Sobre imputados e investigados, el caso Bellido

 

Varias precisiones y una reflexión general sobre la denuncia del PP contra Pablo Bellido. Para que no se líen mucho, porque hoy en día la propaganda abunda más que la información. Pero esto es lo que hay.

Diligencias previas. Lo que el juez inicia ante la demanda del PP sustentada en un informe solicitado a dos técnicos  sobre las obras realizadas en el Centro Joven de Azuqueca son  unas diligencias previas.  Y así lo hace constar el juez en su auto, en el que se aclara que “no están determinadas la naturaleza y circunstancias de tales hechos ni las personas que han intervenido”. Para abrir esas diligencias previas, y como la denuncia parte de una situación presuntamente ilegal producida en el Ayuntamiento de Azuqueca, lo que hace el juez es llamar al máximo responsable de ese ayuntamiento a declarar, y lo hace como la situación procesal  lo requiere, en calidad de imputado,  que en este caso es una garantía, porque su señoría no sabe lo que va a deducirse de esas diligencias previas. Lo que hará por lo tanto el juez es determinar la naturaleza y circunstancias de tales hechos, y a partir de ahí tiene dos opciones: o archivar la denuncia porque no encuentre  nada delictivo en su investigación previa, o seguir adelante con ella mediante las imputaciones correspondientes, dando traslado de todo ello al ministerio Fiscal para la calificación inicial de los hechos.  Y a partir de ahí se seguiría con el sumarío correspondiente a cargo del instructor.

Un derecho de la oposición.- La denuncia del PP se fundamenta en el informe de parte encargado a dos técnicos y en el que según el cual el coste real de la obra ejecutada en esta primera fase no llegaría  al medio millón de euros mientras que se ha certificado obra por unos 890.000 euros,  según el proyecto aprobado. La presidenta del PP Ana Guarinos se refería a que no es una cantidad pequeña sobre la que se discrepa, ciertamente casi medio millón de euros sobre una obra de 890.000 en mucho dinero, y que como oposición el Grupo Popular de Azuqueca tiene el derecho   a acudir a los tribunales. Yo no se lo discuto, y por ello nadie se debe rasgar las vestiduras ni montar ninguna escena. Ahora bien, si se demostrase que ese informe  es deficiente o incluso temerario, se les puede volver en su contra y los denunciados podrían ejercer las accions judiciales correspondientes  para reparar su honor y buen nombre a que hubiera lugar.  Por de pronto, en esta fase de diligencias previas, como ha anunciado el Ayuntamiento azudense, los servicios técnicos municipales están trabajando para “desmontar punto por punto” el informe de los técnicos. El juez confrontará ambos informes, podría incluso reclamar un tercero, ya veremos,y decidirá en consecuencia sobre si ha habido o no tanto desajuste, como sostienen los denunciantes.

Los alcaldes no son dioses.- Tengo aprecio personal por Porfirio Herrero, uno de esos políticos que si no pueden arreglar un tema por lo menos no lo complican, que es lo habitual en otros, así que me va a costar sacudirle con la zurriaga, pero supongo que todos tenemos algún día malo en el que  se nos va la cabeza y lo confundimos todo. Mismamente mi estimado senador, que en una rueda de prensa llegó a decir algo como esto: “Bellido tiene que reconocer que él es el único responsable de todas la obras que se realizan en el Ayuntamiento y el ordenador de los pagos, por eso no puede culpar a los técnicos que solamente se limitan a cumplir sus órdenes”.

¿Pero que sostienes con esto, Porfirio? Que lo que dicen los técnicos en sus informes es  lo que previamente les han ordenado los políticos que hagan? Pues si así fuera, no harían falta técnicos, solo un escribiente que recogiera la voluntad de los alcaldes, pero el sistema se nos habría ido por el inodoro. Cualquier desahogado valdría para alcalde, porque carecería de freno alguno, y a sensu contrario ninguna persona medianamente sensata querrá ser alcalde si de cualquier cosa que pase en el Ayuntamiento puede ser responsabilizasdo penalmente. Pues claro que hay una responsabilidad política en los ayuntamientos y en cualquier institución, pero en ninguna ciudad grande un alcalde se dedica a repasar si las farolas o la pintura de una obra es la consignada en el proyecto; o no. Para eso están los técnicos, que son los que deben defender los intereses de la institución frente a los contratistas, luego los concejales de área, después las juntas de gobierno y finalmente los alcaldes como últimos responsables, que a la vista de los informes anteriores confirman o no las decisiones. No conozco ningún caso en que un alcalde haya sido condenado por una cuestión técnica si ha cumplido con todas esas garantías. Y si algún alcalde o un concejal ordena a un técnico lo que tiene que poner en informe, alterando la realidad, estaríamos hablando de al menos dos delitos; pero  por ambas partes. En fin, Porfirio, si yo creyera que esto fuera verdad, que los técnicos hacen sin rechistar lo que les ordenan los alcaldes, me sobrarían todos los técnicos, y no perdería el tiempo yendo a votar el 24 de mayo. Prefiero imaginarme que en el fragor de la emoción por la imputación (previa) de Bellido, perdiste tu habitual buen sentido común.

