Gana Ayuso, pierde Sánchez

La arrolladora victoria de Isabel Díaz-Ayuso en las autonómicas de Madrid trasciende a lo que son unas elecciones regionales. Porque así las planteó Pedro Sánchez, al coger directamente las riendas de la campaña, a través de su jefe de Gabinete, Iván Redondo,  y así lo aceptó la candidata Ayuso, bien asesorada por el suyo, el también periodista Miguel Ángel Rodríguez,  que las identificó como una especie de referéndum sobre sanchismo.

Esto es lo que ha dicho el pueblo madrileño, crisol de todas las Españas, con una impresionante participación del 76,25%, que lo legitima más.

Sánchez y Ayuso durante la visita del primero a la sede de la presidencia de Madrid./EFE.

Isabel Díaz-Ayuso, solo Ayuso en posteriores referencias, ha sacado 65 escaños, 35 más, con el 44,73% de los votos, un total de 1.620.213. Ayuso ha rizado el rizo. Por un lado logra no ser desbordada por la derecha extrema de Vox, sin necesidad de que le condicionen su investidura, ya que le vale con su abstención. Y no veo a Vox votando a un candidato de la izquierda. Pero al mismo tiempo, Ayuso se queda con el voto de centro que respaldó a Ciudadanos, a quien roba casi 130.000 sufragios y 26 diputados. Ayuso ha conseguido ella solita, en Madrid, la reunificación electoral desde el centro a su derecha, hasta ahora un imposible que ha permitido a Sánchez gobernar sin una alternativa visible. Pero ni Casado es Ayuso, ni Madrid es España, aunque tampoco está en Marte, como dice bien Errejón. Pero Casado, que apostó por Ayuso en las Autonómicas, hoy está más cerca de  La Moncloa que ayer; y ya sabe que en el PP hay dos modelos de éxito: el de Feijoó en Galicia y el de Ayuso en Madrid. Son muy diferentes, pero ambos ganadores. ¿Dónde se coloca él?

«Ayuso ha conseguido ella solita, en Madrid, la reunificación electoral desde el centro a su derecha, hasta ahora un imposible que ha permitido a Sánchez gobernar sin una alternativa visible. Pero ni Casado es Ayuso, ni Madrid es España»

Ángel Gabilondo, ha sacado 24 escaños, 13 menos, con un 16,85% de los votos  y 610.190 sufragios. La Moncloa le mangoneó la campaña al catedrático desde el primer momento, dirigida por el gurú Redondo,  primero convirtiéndole en un moderado que quería gobernar con Ciudadanos, y después en un desacomplejado izquierdista que llamaba a Pablo Iglesias a la concertación en los últimos 12 días de la campaña, solo cuando Redondo vio que el voto de Ciudadanos había ido a parar a Ayuso, y que por ahí no había nada que rascar. Y así convirtieron a Gabilondo en una marioneta, a  la cabeza de ese Frente Popular que había apañado Pablo Iglesias, lo que a un intelectual moderado de su talla le iba como a Cristo dos pistolas. Gabilondo no tiene la culpa de casi nada, aunque así lo sugirió Moncloa enviándolo a un hotel en la noche electoral y cerrando Ferraz a cal y canto. Como si lo fueran a okupar. Ya saben futuros candidatos (¡atención Page!) cómo se las gasta Sánchez cuando se ve amenazado. La derrota es de tal calibre, que otro PSOE ya habría convocado, hoy,  un comité federal para analizarla y exigir  responsabilidades. Porque los datos son elocuentes: los nuevos votos de Ayuso vienen de Ciudadanos, pero también del PSOE de toda la vida. Pero no pasará nada porque hace tiempo que Sánchez eliminó todos los contrapesos del PSOE al convertirlo en una formación peronista, en la que el líder se relaciona directamente con las bases a través de un sucedáneo de Primarias a modo de referéndums.

En ese sentido me sosprende que Page sí crea que “van a pasar cosas, que va a haber cambios y movimientos”. ¿En el gobierno? ¿Aprovechará Sánchez para deshacer la coalición con Podemos, si han llegado a la conclusión de que ya no les sirve?

 Ayuso no solo gana por su gestión de la pandemia y su programa liberal, también es un no al tacticismo llevado al extremo, porque extremo ha sido que, con tal de conservar el poder, Sánchez se haya apoyado en Bildu o en los golpistas catalanes, sin que aquellos o estos condenaran el terrorismo o se comprometieran a no organizar otro referéndum ilegal cuando Junqueras abandone la cárcel.

