10-N: Mas incertidumbre que hace 6 meses. El caso de Guadalajara

Han pasado apenas seis meses desde que fuimos a las urnas para unas elecciones legislativas, y la demoscopia empieza a apuntar dos cosas: que en el conjunto de España los resultados pueden ser envenenados, porque no resolverían la ecuación que los líderes políticos han sido incapaces de resolver, mediante pactos de gobierno. Mientras que en Guadalajara los resultados generan más incertidumbre que entonces. Si en abril el 1-1-1 estaba cantado desde el inicio de la campaña, el electorado ha experimentado sensibles cambios desde entonces, especialmente el de Cs, y el diputado que entonces el partido de Albert Rivera “robó” al PP,  el 10-N va a estar más disputado que el voto del señor Cayo, como diría Mingote. Hasta tres partidos están en condiciones de adjudicárselo, por este orden: Vox, PSOE y el propio Ciudadanos.

Recuerdo la mecánica que empleo. Hago el promedio de todos los sondeos publicados en España (en este caso a comienzos de semana), se aplica un índice corrector en base a los resultados obtenidos en las últimas elecciones generales en Guadalajara y en función de su resultado se realiza la proyección voto.  Y este es el primer diagnóstico:

PSOE: Algún asesor áulico de Pedro Sánchez se puede estar tirando de los pelos por no haber estirado más la negociación con Podemos y ni tan siquiera haberlo intentado “Con Rivera, no”. Porque los sondeos confirman el retroceso del PSOE, al que tampoco le viene bien la acumulación de noticias sobre la desaceleración económica, que siempre castiga al que gobierna. En Guadalajara le damos, ahora, un porcentaje en torno al 30% de los votos, ligeramente por encima del resultado cosechado el 28 de abril -los mejores, después de los de 1982- , que le vale para disputar el segundo escaño, aunque necesitaría subir de ese último resultado, para así doblar en votos a Ciudadanos y Vox, quienes -paradojas de la política- son esta vez sus rivales directos en Guadalajara, por encima del PP. El PSOE será, din dudas, el partido más votado en Guadalajara, circunscripción en la que no se presenta el partido de Errejón. Promedio nacional: 27,8% . Proyección Guadalajara: 28,9%.

PP: Pablo Casado empieza a obtener fruto en su estrategia de no exponerse mucho y rehuir las polémicas, una vez que queda claro que Cs ha fracasado en la disputa del liderazgo del centro-derecha. Está en alza en los sondeos, desde abril, con cerca del centenar de diputados mientras que  el 28-A tocó fondo con 66. En Guadalajara pilotará la nave, con el respaldo de la dirección nacional,  un “apparatchik” muy experimentado, José Ignacio Echániz, con Román encabezando el Senado. Solo pueden ir para arriba tras la catástrofe de hace seis meses en que el PP obtuvo los peores resultados de su historia. Tienen 1 escaño garantizado, pero con el 24,2% de los votos, que tendrían a día de hoy, están lejos de entrar en la pelea por disputar el segundo. Así que Daniel Martínez Batanero lo tiene muy complicado. Promedio nacional: 20,9%. Proyección Guadalajara: 24,2%.

Cs: Todos los estudios publicados coinciden en que Ciudadanos sigue cayendo y podría perder hasta un tercio de su electorado. Mantener a toda costa la promesa electoral de no pactar con Sánchez, ha sido una estrategia equivocada de Rivera, como le reprocharon sus compañeros de partido con más experiencia, ya que condenó a Ciudadanos, a pesar de tener 57 diputados, a la irrelevancia. Además de no lograr el “sorpasso” con el PP,  por no conformarse con su condición de influyente bisagra, sería un triunfo que en estas elecciones frenara su caída hasta el punto de ser decisivo en unos futuros pactos a izquierda o derecha.  Aunque tuviera veinte escaños menos. En Guadalajara está en trance de perder ese tercer escaño, que disputa con el PSOE y Vox.  Promedio nacional: 11,2%. Proyección Guadalajara: 14, 1%

Unidas Podemos: Podemos sigue en baja, aunque en Guadalajara tiene la ventaja de que no se presenta Errejón con su +País. Aun así, las posibilidades de sacar escaño son remotas, ya que la media de los sondeos les otorgan el quinto puesto y el PSOE les dobla claramente. Hay que recordar que en una circunscripción como Guadalajara, para obtener el tercer escaño con la ley D’Hont en la mano no puedes ser doblado por la primera fuerza política. Promedio nacional: 12,5%. Proyección Guadalajara: 12,8.

Vox: El partido de Santiago Abascal se pegó una costalada en las Europeas, pero está remontando y vuelve a estar en una media nacional en torno al 10%, como hace seis meses.  Tiene el hándicap de que un escenario de voto útil en el centro-derecha les perjudica, pero es un partido que por su radicalismo no solo puede pactar con la derecha sino atraer votos de orillas aparentemente muy lejanas. Por lo que podría salir bien librado en un escenario de abstención alta. En Guadalajara, Vox tiene una prima de seis puntos y  los sondeos le conceden una sólida base electoral que raya el 16%, lo que significa que entra claramente en la disputa de ese tercer diputado. Ello explicaría que un asesor tan cercano a Abascal, el periodista madrileño Ángel López Maraver, encabece su lista en Guadalajara, aun siendo cunero. Hay que recordar que Tezanos, equivocándose, ya llegó a conceder a Vox 1 diputado en las anteriores elecciones.  Promedio nacional: 9,7%. Proyección Guadalajara: 15,9 %.       

Esto es lo que hay, esta semana. A finales de mes, más.  

UNA SORPRESA RELATIVA.– Si alguien se cree que en Génova iban a quedarse quietos después de que en Guadalajara se cosechara el peor resultado de su historia es que desconocen al PP y a la política en general. El ambiente de críticas y reproches que se vivió en el último comité ejecutivo provincial presidido por Guarinos no fue diferente a los que soportaron en el PSOE después de alguna negra noche electoral, que ha habido varias. Pero hechos son hechos: mientras el PP ha perdido todas las instituciones que gobernaba, y Paco Núñez tuvo que irse a la toma de posesión del alcalde de Yunquera, como primera opción, en el PSOE pasaba algo inédito: gobiernan todo, algo que no sucede ni en Sevilla. Así que Génova ha movido ficha, Echániz vuelve a Guadalajara por deseo expreso de Casado y Egea, y al carro se ha subido Paco Núñez, que tiene de 2 en el Senado a un paisano de El Casar. Román, un superviviente nato, sigue encabezando el Senado, con Isabel Nogueroles, que fue su concejal, de número 3, al no postularse  Ana González. De 2 en el Congreso está un compañero de pupitre de Echániz, Daniel González Batanero, que como probablemente no saldrá seguirá en su exitosa carrera profesional. Aunque con el oído puesto.

PD. Felicidades a La Crónica y a Augusto González Pradillo por sus 20 años en el frente digital. Con la perspectiva y serenidad que dan los años y el haber librado cien batallas, algunas contra gigantes que luego eran molinos, mi reconocimiento por el trabajo bien hecho. Que desde la competencia siempre es estimulante.

¿Y si el 10-N tampoco resuelve el nudo gordiano?

