Outlet

Cuando El Corte Inglés de Guadalajara bajó a segunda división, convirtiéndose en una Outlet, sus directivos iban buscando otro perfil de cliente que podía encontrarse en Guadalajara, pero que no acudía a la gran locomotora de la distribución nacional. Estos directivos manejaron la teoría de que la cercanía con El Corte Inglés de Alcalá de Henares y la influencia de Madrid no habían permitido fidelizar a los clientes en Guadalajara; y si bien hay algo de esto, yo creo que influye todavía más que si El Corte Inglés de Guadalajara tenía pocos clientes era porque los precios que ofrece la marca cada día son menos asequibles al sueldo medio español, que ha ido decreciendo de crisis en crisis, hasta la derrota total , parafraseando a Groucho Marx. Y estamos de lleno en la la crisis pandémica-financiera. Tengo escrito que el éxito de El Corte Inglés fue el de la clase media española, que fue creciendo en España a partir de los años 70-80 del pasado siglo hasta ser la mayoritaria; y que el adelgazamiento de aquella es pareja a la caída del protagonismo que tuvieron las grandes plataformas de ventas para esas clases medias de España: El Corte Inglés y antes Galerías Preciados.

He estado como cliente en El Corte Inglés de Guadalajara, después de su reapertura como Outlet, y lo primero que me llamó la atención es que habían vuelto los clientes, en gran número, en comparación con la última vez que estuve allí antes de la revolución. Vi también una amplia oferta de primeras marcas, cuyo género se va a renovar periódicamente, nos dicen, y comprobé que ciertamente los precios están rebajados y más al alcance de la sociedad arriacense actual. Me gustaría que los directivos de El Corte Inglés hubieran dado en el clavo y encuentren ese nicho de mercado que les era esquivo, porque será bueno para Guadalajara, y a un Ferial Plaza que con los simbólicos cierres de las marcas de Inditex, con Zara a la cabeza, agravó su retroceso. Ojalá la recuperación de uno ayude al otro.

Y, ahora, los reparos: No me gustaron nada las grandes colas que se forman para ir al probador, y menos para pagar ante el escaso número de cajas. Es comprensible que los Outlet tengan que minimizar gastos, pero no a costa de robar al cliente un tiempo excesivo en una cola. Así que me fui sin comprar. Esto es lo que hay.

P.D. Si hay una actividad amenazada por la pandemia es la de los cines. Han cerrado muchos en España y los que quedan tienen un futuro incierto, cada vez más amenazados por las plataformas digitales. Sería bueno que el Ayuntamiento animara al vecindario  a volver a las salas de cine en Guadalajara, sobre todo cuando la vacunación avance y se vaya perdiendo el miedo, reeditando el convenio que con buen resultado mantuvo antes de la pandemia con los Multicines.  

Ir a la barra de herramientas