Archive for mayo, 2025

¿33 o 55?

Uno de los debates que trajo más enconamiento en la legislatura de Cospedal fue la reducción de las Cortes de Castilla-La Mancha a 33 escaños. En el PP se defendió entonces que la medida estaba inspirada en la contención y el ahorro, y que 33 escaños era suficiente representación. Desde el PSOE se la criticó, porque decían que era un “pucherazo” que beneficiaba al PP y deja fuera de la cámara a las minorías , aunque al final García-Page consiguió con esa representación desalojar a Cospedal del palacio de Fuensalida, gracias a la ayuda de Podemos, que sacó dos escaños. Por tanto, el adelgazamiento de la cámara regional no constituyó un parapeto decisorio para la presidenta regional del PP, que si no logró la reelección -caso único en la historia electoral de Castilla-La Mancha- fue por otras muchas cosas, empezando por no tomarse en serio su propia presidencia que compatibilizó con la secretaría general del PP de Rajoy. Pero eso es ya historia.

Cortes de Castilla-La Mancha en Toledo.

Lo nuevo es que el PP de Paco Núñez, que días atrás se propuso ante Feijóo para volver a presentarse ante García-Page, ha pactado con el PSOE varias reformas del Estatuto de Autonomía entre las que se abre la puerta a la posibilidad de aumentar ese número de diputados hasta 55. ¿Quiere esto decir que ha cambiado la posición del PP y que, ahora, entiende que 33 diputados regionales son muy pocos-lo mismo que el parlamento de La Rioja- y que después de la marcha de Cospedal ha llegado el momento de abrir la mano con el gasto? ¿O tal vez deberíamos preguntarnos si un mayor número de diputados garantiza  una mejor calidad democrática, o simplemente mayores posibilidades de colocar a nuestra clase política regional? Esa es mi duda.

En cualquier caso, si hacemos caso a la proyección que recientemente hacía El Mundo sobre qué pasaría en Castilla-La Mancha con un parlamento con 55 diputados, nos encontramos que este tendría los mismos grupos políticos que el actual (PSOE, PP y Vox) con lo que tampoco se facilitaría que la izquierda comunista (Sumar o Podemos) tuviera entrada en el viejo caserón de San Gil, otro de los argumentos que se da para defender la ampliación. La lectura actual es que con una derecha fragmentada, el PP no puede en esta región alcanzar la mayoría absoluta, aunque sí podría gobernar de llegar a un acuerdo con la derecha populista de Vox. Por el contrario, el PSOE de Page se ve abocado a retener el poder solo si mantiene su mayoría absoluta porque ni con la ampliación podría contar con el apoyo de su extrema izquierda.  Es todo o nada. Así, con la proyección citada vemos que PP y Vox se quedarían en 26 escaños, tres más que con unas Cortes con 33 diputados, insuficiente para gobernar ya que el PSOE de Page llegaría hasta los 29 escaños, 8 más, alcanzando la mayoría absoluta, y más desahogada (con una diferencia de 3 escaños) de la que tiene actualmente (1 escaño). En el caso de Guadalajara, unas Cortes regionales ampliadas no cambiarían la relación entre los dos bloques, pues si bien el PSOE subiría hasta los 4 diputados, el PP ganaría también 1 y Vox se quedaría con el que tiene ahora. (4,3,1).

A todo lo dicho, hay que precisar algo muy importante: para llegar a esta ampliación a 55 escaños que el Estatuto reformado permitiría, habría que reformar la Ley Electoral, algo que no se haría hasta la siguiente legislatura, y para lo que es necesario una mayoría de 3/5, lo que requeriría el apoyo del PP en las Cortes regionales, algo que está por ver si en sus cábalas llega a la conclusión de que no le beneficia.