Cuando en la noche del 21 de abril,  Pedro Sánchez mandó a su agit-prop a que corease “Con Rivera no” debajo de su ventana en la calle Ferraz,  en la engañosa noche “triunfal” del secretario general del PSOE con más poder desde el tandem González-Guerra,  fue cuando se “jodió el Perú”, como diría Vargas Llosa.  Un endiosado Sánchez se alejaba de la fórmula de gobierno más deseada por los españoles -en lo que coinciden todas las encuestas, hasta las de Tezanos-, un gobierno de centro-izquierda entre PSOE y Cs, y todos los pasos dados a partir de entonces por el presidente en funciones han bloqueado cualquier posibilidad de rectificación. Los acuerdos con Bildu en Navarra fueron el corolario de una estrategia incompatible con cualquier acuerdo con Ciudadanos, que tuvo otros momentos de gloria como el dar consejerías estratégicas al independentismo pancatalanista en el gobierno balear, que preside Francine Armengol, una socialista con ropaje nacionalista. Solo Castilla-La Mancha se salvó de la estrategia autonómica de Sánchez en favor de los pactos con Podemos o el nacionalismo; y solo porque el pacto municipal con Ciudadanos lo negoció un Page, reforzado en su amplia mayoría absoluta.

Pero Sánchez es el hombre de las mil caras, como decían de Paesa. Y si ese 21 de abril avanzaba que Podemos sería el socio preferente para formar gobierno en poco más de un mes cambió de opinión. Primero,  fue el veto a Pablo Iglesias para ocupar una vicepresidencia política que se le ofreció a Podemos a modo de frontispicio de unos ministerios que no se acabaron de concretar. Y cuando el líder de la izquierda radical  cedió ante el órdago de Sánchez, pronto se encontró con que la oferta a un gobierno de coalición había periclitado; y si te he visto no me acuerdo. Llama la atención que Sánchez descubriera, de repente, las consabidas diferencias que en cuestiones esenciales (Europa, política económica, la propia concepción de España o cómo afrontar el Process) separan a un partido socialdemócrata de otro neocomunista, por lo que el reconocimiento de Sánchez ante Ferrreras ( “Ni yo ni el 95% de los españoles dormiría tranquilo con Podemos en el Gobierno” ) cae en el terreno de lo cómico, por verdad que sea. Por ello, hay que preguntarse ¿qué nos hemos perdido entre medias?; y la respuesta se me antoja clara: sus consejeros áulicos, José Félix Tezanos e Iván Redondo, llegaron a la conclusión de que unas nuevas elecciones ampliarían su minoría mayoritaria. Con lo todo lo que los desvelos del Gobierno a partir de entonces fueron encaminados a teatralizar que Sánchez ha hecho todo posible por evitar las elecciones. En ese sentido, la apariencia, estimulada por sus consultores, de que si no lo consiguió lo fue por no echarse de nuevo en brazos del independentismo y la izquierda radical, le va a venir muy a Sánchez en ese viraje a la centralidad que utilizará a partir de ahora.     

Pero no sería justo echarle al presidente (en funciones) toda la responsabilidad. Albert Rivera, por ejemplo, ha demostrado estar todavía muy tierno para dar batallas que se libran en el fango, y podría ser el primer dirigente de la historia al que sus votantes le castigan por hacer lo que prometió en campaña electoral: no prolongar la presidencia de Sánchez . El presidente de Ciudadanos se equivocó no haciendo caso a políticos más curtidos que él en el arte de la política (por el Conde de Romanones sabemos que decir “nunca” en política es decir “hasta esta tarde”), que acabaron saliendo del partido, por disentir de una estrategia contestada por los hechos. Por mucho que se empeñe Rivera, los resultados electorales han dado al PP liderazgo de la oposición (la última encuesta de El País concede 94 escaños al PP por 34 a Cs), con lo que mantener la ficción de que el sorpasso en el centro-derecha es posible ha llevado a Cs a la irrelevancia. Ciertamente que Rivera no puede pactar con un partido que se encama con nacionalistas y bolivarianos, pero el error lo comete en no haber puesto en evidencia a Sánchez, desde el minuto 1, ofreciéndole un acuerdo por escrito, como el de 2015, alternativo a la mayoría  Frankeistéin que se formó en la moción de censura contra Rajoy. No lo hizo por su temor a que le calificaran de “bisagrista”, olvidando ejemplos como el de Genscher en la Alemania de la guerra fría . Y ahora el Waterloo de Rivera se desencadenaría si sus votantes se preguntan: ¿Para qué ha servido Ciudadanos? Pues bien, la respuesta es inquietante cuando algún sondeo señala que casi la mitad de los votantes de Cs no saben si volverán a votarlos.

El Partido Popular de Pablo Casado, con el PSOE de Sánchez, es el gran beneficiado por este adelanto electoral, pues todos los sondeos coinciden en que liderará el centro-derecha, y eso puede suponer entre 25 y 30 diputados más. Casado sí ha hecho una lectura correcta de la hecatombe que vivió su partido en abril: se ha puesto de perfil, para no ser arrastrado por la ventolera que se puede llevar a su gran rival, que no es Sánchez sino Rivera, y esperar tiempos más propicios. La estrategia de Casado es la correcta, pero no debería desaprovechar la ocasión para impulsar una renovación que no debe confundir ser conservador con lo viejo o lo atrabiliario. De momento, ha parado el golpe por su derecha, al haber frenado a Vox, pero no parece suficiente para conformar una mayoría rejuvenecida con la que parar a Sánchez.

Así que el 10 de noviembre volveremos a acudir a las urnas, por quinta vez en cinco años, con una sensación de hartazgo, (que llega al 90 %  del electorado, según el estudio antes citado), lo que constituye un dato que va a ser muy difícil evaluar por la demoscopia: ¿A quién beneficiará  la abstención que puede batir récords?  

Pero lo peor de todo es que una repetición de las elecciones no nos garantiza un panorama político diferente  tras el 10-N, porque podría ocurrir que la suma de PP, CS y Vox se quede lejos de la mayoría absoluta, y tampoco la previsible mejoría del PSOE bastaría, sin un acuerdo de investidura con Podemos o Ciudadanos,  para reelegir a Sánchez. Es decir, que hay serio riesgo de que después de una legislatura perdida, con todos los problemas que tiene España y Europa, volvamos a la casilla de salida. Y el nudo gordiano siga sin desatar.  Todo un estropicio para la credibilidad del propio sistema que nació con la Constitución de 1978, pero con una ley electoral que pudo valer cuando solo había dos fuerzas mayoritarias, pero que ahora nos ha traído inestabilidad y desgobierno.

O se introducen reformas como la segunda vuelta (lo más democrático), la prima de escaños al partido más votado (Grecia) o la proclamación automática por el Congreso del candidato más votado si nadie alcanza la mayoría absoluta (me parece insuficiente porque no garantiza una legislatura estable) o entraremos en una pendiente de descrédito del sistema democrático que puede ser aprovechado por los populistas de toda clase, como ha ocurrido en otros países europeos.  Esto es lo que hay.

P.D.- Dejo para otro post posterior el análisis demoscópico sobre las elecciones en nuestra provincia, aunque avanzo algo: si en las del 21 de abril, dije desde mi primer artículo escribí que en Guadalajara estaba cantado el 1-1-1,  el  10 de noviembre va a haber partido hasta el último momento.      

Ahora es el momento de hablar de Ferias

Terminaron las Ferias de Guadalajara y desde este mismo lunes es el momento de hablar de los cambios que se pueden introducir de cara a las Ferias de 2020, que llegan en un año redondo.

