«En el Ayuntamiento estamos experimentando una caída importante en los ingresos y a la vez necesitamos destinar cada vez más recursos a ayudar a las familias que más lo necesitan con apoyo nutricional, becas de material escolar, pago de recibos de alquiler o de luz y gas».»Por ello, desde la responsabilidad de mi cargo y la vocación de servicio público he decidido renunciar a mi sueldo como alcalde, con el objetivo de poner más recursos a disposición de la ciudadanía que necesita la ayuda del Ayuntamiento, la administración más cercana y que con más agilidad debemos dar respuesta».
Así explica el alcalde socialista de Azuqueca de Henares, José Luis Blanco, su decisión de pedir su reingreso en RENFE. Blanco cobraba 49.812,70 euros anuales brutos, la misma cantidad que percibía como supervisor del AVE porque él mismo decidió tener ese salario cuando accedió al cargo.
Ciertamente, el alcalde Blanco ha puesto sobre la mesa un problema peliagudo que va a afectar a los ayuntamientos tras la crisis económica que llega después de la sanitaria. Como sucedió con la crisis inmobiliaria y bancaria que se inició en 2008, los ingresos municipales se van a desplomar sobre todo los impuestos más conectados a la actividad económica y esto se produce en paralelo al aumento del gasto social y de las ayudas de emergencia. En este sentido parece de sentido común, para no tener que seguir apretando tanto las clavijas al depauperado contribuyente, que los ayuntamientos implementen recortes en el gasto ordinario,tocando lo menos posible la inversión productiva,que incluyan un adelgazamiento de su nómina de asesores y de las retribuciones que perciben los grupos políticos, ediles y alcaldes. El Ayuntamiento de Azuqueca ya subió algunos impuestos de manera notable al principio de la legislatura y se ha quedado sin margen.
Pero lo que no acierto a entender es que teniendo el equipo de Gobierno diez concejales liberados además del alcalde sea éste el que regrese a su trabajo, y quede como una actividad secundaria el desempeño de la alcaldía del segundo ayuntamiento de la provincia.¿Está queriendo con este gesto de suficiencia del señor Blanco, yo tengo un trabajo al que volver, mandar un mensaje al resto de ediles liberados ante la difícil situación económica que va a pasar el Ayuntamiento? ¿Es posible atender las obligaciones de alcalde de Azuqueca cuando termine su trabajo en el AVE, teniendo en cuenta que no ha delegado ninguna función?.
Este es el panorama: Azuqueca, 12 concejales liberados, además del alcalde, que perciben 38.000 euros brutos cada uno, 456.000 entre todos. De los 12 liberados 10 son del PSOE, y de la oposición solo uno de IU y otro del PP. Todos están liberados al 80% de su jornada. Pero con este despliegue es el alcalde quien se va a supervisar el AVE. Algo me he debido perder en esta historia.
PD. Hubo otro alcalde, Antonio Román que también compatibilizó durante un tiempo su trabajo en el Hospital porque necesitaba una actualización profesional, lo que valió duras críticas de la oposición: «alcalde a tiempo parcial»,etc. Salía de anochecida del Ayuntamiento, cambiaron los horarios de algunas juntas y hasta las ruedas de prensa. Mi sensación es que no fue gratificante ni para él, menos a su familia y por defecto a la ciudad. Realmente duro. Caso disntinto es cuando tuvo una actividad marginal en la consulta de una clínica. Ahora, a Blanco le va a tocar supervisar Azuqueca desde el AVE en su jornada laboral y ni tan siquiera tiene parada en la estación. Me he perdido algo.