¿Imputados o investigados?  Si hay un asunto en el que los políticos pierden el oremus y se niegan a ver la viga en el ojo propio es en lo tocante a las llamadas imputaciones. Tal es así, que mientras solo hubiera unas diligencias previas, creo yo que  sería más justo cambiar el adjetivo de “imputado”  por el de “investigado”. Y reservar el término “imputado” a que hubiera una calificación inicial del Ministerio Fiscal y a la apertura de un procedimiento penal, como consecuencia de esas diligencias previas. Populares y socialistas están jugando con las cartas marcadas cuando hablan de imputados, dan una imagen mayor de pobredumbre de la política española en general, y con su cinismo están alimentando el fuego del populismo. Que luego no se quejen de que los bárbaros acaben por saltar el muro de Adriano. Y como nos enseñó Aristóteles se acabe imponiendo la demagogia, como forma corrupta o degenerada de la democracia.

Pues claro que a Bellido le asiste la razón cuando pide declarar “cuanto antes”, para librarse en campaña electoral  del estigma de la imputación. Pero no por ello debemos olvidar tampoco que  el ciudadano corriente debería tener derecho a una justicia, que por su lentitud, muchas veces deja derlo.

CIUDADANOS FICHA A RONALDO.- Llevo varios años siguiendo el blog económico  “Nada es Gratis” de Luis Garicano, y me sorprendió que Ciudadanos lo haya fichado para redactar su programa económico,  porque el profesor de la London Scohool of Economist  es Ronaldo o Messi en terminos  futbolísticos por la frescura y la innovación de sus propuestas económicas frente al lenguaje de los conservadores, que lo están fiando todo a las políticas de austeridad, para no seguir aumentando la deuda –que por otra parte en muchos países sigue in crescendo–, o el keynesianismo puro y duro de los socialdemócratas, que salvo meritorios casos como el de Manuel Valls en Francia, todavía  se piensan que con subir la inversión pública y las prestaciones sociales se va a conseguir una reacción de la demanda y el consumo como pasó tras la segunda Guerra Mundial. Esta Europa y la sociedad que alumbra no tiene nada que ver con esa época, es más, por la salida tan desigual de la crisis que la clase media está sufriendo, recuerdan más a décadas anteriores, como los años veinte y treinta en Alemania, que alentaron los populismos más autoritarios, aquellos que consiguieron engañar a esas clades medias ofreciendo soluciones simples para problemas extremadamente complejos,  y visualizando enemigos comunes como pasó con los judíos.

Me interesa especialmente del paso adelante de Garicano, que va a poner en el debate político algunas de las ideas reformistas que lleva explicando en su blog y en sus libros en los dos últimos años. Me estoy refiriendo a ese contrato único, que tanto asusta a sindicatos y patronales, para combatir la temporalidad y acabar con la precariedad, en el que todas las nuevas contrataciones  se harían con un contrato indefinido con indemnizaciones crecientes, proporcionales a la antiguedad del trabajador en la empresa. Un contrato que no afectaría a los ya existentes.

Estaríamos hablando de esa mochila a la austriaca, formada por las aportaciones empresariales a una cuenta individual de cada trabajador equivalente al  1% de su salario, y que podría disponer de esos fondos acumulados en caso de despido o en el momento de su jubilación, con bonus buenos y malos para las empresas que despidan menos.

O esa propuesta para ese Complemento Anual Garantizado, que no es esa renta básica sin más que proponen algunos  y que no podrían soportar las finanzas de ningún país europeo,  amén de desalentar la actividad, una propuesta que Garitano contempla para aquellos hogares en los que las personas principales hayan obtenido  rentas salariales y/o ingresos del trabajo por cuenta propia, sin llegar a alcanzar una cuantía mínima anual.

Garicano es un gran fichaje para el partido  de Albert Rivera, una fuerza emergente en todos los sondeos, y mal harían los partidos mayoritarios en responder llamándoles por su nombre en catalán, Ciutadans, en lugar de fomentar debates sobre cómo podemos salir de esta con nuevas propuestas que ataquen los males de mercado de trabajo español, la precariedad y la temporalidad, que no se van a resolver volviendo a  viejas prácticas paternalistas que desaniman la contratación y la movilidad laboral.

Ciertamente que hay cosas que matizar en lo que ha expuesto Garicano en estos últimos días, pero nadie puede negar que tienen aroma de agua fresca. Vendrá bien para animar el cotarro.

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