Las Ferias de Guadalajara se sustentan en un modelo, que nació hace 41 años en el primer mandato de Javier de Irízar, y que se fue perfeccionando con los alcaldes que le sucedieron. Un modelo que tiene las siguientes patas: encierros, feria taurina, peñas y fiesta en la calle. Por ello es tan importante para su éxito el concurso del buen tiempo. Este año, el fin de semana ha sido malo en lo meteorológico -después de muchos de bonanza- y las Ferias no han pasado de regulares.

Por ello, lo primero que tienen que debatir los grupos políticos y la sociedad civil de Guadalajara es si cambiamos de modelo, decisión que en mi opinión sería una temeridad, o si vamos incorporando cosas nuevas para hacerlo mejor. Entiendo que los partidos mayoritarios apoyan toros y encierros-que sin embargo cuestionan Podemos y Aike-, por lo que en este sentido hay poco que elucubrar.  De hecho, los encierros con los toros de las corridas se han convertido en el espectáculo que arrastra más público (alarga la noche arriacense y la plaza de toros se llena), a la altura de las carrozas (siempre mejorables, aunque este año han sido más que dignas) y el toro de fuego, un evento que arrastra masas en nuestra ciudad.

Dicho esto, todo lo demás es susceptible de cambios. Este año se ha constatado que las actuaciones de Santo Domingo van a menos, a pesar de ser grupos de un caché importante.  A lo mejor podemos ahorrarnos algo de allí, y ofrecer una alternativa a los miles de personas que no frecuentan ni las verbenas de las peñas, ni los conciertos de la Fuente de la Niña, ni los cachivaches del Ferial. Hace tiempo que sostengo que el Buero Vallejo debería programar durante la semana de Ferias, como antes lo hacía el Coliseo Luengo, con el buen criterio de Don Protasio y Don Salustiano . Una programación variada, donde se combinara el humor, la música, la danza, la comedia ligera y  la revista, que sería la alternativa a un sector de los vecinos que no tienen ganas de  grandes alborotos.

Otro tema a resolver es la música. Está claro que si queremos a grandes grupos, como Marea o Melendi este año, no pueden ser gratis, y hace falta un recinto adecuado. El estadio de atletismo de la Fuente de la Niña no lo es: porque se maltrata el césped y se pone en peligro sus calles de atletismo; pero también porque supone estar quince días inutilizado, desde antes del Gigante hasta el domingo de Ferias.     

El nuevo Equipo de Gobierno no puede eludir el problema, y máxime cuando estamos al inicio de la legislatura. Tiene que decidir si busca un nuevo emplazamiento para los conciertos al estilo Sonorama, es decir, una gran plataforma para público y escenario, aunque sea fuera del casco urbano. Otra solución sería utilizar para conciertos el recinto Ferial, pero como este no reúne las condiciones hay dos alternativas: estudiar la ampliación del actual, adquiriendo los terrenos anexos, o directamente venderlo y reunir fondos para un Ferial nuevo. Mientras no se tome una decisión al respecto, cualquier debate sobre las Ferias es una bla-bla-bla que no va a ninguna parte. Sé que el tema no es fácil y que requiere de un alcalde enérgico y que tenga las cosas claras. Pero nunca los éxitos son fáciles,  como lo sabe Nadal o nuestra selección de baloncesto.

Dejo para el final la Feria Taurina, que este año sólo ha podido dar el cincuenta por ciento de los festejos. No ha tenido suerte la empresa: no solo ha llovido en el ruedo sino en los modelos de los meteorólogos. El viernes, todos coincidían en que llovería por la tarde, luego aguantó y hubo corrida, pero se cargó la venta de la mañana. Sábado y domingo  se suspendieron ambas, pero el domingo se abrió un claro por la tarde y podría haberse dado si no hubiera sido por el mal estado de la plaza. Nuestro cronista taurino Jaime Hita se preguntaba por qué no se pusieron las lonas, como otros años, y no se trajo un camión de arena para arreglar el ruedo.

Por último, lo de los “12 toros 12”, condenados a ser sacrificados por culpa de un reglamento regional que parece hecho con los pies. Un perjuicio innecesario para la empresa de la plaza de Guadalajara. Ahora que se van a estrechar las relaciones taurinas con Pamplona -ha venido un concejal de Ciudadanos a la Feria-, sería bueno que le pregunten por qué en Navarra se pudieron vender los toros del encierro de Cebada Gago, aunque se suspendió la corrida por la tarde, y en Castilla-La Mancha hay que matarlos. Sin piedad. Por lo que se ve, en Navarra eso de los privilegios forales debe llegar hasta a los toros del encierro.

Esto es lo que hay. Será cuestión de que todos nos hagamos navarros.     

Confesión de una tomadura de pelo consentida: la OBS de Caja Guadalajara

Recientemente mi amigo y compañero del alma Jesús Orea se ocupaba de uno de los hechos más vergonzosos y que puso en evidencia la inanidad de la clase política que dice representar a esta provincia y a su comunidad autónoma. Cuando alguien me interpela sobre la influencia que tiene la prensa en las acciones de los poderes públicos, yo les respondo que cada vez menos, y en todo caso lo aprovecharán siempre que les interese a ellos. Confieso que el caso del que hoy hago reseña es uno de lo que más frustración me han producido entre los que me topado en mi ya larga carrera profesional, uno de esos ante los que te dan ganas de coger el portante y dedicarte a mejor vida, y no ofuscarse en la ingenuidad de pretender servir a los intereses generales de Guadalajara.

Jesús Orea, que todavía es capaz de indignarse por Guadalajara, se escandalizaba en su post por el triste final que han tenido los últimos restos del naufragio de la antigua Obra Social y Cultural (OBS) de la desaparecida, por reabsorción, Caja Guadalajara. Se refería a los cuadros propiedad de esa OBS que en un principio se guardaban en su mayoría en su antigua sede de la Virgen del Amparo, luego pasaron a Torre Guadalajara -casi vacía como el cerebro de algunos, precisa Orea-, de ahí a una nave azudense y finalmente nos hemos enterado por un reportaje en La Tribuna de Guadalajara que ahora están en un almacén de Sevilla, propiedad de la Fundación Cajasol, sin mayor gloria.

El post de Jesús me hacía recordar con pena una serie de artículos, bien documentados, que escribí ya en este digital sobre el expolio del patrimonio de esa Obra Social, que una vez fue orgullo de esta provincia, y terminó disuelto en la noche de los tiempo sin que en Guadalajara sus instituciones dijeran ni Pamplona. No voy a entrar en detalles, pero al pie de este post les dejo constancia del primer artículo de la serie (5.4.2013) en que hablé de que la citada fundación estaban empantanada. Un segundo (19.11-2014) en la que denuncié que Guadalajara ya había perdido 3,8 millones para Obra Social por los incumplimientos de Cajasol. Otro de 17.11.2014 en el que daba cuenta de que el último presidente de Caja Guadalajara, José Luis Ros, culpaba con un documento esclarecedor a Antonio Pulido, ex presidente de Caja Sol y mandamás de su Fundación, de incumplir los acuerdos a los que en su día se llegaron para la fusión por absorción de ambas cajas. Otro más de 25.3.15 en el que recogía la visita de Antonio Pulido a la Diputación de Guadalajara y en la que nadie le reprochó públicamente el incumplimiento de los acuerdos de fusión, y todos parecían conformes con que Pulido les hubiera devuelto el Retablo Arriacense, una de aquellas obras de la OBS, como si con ello se resolviera el problema.