«Gabilondo no tiene la culpa de casi nada, aunque así lo sugirió Moncloa enviándole a un hotel en la noche electoral y cerrando Ferraz a cal y canto. Como si lo fueran a okupar»

Mónica García y Más Madrid saca 24 escaños, los mismos que el PSOE, pero con más votos, 614.660, el 16,97%. Al PSOE le sale un rival duro por la izquierda en el partido de Errejón, un partido que bebe en las fuentes de Podemos, pero con un discurso menos radical y más moderno, aunque no por ello deje de ser muy izquierdista y en la línea de los verdes alemanes. Pero Más Madrid es una formación regional, que no sabemos si podrá recoger lo que pierde la versión comunista-bolivariana de Podemos con ese acomplejado nombre de Más País con que se presentó a las Generales, para eludir la palabra España en su marca.

Rocío Monasterio y Vox sacan 13 diputados, 1 más, con el 9,13% y 330.660 votos. A Monasterio, una diputada a la que le va la marcha como a Iglesias, como se vió en la tertulia de la Ser, se contenta porque subió 1 escaño, aunque con el incremento de la participación es una victoria pírrica. Lo cierto es que, hoy,  el partido populista-nacionalista de Abascal es menos influyente que ayer, como sospechaba Casado cuando le plantó cara el día de la moción de censura. Claro que Madrid tiene un sistema electoral cuasi mayoritario, para fortuna de los madrileños. Pero aviso: Vox tendrá más opciones en la sopa de letras que la Ley de H’ondt convierte las municipales.  Responsabilidad de Rajoy que no se atrevió a cambiar la ley electoral e implantar una segunda vuelta, a la francesa, cuando lo pudo hacer.    

«Ayuso no solo gana por su gestión de la pandemia y su atractivo programa liberal, también es un no al tacticismo llevado al extremo, porque extremo ha sido que, con tal de conservar el poder, Sánchez se haya apoyado en Bildu o en los golpistas catalanes, sin que aquellos o estos condenaran el terrorismo o se comprometieran a no organizar otro referéndum ilegal cuando Junqueras abandone la cárcel».

Pablo Iglesias y Unidas Podemos suma 10 escaños, 3 más, con un 7,21% de los votos y 261.010 sufragios. Muy poco para un hiperlíder que se puso al frente de este nuevo Frente Popular, aunque para ello tuviera que radicalizar la política madrileña, con un discurso guerracivilista, supuestamente para movilizar al electorado de izquierdas y que a la postre lo que consiguió es sacar de la cama a todas aquellas personas que se imaginaron que lo que se estaba ventilando era la mismísima revolución.Comunismo o libertad, gritó MAR (Miguel Ángel Rodríguez) y con él Ayuso. Tengo dicho que cuando se tira por el extremo izquierdo se acaba saliendo por la derecha extrema, ya ven cómo nació Vox, y así le pasó al miliciano Iglesias por creer que la España de 2021 es todavía la de 1936. No cuela que en Madrid haya más dos millones de fascistas tabernarios, como sugiere el impostor Tezanos y su mariachi del CIS, que son los que han votado al PP y a Vox. ¡Apañados estaríamos si fuera verdad! Pero un día después de las elecciones, todavía lo sigue manteniendo la vicepresidenta Carmen Calvo, con su discurso demagógico sobre la extrema derecha madrileña. ¡Parece que no han aprendido que las exageraciones quitan credibilidad a un discurso sereno!

El debate no es si Arrimadas debería marcharse -que debería, aunque es lo de menos-, por dejarse engañar por los cantos de sirena de Sánchez-Redondo y no saber qué pensaba, de verdad, su electorado. El problema es si Ciudadanos puede reescribir, todavía, esa crónica de una muerte anunciada para un partido cargado de buenas intenciones, pero de una ingenuidad peligrosa para sí mismo

Edmundo Bal y Ciudadanos se queda sin representación al no haber alcanzado el 5%, pierde sus 26 escaños, y apenas rasca el 3,57% con 129.216 votos. Como dice el maestro Raúl del Pozo, Ciudadanos es un partido en peligro de extinción al que mucha gente votaría si no se hubieran saltado ellos mismos la tapa de los sesos. Primero fue Rivera y ahora Inés Arrimadas. Tenía posiblemente el mejor candidato, Edmundo Bal, un abogado del Estado que no ha dicho ninguna tontería en toda la campaña electoral; pero no ha podido ser. En España los partidos centristas y bisagras tienen mala fama, y sobre todo cuando son más necesarios: si se polariza la sociedad y los radicales sacan el hacha. El debate no es si Arrimadas debería marcharse -que debería-,  por dejarse engañar por los cantos de sirena de Sánchez-Redondo y no saber qué pensaba de verdad su electorado. El problema es si Ciudadanos puede reescribir, todavía, esa crónica de una muerte anunciada para un partido cargado de buenas intenciones, pero de una ingenuidad peligrosa para él mismo. Los ejemplos de CDS o UPyD no ayudan. Malas noticias para alcaldes como Alberto Rojo, que perderá a Ciudadanos en su función de bisagra, y buenas para un PP que lo tiene más fácil en 2023, porque Vox solo gira hacia un lado.   

