El gobierno europeo, el nacional, los autonómicos y locales, y toda la ristra de burócratas que pueblan las agencias nacionales e internacionales relacionadas con la Salud, y que minaron su credibilidad con el mal diagnóstico del virus y su propagación (seguimos sin saber en realidad su origen, después de casi un año y medio), parece que se han propuesto confundirnos a todos y dar combustible a los anti-vacunas y conspiranoicos de todo pelaje. Mismamente ayer, se reunió la Comisión interministerial que han creado Gobierno y Comunidades Autónomas, supuestamente para coordinarse, y se sumó a la ceremonia de la confusión. Acordaba no poner la vacuna anglo-sueca AstraZeneca a menores de 60 años por los supuestos trombos en la misma tarde en que se reunía la Agencia Europea del Medicamento (EMA, en las siglas inglesas) y que establecía como conclusión principal que no ve evidencias de que la vacuna tenga relación directa con los casos de tromboembolismo detectados tras la vacunación con este fármaco en diferentes países europeos, aunque admite que no ha podido descartar del todo la relación con tales casos de troboemembolismo, por lo que “seguirá investigando”. A pesar de esta cautela, el diagnóstico de la EMA es concluyente: sus expertos aseguran tras dos semanas de investigaciones que la vacuna de AstraZeneca es “segura y eficaz”, por lo que “no hay riesgo general” del desarrollo de problemas de coagulación sanguínea en la población a la que se administre este preparado.La directora ejecutiva de la EMA, Emer Cooke, aseguró que, con esta investigación, la EMA ha cumplido su “responsabilidad de determinar que los beneficios aún superan los riesgos” del fármaco autorizado. Y sentencia: «No hay riesgo general».
Pues bien, coincidiendo con este pronunciamiento, la susodicha Comisión española sostenía, como nuevo criterio, que AstraNececa sólo se administre a mayores de 60 años, supuestamente por “precaución”. Un día antes, la consejera de Sanidad de Castilla y León paralizaba toda vacunación con Astrana Zeneca mientras en la vecina Castilla-La Mancha se mantenía, por lo que se ve con buen criterio; y solo recordar que en la semana anterior, en Guadalajara y toda Castilla-La Mancha se vacunaba a casi treinta mil docentes solo con AstraZeneca; y luego se siguió con el rango de edad comprendido entre los 56 años y hasta los 65, estableciendo precisamente el corte entre los que tienen 65 años, que se quedaron sin vacunar hasta no se sabe cuándo, por el criterio que se seguía entonces. Pero ahora leemos que el Consejo Interterritorial fija que la Astra Zeneca será solo para mayores de 60 años; y que el Consejo deja en el aire la segunda dosis a profesionales esenciales y otras personas que han recibido la primera dosis, unos 2,1 millones. La mayoría son menores de 60 años que o bien se inocularán con otra fórmula o se quedan sólo con el 70% de la protección, que según los estudios ofrece solo una dosis. Cuando se aclaren los ilustres se lo contaremos.
Esta deriva con la vacuna anglo-sueca deja en solfa todo ese calendario de vacunación que, cual Patton antes de avanzar sobre le península itálica, proclamó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y en el que garantizó que habría 33 millones de vacunados en agosto. ¿Cómo se va a poder hacerlo teniendo en cuenta lo sucedido con AstraZeneca, la vacuna más usada hasta ahora? Y ya no digamos de los calendarios de vacunación avanzados por Page y otros presidentes autonómicos, que dependen de las vacunas que reciban para que puedan progresar.
Son varios los presidentes autonómicos, como Feijoo y Page, que reclaman medidas nacionales tras el fin del estado de alarma y que echan de menos un plan nacional de vacunación. Me temo que sin mucho éxito, teniendo en cuenta que tras la ceremonia de la confusión vivida ayer, en España, y en otros países de Europa, el presidente del Gobierno tomó las de Villadiego y se marchó de viaje a Angola, tomando distancia con el problema, como ha hecho siempre en toda esta crisis. Él solo está para los grandes anuncios que le prepara Ivan Redondo, que luego endilga a las comunidades autónomas para que lidien con la cruda realidad.
Cuando la política es sobre todo popaganda, esto es lo que hay. Una ceremonia de la confusión de tres pares de narices y una consejera de Educación en Murcia, Mabel Campuzano se llama, y viene de Vox, que nos dice que ella no se pinchará tras cuestionar la efectividad de la vacunación contra el coronavirus. Esto es lo que hay; no cabe un incompetente más, porque se caen al mar.
P.D.- No han pasado siete horas desde que ha colgado este post, y las agencias nos anuncian que Sanidad vacunará con AstraZeneca a los mayores entre 60 y 69 años en contra de lo que ha venido sosteniendo en las últimas semanas. Aunque la ceremonia de la confusión se enmaraña todos los días con tantos portavoces europeos, mundiales, estatales y autonómicos dando versiones distintas sobre un mismo hecho, los malos datos de hoy nos confirman que la cuarta ola ya está aquí y entiendo que el mayor riesgo es, como dice la EMA, no vacunarse. Así que si el otro día me quedé al borde de la aguja en el polideportivo San José espero que esta vez me dejen tirar a canasta y que sea lo que Dios quiera. Por que sí, a pesar de que la grillera nos confunde, todavía me quiero vacunar. Antes de que el bicho nos acabe pillando.