Nadie parecía estar interesado en hincar el diente a esta pieza, el asunto se enterró hasta que el 12 de marzo de 2018 me llevé una sorpresa y el entonces diputado por el PP de Guadalajara, Ramón Aguirre, osaba dar una rueda de prensa en la que desempoló el incumplimiento del convenio entre las dos cajas. Y en el que pedía a Emiliano García Page “que despierte” y “tome la iniciativa” para que reclame “bien por la vía política o bien por la vía jurídica” el cumplimiento del convenio de integración de Caja de Guadalajara en CajaSol por el que se constituía la Fundación de Caja Guadalajara y se distribuyeran los recursos de su Obra Social. Unos recursos que Aguirre cifró en 15 millones de euros “que se deben a la provincia de Guadalajara y a los guadalajareños”. Bien es cierto que esta demanda de acción Aguirre se la debería haber exigido, además, a la ex presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, que seguía siendo la número 2 del PP nacional, o a las instituciones que gobernaba su partido en Guadalajara, ayuntamientos o la propia Diputación. Pero por algo se empieza. El diputado Aguirre había tenido al menos la valentía de Aguirre de retomar una antigua reivindicación que no había perseguido ninguna institución local, provincial y autonómica y recordaba que el 14 de abril de 2010 los gobiernos socialistas de Andalucía y de Castilla-La Mancha firmaron un convenio relativo a la absorción de Caja de Guadalajara por la andaluza CajaSol. Respaldándolo.

Aguirre siguió interesado por el asunto. Parecía que tenía algo. Yo le invité a escribir un artículo para que dejara constancia por escrito de sus avances, pero con el tiempo se desinfló. Pinchó en hueso. No había encontrado pista libre en su propio grupo parlamentario. Los acuerdos para la fusión y la continuidad de la Obra Social de Caja Sol, en la que se había integrado Caja Guadalajara, parecían esculpidos en piedra. Y los dos partidos mayoritarios, PSOE y PP, no querían enredos.¿Por qué? Misterio.

Así llegamos hasta el punto en que comienza el artículo de Jesús Orea. Lo recuerdo: «al absorber Caja Sol a la Caja de Guadalajara, una de las condiciones que se establecen en ese proceso -y que conocen y aprueban sus respectivas asambleas y tanto la Junta de Andalucía como la de Castilla-La Mancha- es que, con el patrimonio de la antigua obra de la caja guadalajareña y con el fin de mantener su actividad social y cultural, se cree una Fundación Caja de Guadalajara que, inicialmente, tendría una dotación de 5 millones de euros anuales durante los 3 primeros años de funcionamiento. Como es sabido, esa Fundación jamás llegó a constituirse, incumpliéndose así el acuerdo de fusión por absorción de Caja de Guadalajara con Cajasol, hecho que, a mi juicio, podría hacer hasta revisable la validez y eficacia del mismísimo acuerdo y, por supuesto, reclamable su cumplimiento ante las instancias judiciales que proceda». Ciertamente es así, alguien (persona física o institución) podría reclamar ante los Tribunales ese incumplimiento. Pero nadie lo hizo. Hasta hoy.

Y así nos encontramos con que una colección fundamentalmente conformada por pinturas de autores locales de la talla de Alejo Vera, Casto Plasencia, Regino Pradillo, Fermín Santos, Raúl Santos, Santos Viana, González Lamata, Fernández Molina, Antonio Burgos, Carlos Iznaola, José María Ortíz, etc., más otros nacionales que concurrían al Certamen de Pintura que convocaba Caja Guadalajara (ahora los bancos se dedican a otra cosa, ya saben) están depositados, entre ratones, en un almacén de Sevilla.

Propone Orea que una gran sala en el Museo de la Ciudad, con sede en El Fuerte, en la que se exhibieran de manera permanente los más destacados fondos artísticos de la OBS de Caja de Guadalajara, sería un buen destino para ellos. Yo añado que es lo mínimo que se puede pedir. Pero ya verán que ni aun eso conseguiremos.

Esto es lo que hay. ¡Qué triste! Guadalajara, esperando a nada y a nadie con una eterna sonrisa de resignación. ¿Verdad, Salva?

Pies de foto:

Superior: Antonio Pulido y José Luis Ros, en Guadalajara, mirando la fachada de Caja Guadalajara  durante el proceso de fusión de las dos entidades que presidían. Archivo GD.

Inferior:  El protocolo de fusión entre Cajasol y Caja Guadalajara reservaba dos plantas y el salón de actos para la Fundación Caja Guadalajara, que luego no se constituyó. Torre Guadalajara ahora pertenece a Caixabank, que la destina al alquiler. Foto: GD.

La visita de Hugo Morán y el desaire del murciano Egea

«El verano se nota en Sacedón. Esta mañana, a primera hora, las terrazas y bares estaban llenos de gente desayunando, mientras los más mayores estaban sentados en los bancos al sol. Eso, y una gran pancarta diciendo “No al trasvase Tajo-Segura” es lo que se ha encontrado el secretario de Estado de Medio Ambiente en funciones, Hugo Morán, cuando ha llegado hoy a la localidad. No ha habido quejas, ni protestas, ni reivindicaciones vecinales por el trasvase. Simplemente indiferencia».

Así comenzaba Nuria Fernández su crónica de la visita de Morán a los municipios ribereños. No digo que me sorprendiera la indiferencia – a pesar de que la visita había sido publicitada por los medios de comunicación-, porque soy de Guadalajara, conozco el paño y sé que en esto del trasvase la indiferencia tiene su fundamento.  Los que estaban sentados al sol en la plaza de Sacedón, parafraseando la dedicatoria del libro “Buscando a Cela en la Alcarria”, que escribí con el maestro Salvador Toquero, son los que siguen esperando a nada y a nadie con una eterna sonrisa de resignación.

Sí, sucede que medio siglo  después de inaugurarse el trasvase, que inundó las mejores tierras de labor de la comarca, en la ribera del Tajo, ha servido para que una región como Murcia se haya convertido en un vergel desde que accedes a ella por la A-301 hasta que la dejas por la nueva autovía de Almería.  A un lado y otro de la carretera, con un horizonte desértico, contrasta el verde intenso de las explotaciones agrícolas de regadío que con esmero y profesionalidad explotan los agricultores murcianos, y que han convertido a su agricultura en la más puntera de España. También podemos ver desde la autovía carteles con la leyenda “Trasvase Tajo-Segura”, canales por lo que discurre un agua que ha sido providencial para aquella impresionante transformación que enriquece el PIB español.

¿Y qué ha podido ver el secretario de Estado de Medio Ambiente en su visita a los pueblos Ribereños de Entrepeñas y Buendía? Pues unos pantanos que almacenan una cuarta parte de su capacidad, con unos niveles de agua que van y vienen, lo que desalienta cualquier inversión en el sector turístico.  Y lo que no alcanzará a ver, ni con el telescopio de Yebes, son tierras de regadío como en Murcia o Almería. El gran fracaso del Tajo-Segura en su cabecera es que no hemos capaces de crear una agricultura de regadío como la que se desarrolló en Murcia, y que recogieron las originarias Leyes de Compensación que se aprobaron con Franco vivo. Y al no lograrlo, llegó lo que ahora llamamos la España vaciada, y que no es otra cosa que la antigua emigración del campo a la ciudad ante la ausencia de una economía rentable. Por eso en el Levante cualquier cambio del actual estatus se ve como una cataclismo y en los campos secos de la Alcarria guadalajareña y conquense con la indiferencia del que ya no tiene nada que perder.