Por lo tanto, aclarar que a las elecciones regionales de 2027 en Castilla-La Mancha iremos con el mismo número de diputados, 33, aunque hay una novedad en el caso de Guadalajara. Por el aumento de población (de 190.000 a casi 300.000), nuestra provincia gana un diputado, que pierde Albacete, con lo que le correspondería elegir 6 en vez de 5. Si se mantuviera el porcentaje de voto de las últimas elecciones, sería el PSOE quien se lo llevara (3 PSOE,2 PP,1 Vox) lo que a la postre podría ser decisivo en el conjunto regional para la reelección de Page, que va a estar más reñida que nunca, todavía con el actual presidente como favorito. Pero queda mucho para 2027 y hay un elemento que en mi opinión sí sería muy importante. A Page le beneficia ir por detrás en una convocatoria electoral, para que nadie tenga la tentación de penalizar la candidatura socialista a modo de voto de protesta contra Sánchez, que va a llegar a los comicios abrasado; pero resiliente. Que nadie espere que no agote el calendario.

LAS PENSIONES DE PUIGEMONT.- Ya sabíamos que los vascos se jubilan con 2.117 euros de media, un 24% más que el resto de españoles; y que los nuevos jubilados del régimen general en el País Vasco cobran 623 euros más de media que los extremeños, que son los que tienen las pensiones más bajas. Así sucede que son las autonomías con un fuero especial (País Vasco y Navarra) las que más cobran, lo que Puigdemont no está dispuesto a tolerar. ¿Y qué ha propuesto a Sánchez, que exista una mayor igualdad?  Evidentemente no, lo que pretende son “unas pensiones catalanas que se ajusten al mayor coste de la vida”, como si los precios solo hubieran subido en Cataluña. En la actualidad, las pensiones de Cataluña son de 1.822 euros de media frente a los 1.595 de Castilla-La Mancha o los 1.866 de Madrid. Es evidente que no todas las autonomías tienen los mismos sueldos, lo que se traduce en el cálculo de las pensiones, pero cualquier negociación bilateral estado-estado entre España y Cataluña es inaceptable para el resto de comunidades; y debería ser recurrida por la Junta de Comunidades ante el Tribunal Constitucional por vulnerar el principio de igualdad. Esto es lo que hay, aunque con Pumpido al frente, tengo poca esperanza.

Trasvase: comulgar con ruedas de molino

El presidente de la comunidad de Murcia, Fernando López Miras, del PP, no ha conseguido sacar adelante en el Congreso de los Diputados una propuesta para blindar la actual legislación sobre el trasvase Tajo-Segura, que data del Memorándum de 2014 cuando María Dolores Cospedal presidía Castilla-La Mancha. La propuesta de la Asamblea de Murcia, que quería elevar la protección a los trasvases como si se tratase de la mismísima Constitución, contó con el respaldo de 170 diputados del PP, Vox y un diputado de UPN, mientras el PSOE lideró la oposición de la izquierda y contó con el respaldo de sus socios nacionalistas, con un total de 171 votos. Significar que ni Feijóo ni Sánchez  se quisieron mojar yno votaron la proposición no de ley. (¿?)

Canal del trasvase Tajo-Segura

A pesar de la derrota, supongo que López Miras no estará insatisfecho. Por un lado, logró que los intereses regionales de la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía (las tres autonomías beneficiarias del trasvase) se convirtieran en doctrina para el PP nacional, por encima de los de Guadalajara y Castilla-La Mancha, y así vieron con satisfacción que los diputados elegidos por esta autonomía se sumaron como corderitos a la propuesta de la Asamblea de Murcia, comulgando con ruedas de molino.

Les voy a poner un ejemplo de actualidad. El Memorándum de 2014 permite en la actuales condiciones favorables de la cabecera del Tajo trasvasar hasta 60 Hm3 al mes (180 Hm3 al trimestre) en aplicación automática de esas reglas del trasvase. Para que se hagan una idea: 60 Hm3 es el equivalente a la capacidad de la presa de Beleña, que suministra a todo el corredor del Henares, y 180 Hm3 es el consumo de agua en Castilla-La Mancha durante dos años. Resaltar que este trasvase se hace automáticamente, sin necesidad de que la cuenca del Segura, ni sus regantes, tengan que justificar las necesidades para recibir tanta agua, hasta el punto de que muchas veces parte del agua a trasvasar se guarda en los pantanos de Entrepeñas y Buendía hasta que lo soliciten. Una situación típicamente colonial.

