que el rey, como si fuera el jefe de la oposición, debiera haberle afeado personalmente a Sánchez su alianza con independentistas y bilduetarras; y desde la otra línea del frente -porque frente es, como el del Ebro; en dividir a la sociedad hemos avanzado lo suyo en 2021- creerían que don Felipe debería haber renegado de su padre para siempre – aunque ya no forma parte de la Casa Real-,y haber proclamado, ya, de paso, la República en la Nochebuena.
Pero Felipe VI estuvo en su sitio, el que le marca la Constitución, y nos leyó un discurso impecable, en el que se acordó de todo lo que se tenía que acordar -desde La Palma a los sanitarios, la economía, la ciencia o el estado del Bienestar-; discurso que construyó con una clave de bóveda, la Constitución española, porque con su reivindicación está recordando que su arquitectura da soporte a la propia nación española, cuya soberanía reside en el conjunto del pueblo español, y de la que cuelgan los derechos y libertades de todos los españoles. Así lo evocó el monarca al recordar que con la Constitución “nos integramos plenamente en las modernas democracias occidentales y cuyo espíritu nos convoca a la unidad frente a la división, al diálogo y no al enfrentamiento, al respeto frente al rencor, al espíritu integrador frente a la exclusión; nos convoca permanentemente a una convivencia cívica, serena y en libertad”.
Es así que los que aprovecharon las conductas inapropiadas de su padre, en una etapa muy concreta de su vida, para descalificar a la monarquía y tacharla de “epicentro de relaciones ilegales”, como dijo con gran pomposidad el portavoz de uno de los dos partidos de Gobierno – olvidándose de las corrupciones de toda índole que han salpicado la vida política española-, lo que en el fondo están diciendo es que les estorba un monarca que ha dado sobradas muestras de estar dispuesto a defender la Constitución y sus principios, como lo hizo con motivo del golpe de Estado que los independentistas intentaron en Cataluña, y del que sin arrepentimiento alguno volverán a repetirlo tan pronto como puedan. Ya sabemos que sin Felipe VI al frente, como Jefe del Estado, lo tendrían esa vez más fácil.
Pero han sido los amigos de los etarras de Bildu (que próximamente van a elevar a su dirección al último jefe de ETA, David Pla), los que con su desparpajo habitual destapan lo que hay detrás de este nuevo ataque contra el monarca: “Hay una operación para que todo siga como si nada”. Y, claro, eso es ciertamente intolerable cuando ahora estamos en otra estrategia: cómo hacer para que a pesar de la derrota de ETA por el estado democrático, llegue un tiempo político nuevo en el que triunfen sus ideales políticos, contra los que combatieron casi 900 españoles que reposan en el cementerio; para siempre. Por eso van a poner a David Pla al frente de Sortu, junto con una cuadrilla de terroristas de ETA, para acabar el trabajo, y por eso estarán dispuestos a dar al gobierno de Sánchez el soporte parlamentario que haga falta con tal de conseguir lo que no lograron con las bombas lapa.
Es por lo tanto indispensable que en unos momentos de tanta incertidumbre, donde todo está en cuestión, el Rey salga en Nochebuena a recordarnos que esta larga etapa democrática, que nos ha traído el mayor periodo de prosperidad y libertad de nuestra historia, y que los más extremistas intentan demoler, se logró por «una Constitución que ha sido y es la viga maestra que ha favorecido nuestro progreso, la que ha sostenido nuestra convivencia democrática frente a las crisis, serias y graves de distinta naturaleza, que hemos vivido, y merece por ello respeto, reconocimiento y lealtad”. Palabra de rey.
Lealtad ; esa es la palabra, la que no gastan los partidos que la desprecian, porque en el fondo alientan un proyecto totalitario. Pero el problema es que estos partidos que cargan contra la Constitución, lo hacen porque saben que es el último obstáculo que tienen en el desmontaje de esa arquitectura que nuestra norma fundamental soporta, y sobre la que pende, lisa y llanamente, España.
Ultras y radicales los hay por toda Europa. La novedad, en España, es que los que andan ocupados en la demolición de la Constitución no son unos antisistema cualquiera; son los aliados parlamentarios de un gobierno español con un presidente que se llama Pedro Sánchez.
Valoraciones tras el discurso del rey:
“Citó más que nunca la Constitución, porque sabe que es un pilar fundamental para mantener la monarquía. Es una operación para que todo siga como si no hubiese pasado nada”. Mertxe Aizpurua (Bildu):
“Creemos que la monarquía en nuestro país ha servido como epicentro de relaciones económicas ilícitas e ilegales” Isa Serra, Podemos.
“El rey ha hecho un discurso vacío”, Pere Aragonés, ERC.
“El rey ha acertado tanto en el diagnóstico de los problemas como en la forma de reaccionar ante los mismos”. Cristina Narnoba, presidenta PSOE.
“El rey está cumpliendo de forma intachable la hoja de ruta de una monarquía parlamentaria del siglo XXI”, declaración del PP.
“Llamamos la atención a Pedro Sánchez para que pueda aprender del mensaje de Felipe VI de estar con opciones políticas que defiendan y representan los valores constitucionales y que se alejan de sus socios que lo único que pretenden es atacar al Jefe del Estado y al Estado y acabar con España”. Declaración de Ciudadanos.
Vox no emitió valoraciones.
PD.- Un día después del discurso del Rey, uno de los principales aliados del Gobierno, Pere Aragonés, presidente de la Generalitat, en su discurso navideño que dio por San Esteban, dejó muy claro, además de pedir a Sánchez “autodeterminación, ya”, dio por sentado que la Constitución no está en vigor en Cataluña cuando se ratificó en desacatar las órdenes de los tribunales sobre el derecho a recibir el 25% de las materias en español; y por si había alguna duda dejó muy claro un principio que los ultranacionalistas han sentado en todo lugar: “El modelo monolingüe es el núcleo de la nación catalana”. Así que ya saben lo que les espera a los que osen hablar en español. “Estad seguros, catalanes, de que vuestro lenguaje en el uso privado y familiar no será perseguido”. Como nos recuerda Arcadi Espada, esto lo dijo el jefe de las fuerzas de ocupación de Cataluña, Eliseo Álvarez Arenas; pero era en 1939 y acababa de ganar una guerra.
Esto es lo que hay. Feliz Navidad a todos y mis mejores deseos para 2022. Y sean optimistas: peor es difícil que nos pueda venir.