Pero sí, con la cautela que hay que tomarse cualquier cosa que venga de un alto cargo de Medio Ambiente, me parece muy positiva la visita que el Secretario de Estado hizo a la cabecera del Tajo, aunque solo fuera porque sus antecesores ni se molestaron en venir desde Madrid, aunque esté a una hora de viaje.  Pero es que además algunas reflexiones que hizo, dejan entrever que este equipo ministerial es menos inmovilista que los anteriores.   Me refiero a que Morán ha reconocido que con el actual Memorándum los embalses de la cabecera del Tajo están casi siempre en nivel 3 y señaló que hay que buscar fórmulas para cambiar la situación y que en la cabecera haya una lámina “suficiente y razonable”. “Sabemos cuanta agua entra y cuanta agua sale y con la fórmula que se ha estado usando hasta ahora esto coloca permanentemente a los embalses en una situación de excepcionalidad. Creemos que hay fórmulas razonables para conseguir que haya unos niveles de agua adecuados que no se genere un estrés continuo en la cabecera», añadió. Y esta música, en principio suena bien. Por ello no se entiende el comunicado de rechazo a la visita de los alcaldes del PP de la comarca, y que mas bien parecía estar redactado de antemano.  Es más, mejor habría sido haberle acompañado a la visita, aunque fuera con una pancarta detrás, como hicimos los medios de comunicación.

Sí, yo también creo que algo está cambiando en la toma decisiones sobre la política del agua en España, que tiene dos piedras de toque.  Una de ellas es que el cumplimiento de las sentencias que determinan que hay que aumentar el caudal ecológico del Tajo tiene que reflejarse necesariamente en un aumento del nivel de los pantanos, como reconoció el Secretario de Estado. Morán asume  que los actuales caudales no atendían las exigencias de las directivas marco del agua y ha asegurado que ya se están revisando, un proceso que estará listo en 2021.

Es decir, cambios se van a producir a medio plazo, por lo que es imprescindible que en Castilla-La Mancha se consensúe un Pacto Regional del Agua con el que acudir luego a la imprescindible negociación de un gran Pacto Nacional.  Para ello hay que dejarse de populismos y de propósitos imposibles, como lo que nos llevó a fracasar en las Cortes de España cuando Barreda quiso poner una  fecha de caducidad al trasvase. Por una vez, los partidos de Castilla-La Mancha deberían mirarse en lo que hacen sus compañeros de partido del levante, que saben poner por delante  los intereses de sus territorios cuando del agua se trata. Aunque haya alguno, como le ha sucedido a Teodoro García-Egea, que en ese empeño por defender a su región, Murcia, se le ha olvidado que es el secretario general del PP de toda España, y por lo tanto sus iniciativas deben responder a un concepto más global. En ese sentido, es intolerable que el número 2 del PP de España haya propiciado una  Proposición No de Ley (PNL) pidiendo que los alcaldes ribereños de Entrepeñas y Buendía no entren a formar parte de la Comisión de Explotación del Trasvase Tajo-Segura. En esta petición, que ha sido firmada por la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo,  el propio  Egea y tres diputados de las circunscripciones de Alicante, Murcia y Almería es todo un desaire para Paco Núñez y todos los diputados del PP en Castilla-La Mancha a los que pone al pie de los caballos. La respuesta que ha dado el PP-CLM, a través del vicesecretario de Comunicación del PP de Castilla-La Mancha, Santiago Serrano, asegurando -sin citar el episodio- que Núñez defenderá la región «por encima de todo» en materia de agua, es insuficiente. Si Núñez quiere que le tomen en serio en Génova tiene una oportunidad de oro de labrarse un perfil propio. O  en 2023 vendrá otro, de Madrid, como siempre.

Porque incluso el argumento que da en su exposición de motivos la PNL del PP es falso. Aseguran que dicha comisión de Explotación está formada en la actualidad exclusivamente por técnicos del Ministerio y las dos confederaciones hidrográficas, un carácter técnico que se rompería si entrasen los ribereños. La moción, sin embargo, olvida que los regantes también están representados a través de la Mancomunidad del Taibilla, que se encarga de distribuir el agua que viene del Tajo. Así lo reconoció el propio Secretario de Estado: “ La Mancomunidad de los Canales del Taibilla ya forma parte del órgano de gestión. Lo único que se hace, es que la cuenca cedente tenga su representación igual que la tiene la cuenca demandante. No creo que eso tenga que suponer ningún trauma ni a un territorio ni a otro. Más bien todo lo contrario”.

Pues bien, para algunos ya se ve que sí, aunque lo grave es que lo reclamen en nombre de todo el Grupo Parlamentario del PP del Congreso, como si éste fuera el Grupo Popular del parlamento de Cartagena (sede del legislativo murciano, aclaro, no del cantón de la I República Española).  Teniendo en cuenta que la representación de los Ribereños en la Comisión de Explotación del Tajo-Segura  será puramente declarativa, allí podrán expresar su opinión, pero la decisión sigue siendo competencia del Ministerio, que es quien controla la citada Comisión, lo que desprende esta iniciativa parlamentaria es que Egea trata de mandar un mensaje populista en clave puramente levantina, incompatible con su condición de número 2 del PP español, y de alguien que reclama consenso y un pacto nacional  del agua.

Supongo que la diputada del PP por Guadalajara, Silvia Valmaña, y el resto de parlamentarios populares de Castilla-La Mancha sabrán poner en su sitio a Egea. Por la cuenta que les trae.

Esto es lo que hay. Como diría el Conde de Romanones, ¡vaya tropa!

Puro postureo. Solo gestos. Incompetencia.

Nunca me ha parecido que Pedro Sánchez tuviera intención de acordar un gobierno con alguien. Solo que algunos de sus partenaires tampoco, como Pablo Iglesias y Albert Rivera. Que andan haciendo la competencia a los leones del Congreso. En su estulticia.

Si Sánchez hubiera ido en serio con Podemos habría pactado un acuerdo de investidura, aunque nos hubiera puesto los pelos de punta en estos momentos de desaceleración económica, que nos llega  por la Ruta de la Seda, pero el presidente en funciones y el aspirante a vicepresidente político se enredaron con una negociación sobre cargos y sillas, hasta que Iglesias descubrió que los ministerios que le ofrecía Sánchez eran  humo. Eso pasa cuando te olvidas de los programas, como insistía el califa comunista Julio Anguita: “¡Programa, programa, programa!” Pero Sánchez no dio opción a Iglesias a que negociaran un programa, porque en el fondo nunca ha visto a Podemos como un partido de gobierno a enseñar por Europa, sino como una izquierda agitadora y populista a la que absorber  para ocupar su espacio político. Y como Tezanos e Iván Redondo le están diciendo que si hay  elecciones en noviembre van a quedarse al borde de la mayoría, ¿ para qué vamos entonces a reeditar los pactos Frankenstein con lo mejor de cada casa si en menos de tres meses todo este lío se puede resolver de un plumazo?  Así que España tendrá que aguantar hasta entonces aunque Xi Jinping y el tarambana de Trump nos pueden meter el PIB y el crecimiento por donde amargan los pepinos.