Esto es lo que hay. Sánchez movió el tablero con las mociones de censura en Murcia, embaucó a Arrimadas,  y ahora ya sabemos lo que no hará, que es adelantar elecciones, y dar al pueblo nuevas cartas; porque piensa que Europa le puede sacar de este lío. No va a ser tan fácil y menos si el espejo es el Plan E de su mentor Zapatero. Ya puede perder toda esperanza, porque Europa no le va a dejar. Y en el diario,  esta vez ya no va a contar tan fácilmente con el apoyo parlamentario de los disolutos compañeros de moción de censura contra Rajoy tras el triunfo de Ayuso. Aunque no lo querrá ver. Pero esto es lo que hay.

Empieza un nuevo ciclo.

A pedradas y sin debates, ¡vamos mejorando!

Todas las encuestas eran elocuentes. Los extremos estaban bajando en los sondeos, en algunos casos estaba en peligro su representación en la Asamblea de Madrid, hasta que ocurrió lo sabido por todos. La portavoz de los populistas de derechas puso en duda las balas de CETME recibidas por el ministro del Interior, la Directora General de la Guardia Civil y el líder de Podemos; a la estrategia del cada vez más radicalizado Pablo Iglesias le venía muy bien una espantá, como a Cagancho en Almagro, titulares son titulares,  y este lo aprovechó como él sabe, levantándose de la mesa.  No fue hasta media hora después en que los siguieron el resto de candidatos de la izquierda  a buen seguro que  instruidos por sus estados mayores de campaña.  No hubo tal error de Rocío Monasterio, como algunos apuntan. A ella le interesaba un enfrentamiento directo con Iglesias, y a Iglesias le convenía un enfrentamiento directo con Monasterio, para focalizar de una manera más palmaria, que él está allí para luchar contra el fascismo y para ganar la batalla de Madrid casi un siglo después. De lo contrario, ¿para qué iba a dejar el Gobierno todo un vicepresidente si en Madrid estaba teniendo un papel secundario?

Al día siguiente, un debate que habría pasado desapercibido, marcó la estrategia de la campaña. Los extremistas volvían a acaparar los titulares de los periódicos, como no lo habían logrado durante la campaña, y al fin de eso se trataba; de ganar votos aunque sea a costa de desenterrar los peores demonios nacionales. De definirse por lo que uno no es, en este caso el antifascismo o el anticomunismo, que por los valores que cada cual defiende. No olvidemos que a las últimas elecciones en la II República,  el Conde de Romanones, que siempre se presentó al frente del partido liberal, lo hizo esa vez en Guadalajara por el Bloque Antirrevolución; y los indispensables perfiles de la izquierda republicana quedaron anulados por el influjo de los revolucionarios más radicales en el Frente Popular. Aunque Romanones consiguió su escaño, a los pocos meses en España andaban a tiros.

No permitamos que los extremistas vuelvan a marcar otra vez la agenda política española. Y de alguna manera lo están consiguiendo. Hemos celebrado decenas de elecciones desde la recuperación de la democracia, me da fatiga ponerme a contarlas, pero no recuerdo ninguna en que se hayan suspendido los debates políticos. Tampoco que los oradores de un partido fueran  sistemáticamente apedreados por hacer un mitin en Vallecas o en la Cataluña del Process, y que los ahora ofendidos, por haber puesto en duda su credibilidad, no criticaran tal violencia; o la intentaran justificar. Hace tiempo que en España parece haberse olvidado aquella frase que atribuyen a Churchill, y que de no ser suya la podría suscribir, -porque pocos como el líder liberal británico se enfrentaron a todos los totalitarismos de su época-, en que hablando con un diputado de la oposición, le dijo: ”No estoy en nada de acuerdo con lo que usted dice; pero daría mi vida porque pudiera seguir defendiéndolo en esta cámara”.