López Miras y el PP justificaron su proposición no de ley en base a la necesidad de cerrar un gran “acuerdo de estado” sobre el agua, que yo también defiendo, como defendí -y ahí están las hemerotecas- el trasvase del Ebro al Segura en tiempos de Aznar y que se cargó Zapatero al pactar con los independentistas catalanes. Defenderé siempre un pacto por el agua para toda España y las conexiones intercuencas, como proponían regeneracionistas como Joaquín Costa en el siglo XIX o ministros de Fomento como Josep Borrell. Pero lo que no se puede pedir a los diputados de Castilla-La Mancha es que acepten el discurso de López Miras de defender un pacto nacional del agua con un solo trasvase: el del Tajo al Segura.  Porque no hay otro, señores diputados; no nos vengan con monsergas sobre la solidaridad nacional. En Sacedón también tienen derecho a vivir del turismo. El día que se den las circunstancias para contar con una política de Estado sobre el agua -como en tantas otras cosas de comer- nos pondremos a defenderla. Pero mientras tanto, lo que se hace con la cabecera del Tajo es colonialismo de manual, y ningún diputado elegido por Castilla-La Mancha lo debería aceptar; antes marcharse a su casa. López Miras puede estar satisfecho: su proposición no de ley no ha prosperado, pero ha conseguido convertir sus intereses regionales en política nacional en el PP y Vox. Lo que acredita la irrelevancia del partido del señor Paco Núñez en el conjunto del PP nacional.

¿Quiere esto decir que es verdad que se vayan a reducir las aportaciones del Tajo al Segura en aplicación del nuevo Plan del Tajo? Lamento decirles que no soy demasiado optimista, porque el lobby pro trasvase no está solo en el PP y Vox sino que es mucho más amplio y en el levante no tiene fisuras. Resumiendo: con las nuevas reglas, frente a  la media de 320 hm3 anuales trasvasados, en 2026 se podrían reducir a 248 hm3 y en 2027 a 193 Hm3. Por ello, tanto desde el gobierno regional y los Ribereños se quiere que su ejecución se plasme en un solo real decreto y no dejar en el aire las modificaciones para 2026 o 2027. Porque como diría el clásico, “largo me lo fiais” para un gobierno que no tiene ni presupuestos.

Lo cierto y verdad es que sin desmerecer la posición del gobierno sobre las nuevas reglas del trasvase –obligadas en parte por sendos fallos judiciales-, hasta ahora el manoseado Memorándum de 2017 no se ha tocado en los seis años de gobierno de Sánchez, por muchas cruces que se hagan en Murcia, y vamos a ver si esas modificaciones prometidas acaban en el Boletín Oficial; y si para 2027 dura este gobierno y tiene una mayoría parlamentario que lo respalde.

Esto es lo que hay. Hasta que no llegue ese día, todo es postureo y batallas políticas, que hay que reconocer ganan por goleada López Miras y sus aliados. Como ayer sucedió en el Congreso.

LA FRASE. «La verdad es una mentira que aun no ha sido descubierta». JORGE BUSTOS, periodista.

Dos Alcarrias en el universo Orea

Con motivo de la discreta, pero apreciable, Feria del Libro que allá por abril o mayo se celebra en Guadalajara (conviene recordar que la mejor feria del libro del mundo es la tapatía de la otra Guadalajara), el compañero Jesús Orea nos ha presentado su nuevo libro “Viaje y Nuevo Viaje a la Alcarria familia”, del que ya conocíamos su existencia por una primera presentación en Brihuega, durante la invernada.

En el caso de Orea, escribir un libro le es más fácil que plantar árboles o tener hijos (aunque disfruta de dos chicas maravillosas), pero eso no le resta méritos al asunto. En este caso, Orea ya escribió en 2016, con motivo del centenario del nacimiento de Camilo José Cela, el último español que ha sido premio Nobel de Literatura (1989), una primera edición de este libro que tenía al universo “Viaje a la Alcarria” como leitmotiv de la obra (recorría los pueblos que pateó un joven Cela en 1946) y celebramos el acierto de terminar sus capítulos con un apéndice para niños con propuestas divertidas para realizar in situ. A ello ayuda mucho los dibujos de Nora Marco Alario, autora de las ilustraciones y composición de esa parte infantil, y en parte explica el éxito que tuvo aquella primera edición, agotada entonces.