Sánchez tampoco tuvo la mínima intención de llegar a un acuerdo con Rivera y su partido, porque ni tan siquiera le emplazó a retomar el acuerdo al que llegaron ambos en 2015, lo que habría puesto en aprieto al líder de Ciudadanos, atrapado en una estrategia chapucera copiada del propio Sánchez, cuando dijo “No es no” a Rajoy en similares circunstancias y dimitió de diputado antes que abstenerse.  Rivera cree que si pacta con Sánchez, nunca jamás podrá aspirar al sorpasso con el PP. Y en lugar de despejar el camino,  y poner a Ciudadanos ante sus contracciones,  lo que ha hecho el presidente en funciones es levantar un muro más grande que el de Berlín: pactar el gobierno de Navarra con los nacionalistas vascos y meter en el Ejecutivo de Chivite a una ex parlamentaria de Batasuna, Itziar Gómez,  que nunca condenó el terrorismo cuando  estaba en aquella formación.  Silencio general entre los barones socialistas.  Nafarroa nos espera.

Sánchez tampoco quiso pactar con Casado y el PP, porque esto no es Alemania, somos los más guapos del mundo y aquí no hay ninguna necesidad de llegar a grandes coaliciones entre socialdemócratas y conservadores, porque nos podemos permitir el lujo de estar seis meses con un gobierno en funciones…y tres huevos duros. Casado fue el más honesto de todos: sí aceptó ir a La Moncloa cuando Sánchez le invitó de tapadillo, le ofreció pactos en temas de Estado muy interesantes, pero nunca su abstención. Es decir, un souffle de gran apariencia exterior pero relleno de aire. Y Sánchez lo que quiere es seguir, claro.

Esto es lo que hay. Llevan desde el 28 de abril tocando el rigodón, eso sí, cobrando puntualmente la mensualidad, y al final querrán que lo resuelva un electorado cada vez más cansado, que les puede mandar a esparragar. Así que, por favor, aprueben cuanto antes la segunda vuelta, como en Francia,  porque esto es lo que hay. Puro postureo. Solo gestos. Incompetencia.

Dejar de mirar por el retrovisor

En el escaso mes y medio que lleva gobernando el equipo de gobierno de Alberrto Rojo (ni llega, ya que tomó posesión el 15 de junio) se ha puesto más el foco, y el debate, en asuntos forjados por el anterior gobierno municipal. Advierto que suele ocurrir siempre que hay cambio en un gobierno. Pero es un error mantener en el tiempo la estrategia de mirar por el retrovisor, porque al final estás hablando de lo que hicieron  mal tus antecesores cuando ya es cosa juzgada por la ciudadanía. Y lo que el electorado ha dicho en Guadalajara es que quería cambio, con independencia de que este se gestara más en Fuensalida que en la plaza Mayor(nunca alcalde alguno ha estado en Guadalajara más de tres legislaturas), y a ello deben ponerse los ediles del PSOE y CS capitaneados por Rojo. Estos a gobernar y la oposición a controlar, que para eso les pagamos, y no mal, los contribuyentes de esta ciudad.

ELADIO FREIJO.- Mientras nadie me demuestre  lo contrario, y a riesgo de nadar a contracorriente, cosa que profesionalmente llevo haciendo con notoria irresponsabilidad desde hace más de cuarenta años – y ya no voy a cambiar-, tengo a Eladio Freijo  por un cualificado gestor deportivo que ha dado mucho a esta ciudad con un modelo de gestión, que sin abandonar a los clubes locales, ha hecho del deporte un motor del sector turístico guadalajareño. Es posible que por no perder a algunas de esas grandes citas haya tenido que improvisar y hacer encajes de bolillos en un presupuesto público que casi siempre está reñido con los criterios de eficiencia con los que se mueve la empresa privada. Pero si al final se ha contado con el visto bueno de los técnicos, como él ha sostenido en los últimos días, y nadie lo ha desmentido, parece injusto quedarse con el fuero en vez del huevo.  Y dicho esto, también entiendo la prudencia del nuevo concejal de Deportes, mi apreciado colega Evaristo Olcina, cuando nada más llegar  se encuentra con un Mitin de Atletismo del que no hay un presupuesto cerrado, entre otras cosas porque lo organiza el  Club Deportivo Meliz Sport, y en el que el Ayuntamiento es solo un colaborador (aportó unos 90.000 euros incluyendo también el Campeonato de España de Atletismo Sub-14) En esa tesitura es normal que el concejal novato sea cauto y que no haga lo que habría hecho un edil veterano: retorcer el presupuesto hasta que dijera Pamplona. Cada equipo de gobierno debe temer su impronta, pero no me parece una buena política hacer tabla de un modelo que, con sus imperfecciones, ha puesto a Guadalajara en lo más alto del mapa deportivo nacional. Y Evaristo es listo.

LO DEL PRESUPUESTO, UN PROBLEMA- No es una tontería lo que propuso  Jaime Carnicero en el último pleno. Al funcionar el Ayuntamiento con un presupuesto prorrogado es un serio inconveniente, no solo por no poder acceder a nuevas inversiones, sino porque  los gastos de mantenimiento siguen engordando con las actualizaciones  y cuando lo quieran pagar con arreglo al presupuesto de 2020 las facturas muerden en los cajones. Es ciertamente atrevido que un equipo de gobierno por estrenar se meta en esos dibujos nada más aterrizar y elabore un nuevo presupuesto, así que todo hace pensar que se centrarán en el de 2020. Luego tendrán que ver cómo pueden encajar el desfase en ese ejercicio sin tener que reducir servicios o subir los impuestos,  una mala gracia para un partido como Ciudadanos que en su ADN lleva una fiscalidad baja. Os lo recuerdo.  Por mera técnica presupuestaria a lo mejor deberían pensarse el ofrecimiento de Carnicero, pero ya metidos en pleno verano es comprensible que tengan sus cautelas.

PAGE, 2023.- García-Page tiene el camino despejado para poder presentarse a un tercer mandato en 2023. Y Paco Núñez estuvo de acuerdo, pactando con él la oportuna modificación legal. ¿Por qué lo hizo cuando Page es mejor candidato (a día de hoy) que cualquiera que el PSOE pudiera presentar en 2023?  ¿A lo mejor porque si repite Page a nadie de Génova se le ocurrirá aterrizar en Castilla-La Mancha como sucedió con Cospedal?

UN DICHO ITALIANO.- Dicen los italianos que algo peor a estar sin gobierno es un mal gobierno. Después de haber visto el juego de sillas en que se convirtió la negociación de Sánchez-Redondo  con Podemos era evidente que de esa partida de ajedrez por aparentar ser el menor culpable del fracaso no podía salir nada coherente. Así que mejor nos hacemos italianos hasta que se aclaren y nos presenten algo que se parezca a un programa de gobierno, como diría Julio Anguita.

RIVERA, CON LAS MANOS ATADAS.- Ciudadanos ha estado de miranda en todo esto. Desde luego, al que se le ocurrió atarse las manos con el “no es no” a Sánchez en la campaña electoral se ha lucido con la estrategia. Con lo fácil que habría sido marcarle una hoja de ruta alejada del precipicio independendentista y podemita con solo desempolvar el pacto de Gobierno al que llegaron con él en  2015. Pero no, Rivera se empeñó en que como él se cree el jefe de la oposición y el rey no está desnudo, hace de Don Tancredo  sin percatarse de que los españoles  le dieron ese papel a Pablo Casado.  ¡Garicano, tu sí que sabes y por eso vuelves a Europa!