Aunque la Autonómicas madrileñas sean algo más que unas primarias, desde luego para Sánchez lo son, y algo menos para Casado, no recuerdo una degradación del ambiente político como el de ahora.  Porque ni dejar de votar a Ayuso es no creer en la libertad, ni hacerlo por ella te convierte en un fascista. Esa polarización es la gran farsa de los crispadores, que iban mal en las encuestas, por lo que les interesaba tensar la cuerda. Como si no hubiéramos tenido bastante con el peligro de dividir a la sociedad y hasta a las familias, en Cataluña con el Process. Pues bien, los extremistas quieren  trasladar ese ambiente guerracivilista a la puerta de casa. A Madrid. Pero esto es lo que hay.

A pedradas , sin debates y con balas en el Correo: ¡vamos mejorando con el tiempo la calidad de nuestra democracia a medida que algunos se empeñan en enterrar los valores de la Transición y la reconciliación nacional!

Estado de aburrimiento

Hablando el pasado domingo con asistentes a la caravana empresarial en las que se pedía más flexibilidad a las medidas adoptadas recientemente por las autoridades sanitarias regionales, constaté una impresión que ya llevaba de casa. Aunque los hosteleros, no pocas veces con razón, creen que están siendo la cabeza de turco de esta pandemia, y todos me recalcaban: “La hostelería no somos los culpables”, lo que se detecta en el actual estado de la pandemia no es ya enfado, como ocurría al principio con algunas medidas improvisadas que no se entendían; estamos en un estado que podríamos llamar de “aburrimiento”. Los hosteleros, pero también el ciudadano corriente, después de más de un año de pandemia y de una vacunación que se ha frenado, hemos pasado del cabreo al aburrimiento. Y me preocupa, porque lo siguiente es la resignación, cuando se pierden las fuerzas para luchar contra lo que se viene encima, paso previo a la depresión, que llega cuando ya no sólo renuncias a luchar sino que empieza a darte  todo igual. Que tu empresa se derrumbe o que los sueños de toda una vida acaben ahogados por una pandemia que seguimos sin saber de una manera indubitable cuál fue su origen y sus responsables. No estamos saliendo bien; no. Hemos llegado un momento en que los empresarios afectados más directamente por las restricciones ya no se conforman con ayudas indirectas y créditos; lo único que reclaman es “poder trabajar”. Yo esperaba una concurrencia mayor a la caravana empresarial del domingo. Y no quiero pensar que es porque el aburrimiento ha sustituido ya al enfado.

Las autoridades sanitarias tienen que poner, ya, a la salud mental en un primer plano, para que no pasemos del enfado a la resignación y finalmente a la depresión. O a algo igual de negativo: a la desobediencia a las autoridades sanitarias, especialmente entre los jóvenes, como se aprecia en la proliferación de fiestas ilegales en locales y domicilios privados. En este sentido, hay que aplaudir los nuevos criterios que anunció Page recientemente de que se va a “reformular y remodular” la actual instrucción sanitaria, para permitir el uso de interiores en establecimientos hosteleros en los niveles 3 normal.  Pero no debería quedar ahí la cosa, el  cierre de las terrazas en el nivel 3 Reforzado, como estamos en Guadalajara y en más de treinta pueblos de la provincia se nos antoja exagerado cuando cada vez es más patente la dificultad de la transmisión del virus al aire libre.

Las autoridades sanitarias tienen que poner, ya, a la salud mental en un primer plano, para que no pasemos del enfado a la resignación y finalmente a la depresión.

Sucede igual con los nuevos criterios implantados en los últimos días para extender las medidas en los lugares más calientes a todos los pueblos de las zonas básicas de salud (ZBS). Así se ha hecho con la ZBS de Azuqueca (4 municipios), ZBS de Yunquera (18 municipios), ZBS de Mondéjar (7 municipios) y la ZBS de Horche (6 municipios).  Es correcto el argumento de que se hace porque la gente se relaciona no solo en su pueblo sino con el entorno más cercano;  pero no es suficiente como para imponer restricciones draconianas a los pueblos que no tienen ni un solo caso de covid. En la ZBS de Yunquera,  hay diez municipios sin un solo caso en las dos últimas semanas: Alarilla, Ciruelas, Copernal, Fuentelahigura, Heras de Ayuso, Málaga del Fresno, Matarrubia, Puebla de Beleña, Robledillo de Mohernando y Taragudo.   En la ZBS de Mondéjar son  dos: Driebes y Pozo de Almoguera. Y en la ZBS de Horche son tres: Fuentelviejo, Romanones y Tendilla.  Por lo que hay que preguntarse: ¿es justo cerrar  restaurantes y terrazas de estos municipios que están libres de coronavirus? ¿Qué pueden pensar los hosteleros afectados si yendo mal te cierran el negocio y yendo bien, también? ¿Esa es la manera de recompensar el buen comportamiento de los vecinos de ese pueblo?