Con estos antecedentes, en 2024 Orea abordó otra aventura, como es ampliar los 23 pueblos que Cela había visitado en su primer viaje, con otros 21 más, que son los que figuran en el “Nuevo viaje a la Alcarria” que el escritor realizó en 1986 en circunstancias bien distintas. En el Viaje a la Alcarria de 1946, y editado un año más tarde, encontramos a un joven escritor que ya empezaba a ser conocido en el panorama literario español y que recorría, andando, en carro o en burro, una tierra pobre de la que supuraban las heridas de la guerra civil, pero que tenía la ventaja de su autenticidad. Con su estilo breve y preciso, al estilo de Baroja y Azorín, Cela entraba en una literatura viajera que en España había sido patrimonio de los escritores románticos ingleses, pero con una ventaja: el escritor viajero superó a aquellos en la presentación de los personajes, que en su libro, bien fueran reales o literarios, representaban fielmente la idiosincrasia castellana hasta completar un retrato exacto de la misérrima España rural de la posguerra. La Alcarria de 1946  escrita por Cela es en prosa como aquellas fotos en blanco y negro de Cristina García Rodero, por su realismo.

Presentación del libro en Guadalajara. De izquierda a derecha: Jesús Orea, Jesús Ortega y Luis Romero.

El universo de Orea en 2016 se ha ampliado a los 21 pueblos más que Cela visitó en 1986 para escribir el Nuevo Viaje a la Alcarria, sin carros ni borricos, y rodeado de una cohorte de admiradores  formada por amigos, arrimados, políticos y periodistas que llegaban a esos pueblos detrás de un Rolls Royce pilotado por una estirada choferesa negra, Viviana Gordon, y a quien Cela rebautizó como Oteliña. Quedaban todavía tres años para que a Cela le concedieran el Nobel, pero el de Iria Flavia ya era el escritor más famoso de España, y el que más ganaba. Y como tenía que pagar muchas facturas, porque su vida y gustos nunca fueron sencillos, aceptó una oferta del Grupo 16 para escribir otro libro sobre “ese hermoso país al que la gente, aunque sea poco a poco, ya le va dando la gana de ir”, como dejó escrito en el primer capítulo de su Nuevo Viaje. Algunos han querido apostatar de este libro por sus orígenes comerciales, y si bien ni por el forro es comparable al texto original de la edición de 1947, también les digo que Cela nunca ha escrito mal, ni nadando en una queimada, y la prueba es este viaje nuevo. En él retrató a una Alcarria que era bien distinta (afortunadamente) a la de su juventud y lo volvió a hacer desde el respeto, e incluso el cariño, que ya destilaba su vieja Alcarria.

Estos dos universos los ha aprovechado Orea para componer este libro, que como dijo mi buen amigo Luis Romero en la presentación, Jesús lo lleva a cabo con la perseverancia del petrolero, pues como nos advierte estos nuevos pueblos son muy pequeños y no hay demasiado que contar de ellos, más allá del valor intrínseco de un paisaje y de la propia población. Es decir, estos 21 pueblos del nuevo viaje no podrían existir en un libro sin los 23 de viaje original, pero en su conjunto forman una obra compacta, con multitud de historias que Orea nos va desgranando a través de las casi 500 páginas que tiene el libro. Es imprescindible añadir que esta edición (exquisitamente producida por Aache) está patrocinada por Fadeta en su 25 aniversario, a quien Jesús ha cedido generosamente sus derechos, para así lograr una gran difusión de una obra ya imprescindible para recorrer con la chavalería esos parajes de nuestra Alcarria. A buen seguro que quien se dirija a esa importante asociación de desarrollo rural le regalarán un ejemplar.

Esto es lo que hay, dos Alcarrias en el universo de Orea.  

LA FRASE: “Siempre en la Alcarria”. CAMILO JOSÉ CELA, frase que plasmó en el libro de Honor de la Diputación apenas dos meses después del Nobel.          

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