SI ESTO FUERA ALEMANIA.- Y Casado un líder con más trienios habrían llegado a un pacto de investidura con el PSOE, que habría sido fácil de vender apelando al patriotismo y al sentido común. Pero esto es España y esta es la tropa, en el lenguaje de mi admirado Conde de Romanones -un liberal que sí sabía pactar- con la que tenemos que salir a desfilar. ¡Menos mal que ellos no tuvieron que elaborar la Constitución en 1978! Porque todavía estaríamos discutiendo el título VIII. ¡Pero esto es lo que hay!

EL INDEPENDENTISMO AVANZA CON SÁNCHEZ.-Un defensor de los Países Catalanes se hace con la educación y política lingüistica en el gobierno de la socialista Armengol en Baleares.En la estratégica Navarra, el último territorio que se incorporó a la nación española, otra socialista, una tal Chivite, accede a la presidencia del gobierno con el apoyo del PNV Navarro, Podemos-IU y la necesaria abstención de Bildu, el partido heredero de los que justificaban el terror para mover un árbol del que otros recogían las nueces, como nos descubrió Arzalluz. Luego nos extrañaremos de que en Navarra y las Baleares la desafección a España gane terreno, como ha ocurrido en Cataluña desde que entregamos la educación y la televisión pública a los que tienen como fin último la destrucción del estado constitucional español de 1978. Lo que siempre he llamado la independencia a plazos. Ahora, el Process, que es como el Brexit. Se basa en supuestos populistas manifiestamente falsos, pero en los que muchos creen después de haberlo oído mil veces. «Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad» (Göbbels)

BLANCA FERNÁNDEZ- Impecable su intervención en la toma de posesión de Eusebio Robles como delegado de la Junta en Guadalajara. Vino con los deberes hechos, ni una palabra de más, ni una de menos. Cuando tan a menudo la clase política actual anda regañada con la oratoria y lee hasta el santoral, la portavoz del Gobierno de Page es como un pozo de agua fresca en medio de un desierto de palabras. Apunten su nombre: Blanca Fernández.

EL SENADOR ROMAN ESTÁ DE TOUR.– Este verano por la provincia. Para tomarla el pulso, que para eso es médico de familia. Y ahí lo dejo. ¡Lo que da el verano entre romerías y fiestas de los pueblos!

El nuevo modelo pasa por el Ferial

En la entrevista que mantuve con el nuevo y flamante alcalde, Alberto Rojo, se apuntó a un tópico al decir que a él tampoco le gusta el modelo de Ferias y Fiestas, y como les suele ocurrir a todos, luego no aciertan a explicar cuál es su alternativa. Más allá del consabido “hay que hablar con todos”.

Yo sí defiendo el modelo de Ferias y Fiestas, porque básicamente es participativo y se vive en la calle. Un modelo que parte en lo esencial del que implantó Javier de Irízar en 1979 y que se sostiene en tres patas: buenos encierros (ahora con los toros de las corridas), peñas y fiesta en la calle (con verbenas potentes todos los días de Ferias). Con estos mimbres,  se han ido tejiendo más cosas por las distintas corporaciones, pero en lo sustancial el modelo no ha cambiado. Unos podemos echar en falta espectáculos de calidad en el Buero Vallejo durante toda la semana de Ferias, aunque los programadores no son partidarios para que no haya competencia con otros actos que organiza el Ayuntamiento. Es una cuestión a estudiar. Cómo mejorar el desfile de carrozas, lo que no es fácil. Se pone el ejemplo de Azuqueca, pero allí hay toda una cultura en torno a las carrozas, que no existe en Guadalajara. Yo no veo a las peñas arriacenses trabajando en una carroza durante medio año. Otros hablan de poner los conciertos de Ferias gratis, pero eso no es posible por cuestión de seguridad, y además acabaría afectando al caché de los artistas.

¿Diálogo? Pues sí, claro, pero no nos engañemos. Si preguntas a las peñas te dirán que preferirían hacer sus verbenas en el caso antiguo y a todas horas, porque el Ferial es frío, alejado y triste. Pero si hablas con los vecinos colocarían estas verbenas en mitad del monte y no darían a las peñas ni un euro de subvención. ¡Se me olvidaba, luego están los políticos populistas que critican la calidad de nuestras Ferias y al mismo reclaman que se reduzca el presupuesto!

No tengo ninguna esperanza en que de ese diálogo ciudadano se saque nada en limpio, porque los intereses son contrapuestos. Y al final el equipo de gobierno tendrá que gobernar, que para eso están. Por ello, es razonable el criterio que han mantenido las últimas corporaciones de levantar la mano con los ruidos el fin de semana y ser más exigentes en el primer tramo de la Semana Grande. No se puede contentar a todos y en todo.

Lo que sí requiere un intenso debate es el  Ferial. Hay tres opciones: mantenerlo como está (aunque evidentemente se queda pequeño); ampliarlo y habilitar una zona para conciertos; o hacer un Ferial nuevo en otro sitio de la ciudad, una idea que se manejó hace diez años y que encajaría con el Plan de Urbanismo que hay que revisar. No se engañen: ahí está el meollo de la cuestión. El nuevo modelo de Ferias sin romper con el original. ¿O es que alguien piensa que hay que acabar con los encierros y mandar a las peñas a las cavernas, como en la dictadura?

La decisión del Ferial va además conectada con el recinto de los conciertos y que este año nos puede jugar una mala pasada, con el campo de la Fuente de la Niña, recientemente reformado en su pista de atletismo y amenazado por Taburete, Marea y Melendi. Imaginé que el nuevo equipo de Gobierno iba a tirar por la solución más fácil, trasladar el concierto al Pedro Escartín, porque a las malas podría haber echado la culpa a los del PP si algo fallaba. Pero en cualquier caso el equipo de gobierno debe ser consciente de que la opción Fuente de la Niña es indeseable, como decía el antiguo portavoz socialista Daniel Jiménez, por lo que hay buscar una solución definitiva

Una sería aprovechar el amplio espacio que hay en el entorno del Pedro Escartín, sin necesidad de maltratar el césped del campo de fútbol, aunque para ello, como ocurre en el Sonorama, se requiere de una gran plataforma pavimentada. En Aranda de Duero el emplazamiento está en las afueras de la ciudad, no hay Ferial ni nada, y funciona bien. Para compensar, durante el día, programan conciertos en la plaza del pueblo.

Esa sería una solución. Aunque a mi entender lo mejor sería ampliar el Ferial lo que haga falta y dotarlo de una zona de conciertos y exposiciones al aire libre, lo que contribuiría a animar el recinto y que este fuera atractivo para todos, peñas incluidas.

Háganme caso: ese es el gran reto al que se enfrenta el nuevo gobierno municipal, y que no se resuelve con cambiar de sitio una verbena o en programar una carrera o un baile de zumba.

¿Serán capaces de afrontarlo, como lo hizo Irízar en 1979 cuando el gobernador le amenazó con mandarle los guardias si sacaba los novillos a la calle para el encierro?

Esto es lo que hay.

Ante las dimensiones de la crisis, que hable el militante

Recientemente un amigo me recordaba a propósito de las guerras de poder en el PSOE provincial entre los sanchistas pata negra, que lidera la ministra Valerio, y la actual dirección provincial, con un reforzado Pablo Bellido, bendecido por Page con la presidencia de las Cortes de Castilla-La Mancha y una consejería a cargo de un político de su confianza, José Luis Escudero, que los buenos resultados electorales iban a calmarlo todo durante una legislatura. Como cada cual está ocupados en sus cosas, y ha habido tarta para repartir es cosa de lelos ponerse a enredar en el patio del vecino. En el PSOE se ha declarado la Pax Romana, y ya se sabe que esta durará tanto como la salud del emperador.