Hay que dar más de una vuelta a eso que Page ha llamado “remodular” las medidas, para no caer en la injusticia. Y parece que algo empieza a moverse. Sanidad reconoce que estuvo valorando extender las medidas que comunicó el viernes anterior a toda la provincia, pero que no lo hizo porque consideró injusto con serranías y parameras, en las que hay pocos casos. Hizo muy bien y deberá reformular otras medidas si la situación no termina de mejorar, ya que el próximo paso sería el cierre perimetral. Después de un año con la pandemia a cuestas sería un duro golpe a nuestro equilibrio mental.

A pesar de tantos desafíos, me quiero autoconvencer de que hay que seguir adelante, porque tengo claro que estamos en la recta final. Solo que se está haciendo muy larga, porque es la vacunación la única medida de verdad que nos sacará de esta crisis sanitaria, y luego de la económica en que ha derivado la anterior.

También hay que meditar más sobre la entrada en vigor de unas medidas reforzadas, que vuelven locos a los hosteleros. La presidenta de la CEOE, Marisol García, hacía alusión a ello el domingo, porque se comunican de “un día para otro, sin capacidad de organizarse”.  Y me decían los hosteleros con los que hablé que no tienes la misma plantilla y las mismas reservas si el restaurante está abierto en el interior, aunque con restricciones; si solo puedes utilizar la terraza; o en caso extremo, como ocurre con el nivel 3 Reforzado, si el cierre es total. Reclaman tiempo para adaptarse.

A pesar de tantos desafíos, me quiero autoconvencer de que hay que seguir adelante, porque tengo claro que estamos en la recta final. Solo que se está haciendo muy larga, porque es la vacunación la única medida de verdad que nos sacará de esta crisis sanitaria, y luego de la económica en que ha derivado de la anterior. Por ello ha supuesto un duro revés para los europeos los parones que ha sufrido el proceso de entrega de vacunas a los países de la UE en contraste con lo sucedido en el Reino Unido, donde Boris Johnson ha ganado la última batalla por el Brexit, o el mismo Gibraltar, que ya no necesita mascarillas por el alto rango de vacunación, y que hoy es todavía más británico que ayer, y siento decirlo.  

P.D.- El marcador de la vacunación, según datos oficiales del Ministrio de Sanidadestá así: España ha adquirido 93,5 millones de dosis; ha recibido 13,7 millones; ha puesto al menos 1 dosis al 19,9 % de la población y solo el 3,7% tiene la pauta completa. En Castilla-La Mancha a 24.645 personas se ha puesto al menos 1 dosis y a 23.182 la pauta completa.  En la Europa comunitaria se han administrado 12.853.599 dosis. Vemos por tanto que son índices que hay que mejorar si realmente queremos que para el verano esto haya cambiado de verdad y salgamos del estado de aburrimiento actual. Y  entonces  sí entraremos en la normalidad; de verdad.

En la habitual ceremonia de la confusión que supone tener a dos fuentes distintas dando la misma información, y así viene sucediendo durante toda la pandemia, el consejero de Sanidad, Jesús Fernández, dio esta mañana unos datos sobre vacunación muy mejorados sobre los que figuran en la web del ministerio de Sanidad. Así, se refiere a que en Castilla-La Mancha, donde se han recibido 619.075 dosis, ya se han administrado 562.432 primera dosis, un 90,9 por ciento.

Asimismo, ya son 166.655 las personas que ya tienen administrada la pauta completa (el Ministerio cita solo 23.182 a 18 de abril ), siendo Castilla-La Mancha la cuarta comunidad autónoma con más doble dosis administradas, según sus datos de la consejería. Para finalizar, Jesús Fernández Sanz ha explicado que “la intención del Gobierno de Castilla-La Mancha es adquirir la normalidad de la manera más rápida posible”.

P.D.2.- Después de publicarse este post, muchas cosas han cambiado en la línea que pedía. Las medidas restrictivas que se tomaron el viernes se han flexibilizado el miércoles. La situación lo pedía.La lección a sacar es que hay que tener mucho cuidado antes de adoptar medidas tan restrictivas que afectan tanto a la economía y sobre todo cuando avance la vacunación. En ese escenario, las restricciones perimetrales deben tener los días contados. Llevamos un año sin viajar a la puerta de casa, a Madrid o Alcalá, mientras que podemos ir a Albacete o al río Mundo, a más de trescientos kilómetros. Nunca lo acabé de entender. El turismo rural y la hostelería de Guadalajara necesita restablecer las relaciones con Madrid para volver a la normalidad.

