El presidente regional Emiliano García-Page trajo el lunes una buena noticia para Guadalajara. Además de anunciar algo esperado, la reanudación en los próximos días de las obras del Hospital (en la anterior legislatura solo se acometió el nuevo aparcamiento, y al final de la misma), comunicó que se van a implantar dos nuevas especialidades, Cirugía Pediátrica y Medicina Nuclear, que suponen en torno al 75% de las derivaciones de pacientes guadalajareños a otros hospitales de Castilla-La Mancha y Madrid. Luego, el consejero de Sanidad, Jesús Fernández, habló incluso de plazos: entre 14 y 16 meses para que terminen las citadas obras de ampliación (entre julio y finales de 2017) y entre 25 y 30 meses (hacia finales de 2018) para que las nuevas especialidades estén dotadas de personal y en funcionamiento.
Nos gusta esta iniciativa del gobierno regional por cuanto aumenta la autonomía del Hospital de Guadalajara y en especialidades muy cualificadas y demandadas. El aserto de García-Page de que prefería gastarse el dinero en Guadalajara que dedicarlo a pagar facturas a la comunidad de Madrid por las derivaciones de pacientes que allí se realiza es irreprochable. Cuantos más servicios se puedan prestar en el Hospital de Guadalajara, mejor que mejor. Y nos tranquiliza también escuchar que Castilla-La Mancha no tiene intención de denunciar el convenio con la comunidad de Madrid con independencia de lo que ocurra con la franja norte de Toledo.
En repetidas ocasiones desde Guadalajara Diario hemos defendido el convenio con Madrid porque nos ha abierto unas puertas, que al desaparecer los fondos de cohesión se habían cerrado para nosotros. El gobierno regional tiene que ocuparse de que estas puertas no se vuelvan a cerrar porque se cruce el conflicto que hay con la atención en Toledo, que desde la Junta se considera lesiva a los intereses regionales. Sea como fuere, lo único que nos interesa es que la atención en Guadalajara es completamente diferente; se presta toda ella en hospitales públicos madrileños de acreditada competencia, y se paga en función de lo gastado.
Los gobiernos regionales de Madrid y Castilla-La Mancha deben llegar a acuerdos para separar ambos casos, porque el destino de Guadalajara, por su singularidad que deviene de la geografía, no debe ir atado a los intereses de otras provincias. En ese sentido, no podemos estar más de acuerdo con el presidente regional. Pero hacemos ver la necesidad de seguir manteniendo el convenio con Madrid, con independencia de que sus servicios cada vez sean menos necesarios, por el crecimiento del Hospital de Guadalajara, porque no somos tan optimista como García-Page sobre el retorno de los fondos de cohesión.
El presidente regional reclama que su financiación se debería resolver con los fondos de cohesión y sin necesidad de convenios, porque de lo contrario todo el sistema nacional de salud estaría en peligro. Tan de acuerdo estamos con este planteamiento, que incluso nosotros vamos más allá y seguimos pensando que las transferencias sanitarias especializadas, al margen de la asistencia Primaria, se realizaron demasiado pronto sin haber resuelto antes estos problemas de encaje y que ponen en riesgo la existencia de una verdadera sanidad nacional. No es solo que el gobierno de Rajoy haya reducido los fondos de cohesión: es que las comunidades “ricas” quieren seguir con su adelgazamiento, y nos tememos que esto va a seguir sucediendo con Rajoy, Sánchez, Rivera y hasta con Iglesias y sus nacionalistas. ¡Ojalá no hiciera falta el convenio con Madrid! Pero mientras no haya otro tipo de acuerdos para la financiación de las Autonomías, lo único que nos garantiza que los pacientes de Guadalajara puedan ser atendidos en los hospitales más cercanos es este convenio. Que es perfectamente compatible con el crecimiento de la cartera de servicios del Hospital de Guadalajara en una estrategia anunciada por el presidente regional, que aplaudimos y respaldamos.
Coda: En Guadalajara ya están confirmadas todas las listas menos una, la del PP. Aunque se ha venido a sugerir que no habría cambios, a pesar de los malos resultados en las últimas elecciones, mientras la dirección nacional del PP no las proclame, tiempo hay. En estas fechas en Génova hacen sondeos casi diarios en los que se pregunta por el nombre de diferentes candidatos y su potencial influencia en unas elecciones. Así acabó Román como candidato al Congreso hace cuatro años. Claro que eran otros tiempos. Y otras cospedales. Por lo que supongo que, al final, Román no va a tener más remedio que “liberarse”, para que los plenos no empiecen a las tres de la tarde. Pero…En política, hasta el rabo todo es toro. Y para que el PP pueda optar a recuperar el segundo escaño en Guadalajara no solo van a tener que echar toda la carne en el asador. A lo mejor necesitan hasta género nuevo; y aun así. Esto es lo que hay. Por ahora.