Pero si el disfrute de ese poder cauteriza cualquier herida interna, a sensu contrario carecer de él las agrava. Y así el histórico triunfo del PSOE en las últimas municipales y autonómicas, sumado al más precario de Sánchez en las elecciones Generales, han derivado en la derrota más cruel para el PP. Un partido que apenas hace ocho años gobernaba España, Castilla-La Mancha y la mayoría de las diputaciones y alcaldías, casi de repente sufre la de Don Rodrigo en la batalla de Guadalete y solo resiste en Yunquera de Henares, con lo que a su alcalde Lucas Castillo habría que empezar a llamarle Don Pelayo. O como poco Asterix. Pero ni diputado le han hecho (¿?)

Así son las cosas en política: se puede pasar del infierno al paraíso sin pasar por el purgatorio. El régimen, como es generoso, reserva alguna gabela para los que ejercen la oposición, en forma de liberados y personal de apoyo en los ayuntamientos principales o diputaciones, pero claro, no hay para todo el mundo y algunos tienen que hacer las maletas y regresar a la vida civil. Porque la política siempre debe entenderse como un paréntesis en la vida de una persona, ya que como avisaba a sus secretarios el Conde de Romanones, aquí el único que no está de tránsito en el puesto es el ordenanza. Es bueno recordarlo cuando se está en la cúspide, como hizo Page en su toma de posesión alertando a los suyos de no confundir la mayoría absoluta con la soberbia. Aunque más de uno le desoirá.

No es edificante, ciertamente, que la primera noticia que tengamos del Grupo Popular en la oposición fuera que dos concejales que no iban a disfrutar de sendas liberaciones se abstuvieran en la votación de los  sueldos, pero no será la primera vez ni la última. Eladio Freijo confía en que las aguas se acaben remansando, y yo supongo que será así. Por que aunque la portavocía de Jaime Carnicero formalmente debe ser refrendada por el Comité Ejecutivo, tampoco creo que Ana Guarinos haga del asunto cuestión de fe, tal y como está el patio,  aunque sabido es que a ella le hubiera gustado otro portavoz. Pero el debate en el PP no es tanto si los que han perdido las elecciones deben encabezar o no la oposición de cara a unas lejanas elecciones dentro de cuatro años,  lo que deberían meditar muy seriamente es si después de una derrota tan implacable, que les ha alejado del gobierno de las principales instituciones de la comunidad autónoma, se debe o no abrir un periodo de reflexión, ahora que hay tiempo suficiente para  que todos hagan sus aportaciones y en el que puedan salir nuevos líderes.

La respuesta a esta pregunta es sí. Y el que esté preparado, que dé un paso al frente. Y si luego siguen los mismos será porque no hay otros mejores o más dispuestos. No hacerlo me recordaría a otro tiempo en que el PP, después de perder una elección tras otra ante Bono, el partido quedaba aletargado, lamiéndose las heridas,  y solo cuando quedaba un año para las elecciones reaccionaba Génova y nos colocaba a “su” candidato.

La buena noticia para el PP es que en las peores condiciones todavía sigue siendo el primer partido de la oposición en Castilla-La Mancha y que Page no podrá presentarse a un tercer mandato con la actual normativa. La mala es que, hoy por hoy, no hay una alternativa que se visualice. Ni en el PP, ni en Ciudadanos, ni ya digamos en el ausente partido de Iglesias-Montero, que por no ir no fueron ni a la toma de posesión de Page aun siendo, ese día, formalmente miembros interinos de su gobierno.

Esto es lo que hay: devuelvan la palabra a los militantes. Y salga el sol por donde tenga que salir.

Ciudadanos en su laberinto

Concluía mi último post advirtiendo que Pedro Sánchez lo que no puede hacer son trampas. Pretender que Albert Rivera le abra las puertas de La Moncloa, para luego gobernar con el primo de Pablo Iglesias de subsecretario y pactar con Rufián en el Congreso

Después de lo ocurrido en la Ejecutiva Nacional de Ciudadanos, en que la formación liberal ratificó su rechazo a cualquier tipo de acuerdo para facilitar el gobierno de Sánchez, tengo que añadir que me sorprende la falta de perspectiva del partido de Rivera, deterninada por la mala lectura de los resultados electorales del 28-A. Ciudadanos  sigue sin reconocer que los electores no han dado a este partido el liderazgo de la oposición, a pesar de que el PP obtuvo el peor resultado de su historia, y pretende aparentar lo contrario. Por ello se enroca en el “no es no” a cualquier pacto de gobernabilidad con Sánchez, utilizando la misma estrategia que el PP, como es comprensible cuando se trata del primer partido de la oposición.

Pero si los electores han negado a Ciudadanos el liderazgo de la oposición, sí le han dado un notable poder para influir en la política española y en concreto en la formación de gobierno. Para ser útiles. Como escribía días atrás, Rivera no será el Helmut Kohl en la Alemania anterior a la caída del muro, pero sí podría jugar, ahora, el papel de Hans-Dietrich Genscher y ocupar la centralidad de la política española desde una posición determinante, metiendo en cintura y sirviendo de freno a populistas y nacionalistas.

Rivera tiene todos los motivos del mundo en sospechar de la buena voluntad de Pedro Sánchez cuando el PSOE mete a independentistas en el gobierno de las Baleares o coquetea con filoetarras y populistas en Navarra, un territorio donde los constitucionalistas deberían acordar políticas de estado y que eviten su deriva hacia las redes del separatismo. Pero aun sabiendo que con Sánchez en cualquier momento puedes quedar colgado de la brocha, Ciudadanos no ha puesto al presidente del Gobierno entre la espada y la pared, lo que ha facilitado su discurso de que son estos (por Ciudadanos) los que me obligan a echarme de brazos ante Podemos y los independentistas. Un argumento de peso si al final este Pedro Sánchez que parece de la escuela quietista de Rajoy opta por la repetición de elecciones.

Como inteligentemente escribía Arcadi Espada, uno de los fundadores de Ciudadanos, la división mostrada en el último comité ejecutivo del partido naranja (en el que, por cierto, Orlena de Miguel, relegada de cualquier lista en las últimas elecciones, se abstuvo) no es tanto una pugna entre liberales (Rivera) y social-liberales (Garicano), como algunos medios próximos a Sánchez han vendido, sino un debate sobre cuál debe ser la relación de Ciudadanos con el poder. O dicho de otra manera: lo que Ciudadanos quiere ser de mayor. Y aunque Rivera no lo acepte, lo que los ciudadanos le han dado en las últimas elecciones es un poder suficiente como para intentar modificar la inquietante hoja de ruta de Pedro Sánchez, recuperando el acuerdo alcanzado con él para la investidura fallida de 2015. Pero no el papel de jefe de la oposición, que quiere robar a Pablo Casado.

Si no lo ejerciera -y es un riesgo que no ha valorado Ciudadanos- los electores podrían pensar que ha hecho dejación de ese poder, que daría estabilidad a España, por no aparentar ser un partido bisagra, con lo que sería más seguro dejarse de rodeos y votar directamente al PP. Esto es lo que hay. Ciudadanos en el laberinto no del minotauro, sino de Sánchez. Más riesgo, José Tomás. 

 

Foto: Albert Rivera, en campaña electoral. Tras él Orlena de Miguel. 

Ir a la barra de herramientas