La ceremonia de la confusión

El gobierno europeo, el nacional, los autonómicos y locales, y toda la ristra de burócratas que pueblan las agencias nacionales e internacionales relacionadas con la Salud, y que minaron su credibilidad con el mal diagnóstico del virus y su propagación (seguimos sin saber en realidad su origen, después de casi un año y medio), parece que se han propuesto confundirnos a todos y dar combustible a los anti-vacunas y conspiranoicos de todo pelaje. Mismamente ayer, se reunió la Comisión  interministerial que han creado Gobierno y Comunidades Autónomas, supuestamente para coordinarse, y se sumó a la ceremonia de la confusión. Acordaba no poner la vacuna anglo-sueca AstraZeneca a menores de 60 años por los supuestos trombos en la misma tarde en que se reunía la Agencia Europea del Medicamento (EMA, en las siglas inglesas) y que establecía como conclusión principal que no ve evidencias de que la vacuna tenga relación directa con los casos de tromboembolismo detectados tras la vacunación con este fármaco en diferentes países europeos, aunque admite que no ha podido descartar del todo la relación con tales casos de troboemembolismo, por lo que “seguirá investigando”. A pesar de esta cautela, el diagnóstico de la EMA es concluyente: sus expertos aseguran tras dos semanas de investigaciones que la vacuna de AstraZeneca es “segura y eficaz”, por lo que “no hay riesgo general” del desarrollo de problemas de coagulación sanguínea en la población a la que se administre este preparado.La directora ejecutiva de la EMA, Emer Cooke, aseguró que, con esta investigación, la EMA ha cumplido su “responsabilidad de determinar que los beneficios aún superan los riesgos” del fármaco autorizado. Y sentencia: «No hay riesgo general».

Vacunación con AstraZeneca/ Efe.

Pues bien, coincidiendo con este pronunciamiento, la susodicha Comisión española sostenía, como nuevo criterio, que AstraNececa sólo se administre a mayores de 60 años, supuestamente por “precaución”. Un día antes, la consejera de Sanidad de Castilla y León paralizaba toda vacunación con Astrana Zeneca mientras en la vecina Castilla-La Mancha se mantenía, por lo que se ve con buen criterio; y solo recordar que en la semana anterior, en Guadalajara y toda Castilla-La Mancha se  vacunaba a casi treinta mil docentes solo con AstraZeneca; y luego se siguió con el rango de edad comprendido entre los 56 años y hasta los 65, estableciendo precisamente el corte entre los que tienen 65 años, que se quedaron sin vacunar hasta no se sabe cuándo, por el criterio que se seguía entonces. Pero ahora leemos que el Consejo Interterritorial fija que la Astra Zeneca será solo para mayores de 60 años; y que el Consejo deja en el aire la segunda dosis a profesionales esenciales y otras personas que han recibido la primera dosis, unos 2,1 millones. La mayoría son menores de 60 años que o bien se inocularán con otra fórmula o se quedan sólo con el 70% de la protección, que según los estudios ofrece solo una dosis. Cuando se aclaren los ilustres se lo contaremos.

Esta deriva con la vacuna anglo-sueca deja en solfa todo ese calendario de vacunación que, cual Patton antes de avanzar sobre le península itálica, proclamó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y en el que garantizó  que habría 33 millones de vacunados en agosto. ¿Cómo se va a poder hacerlo teniendo en cuenta lo sucedido con AstraZeneca, la vacuna más usada hasta ahora? Y ya no digamos de los calendarios de vacunación avanzados por Page y otros presidentes autonómicos, que dependen de las vacunas que reciban para que puedan progresar.

Son varios los presidentes autonómicos, como Feijoo y Page, que reclaman medidas nacionales tras el fin del estado de alarma y que echan de menos un plan nacional de vacunación. Me temo que sin mucho éxito, teniendo en cuenta que tras la ceremonia de la confusión vivida ayer, en España, y en otros países de Europa, el presidente del Gobierno tomó las de Villadiego y se marchó de viaje a Angola,  tomando distancia con el problema, como ha hecho siempre en toda esta crisis. Él solo está para los grandes anuncios que le prepara Ivan Redondo, que luego endilga a las comunidades autónomas para que lidien con la cruda realidad.

Cuando la política es sobre todo popaganda, esto es lo que hay. Una ceremonia de la confusión de tres pares de narices y una consejera de Educación en Murcia, Mabel Campuzano se llama, y viene de Vox, que nos dice que ella no se pinchará tras cuestionar la efectividad de la vacunación contra el coronavirus.  Esto es lo que hay; no cabe un incompetente más, porque se caen al mar.

P.D.- No han pasado siete horas desde que ha colgado este post, y las agencias nos anuncian que Sanidad vacunará con AstraZeneca a los mayores entre 60 y 69 años en contra de lo que ha venido sosteniendo en las últimas semanas. Aunque la ceremonia de la confusión se enmaraña todos los días con tantos portavoces europeos, mundiales, estatales y autonómicos dando versiones distintas sobre un mismo hecho, los malos datos de hoy nos confirman que la cuarta ola ya está aquí y entiendo que el mayor riesgo es, como dice la EMA, no vacunarse. Así que si el otro día me quedé al borde de la aguja en el polideportivo San José espero que esta vez me dejen tirar a canasta y que sea lo que Dios quiera. Por que sí, a pesar de que la grillera nos confunde, todavía me quiero vacunar. Antes de que el bicho nos acabe pillando.

Outlet

Cuando El Corte Inglés de Guadalajara bajó a segunda división, convirtiéndose en una Outlet, sus directivos iban buscando otro perfil de cliente que podía encontrarse en Guadalajara, pero que no acudía a la gran locomotora de la distribución nacional. Estos directivos manejaron la teoría de que la cercanía con El Corte Inglés de Alcalá de Henares y la influencia de Madrid no habían permitido fidelizar a los clientes en Guadalajara; y si bien hay algo de esto, yo creo que influye todavía más que si El Corte Inglés de Guadalajara tenía pocos clientes era porque los precios que ofrece la marca cada día son menos asequibles al sueldo medio español, que ha ido decreciendo de crisis en crisis, hasta la derrota total , parafraseando a Groucho Marx. Y estamos de lleno en la la crisis pandémica-financiera. Tengo escrito que el éxito de El Corte Inglés fue el de la clase media española, que fue creciendo en España a partir de los años 70-80 del pasado siglo hasta ser la mayoritaria; y que el adelgazamiento de aquella es pareja a la caída del protagonismo que tuvieron las grandes plataformas de ventas para esas clases medias de España: El Corte Inglés y antes Galerías Preciados.

He estado como cliente en El Corte Inglés de Guadalajara, después de su reapertura como Outlet, y lo primero que me llamó la atención es que habían vuelto los clientes, en gran número, en comparación con la última vez que estuve allí antes de la revolución. Vi también una amplia oferta de primeras marcas, cuyo género se va a renovar periódicamente, nos dicen, y comprobé que ciertamente los precios están rebajados y más al alcance de la sociedad arriacense actual. Me gustaría que los directivos de El Corte Inglés hubieran dado en el clavo y encuentren ese nicho de mercado que les era esquivo, porque será bueno para Guadalajara, y a un Ferial Plaza que con los simbólicos cierres de las marcas de Inditex, con Zara a la cabeza, agravó su retroceso. Ojalá la recuperación de uno ayude al otro.

Y, ahora, los reparos: No me gustaron nada las grandes colas que se forman para ir al probador, y menos para pagar ante el escaso número de cajas. Es comprensible que los Outlet tengan que minimizar gastos, pero no a costa de robar al cliente un tiempo excesivo en una cola. Así que me fui sin comprar. Esto es lo que hay.

P.D. Si hay una actividad amenazada por la pandemia es la de los cines. Han cerrado muchos en España y los que quedan tienen un futuro incierto, cada vez más amenazados por las plataformas digitales. Sería bueno que el Ayuntamiento animara al vecindario  a volver a las salas de cine en Guadalajara, sobre todo cuando la vacunación avance y se vaya perdiendo el miedo, reeditando el convenio que con buen resultado mantuvo antes de la pandemia con los Multicines.  

Suena bien/Suena mal

La ministra Teresa Ribera, vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico publica hoy en nuestro diario con motivo del Día del Agua un artículo que nos suena bien. Desde el comienzo:  “Una gestión que debe abordarse con amplitud de miras y mediante una planificación hidrológica inteligente si aspira a ser eficiente, ambientalmente sostenible y socialmente justa”. Para añadir a continuación: “Y uno de los aspectos más sensibles que no podemos obviar es el trasvase Tajo-Segura. Un asunto cuya respuesta requiere distintas líneas de acción que pongan en el centro a las personas, el medio ambiente y el uso sostenible del agua”. En fin, todo lo que no se ha hecho hasta ahora.

Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica.

La ministra asegura, después, que con esta apuesta, activamos nuestra hoja de ruta para la explotación sostenible del ATS (Acueducto Tajo-Segura), con un objetivo único: encauzar problemas enquistados durante años.

Y seguidamente explica cómo hacerlo: «Se pretende, por un lado, mantener un régimen adecuado de caudales ecológicos en el Tajo, y mayores volúmenes de agua en los embalses de cabecera del trasvase. A ello contribuirá la modificación de las Reglas de Explotación del ATS, que tiene por objeto incrementar los volúmenes almacenados en los embalses de Entrepeñas y Buendía, al tiempo que se reducen los volúmenes mensuales que se envían a las cuencas receptoras cuando el sistema se encuentra en situación de normalidad». La  ministra espera que gracias a estas nuevas reglas, el sistema de la cabecera del Tajo “evitará encontrarse tan a menudo en situación hidrológica excepcional”. Que es lo que viene ocurriendo en los últimos años en los que la cabecera del Tajo se ha convertido en un aljibe sin más de la cuenca del Segura, por el que en función de un Memorandum se enviaban unos trasvases a Murcia, sin necesidad alguna de justificación de la necesidad por parte de la cuenca receptora. Así nos hemos encontrado con la gran paradoja que supone que al no poderse enviar en los últimos meses nuevos trasvases, por las obras de la presa de la Bujeda, se han aprobado derivaciones por 140 Hm3, que se guardan en los pantanos de cabecera, y que ahora habrá que enviar al Segura, de golpe, en el mayor de los trasvases conocidos. No deja de ser un bochorno, que la cabecera del Tajo almacene en sus embalses agua que legalmente es ya de la cuenca receptora, agravando la condición de aljibe de la propia cuenca hacia el Segura.

Por ello me alegro de que la ministra se refiera a que el paso más importante “lo daremos con la aprobación del tercer ciclo de planificación hidrológica, prevista para abril de 2022. Una apuesta enormemente ambiciosa que requerirá cambios de gran complejidad técnica, así como una revisión de las normas de explotación”. Porque esto es de lo que se trata. Sin cambiar las normas de explotación, no hay manera de modificar la realidad actual y ello pasa, como reconoce con anterioridad,  en reducir los volúmenes mensuales que se envían a las cuencas receptoras cuando el sistema se encuentra en situación de normalidad. Y así evitar que derive en excepcional.

Por último, la ministra apunta una cuestión unida a cualquier cambio del actual status quo por el que se rige el Tajo-Segura. La cuenca del Segura necesita de unos recursos que España no puede despreciar, porque suponen un alto valor añadido para la economía nacional, como todos sabemos, pero  “esto supone aumentar los recursos procedentes de la desalación y de la reutilización. La desaladora de Torrevieja es un ejemplo. En poco tiempo ha duplicado su capacidad y esperamos poder triplicarla en los próximos meses”, precisa la ministra.  El Segura tiene algo de lo que carece la cuenca alta del Tajo: un mar para aprovisionarse de agua; después de desalada. Y habrá que buscar las vías que «permitirán una gestión integral de un recurso valioso, anticipar los riesgos a medio y largo plazo, impulsar la actividad económica y ayudar a fijar población en ciudades de interior y en zonas rurales».  

Suena bien la música que interpreta la ministra de cara a establecer esa “nueva ruta” para el trasvase Tajo-Segura, y que debería pasar por el consenso entre sus territorios, pero partiendo de un hecho incontrovertible: las normas de explotación contenidas en el Memorándum no son válidas para los tiempos que corren, como ya lo han dicho algunas sentencias, porque no respetan los caudales ecológicos del río, ni se priorizan las necesidades de la cuenca cedente. En un tiempo pasado, pudieron valer porque incluso elevaban la cota de las cantidades trasvasables, pero hoy están superadas en todos los sentidos.

A partir de ahí,  las dos partes pueden seguir jugando a políticas de máximos, como han venido haciendo hasta ahora, en el Segura aprobando blindajes para el Tajo-Segura sobre los que el parlamento de Cartagena no tiene competencias, o desde Toledo poniendo fechas al fin del trasvase, para los que tampoco.

En ese sentido, citarnos en el  tercer ciclo de planificación hidrológica, prevista para abril de 2022, me parece el marco adecuado y dejarse de populismos.

Suena bien esta música que tiene en la partitura la ministra Ribera.

Suena muy mal  

Que todo un vicepresidente del Gobierno, y desde el despacho oficial, defina a sus adversarios como «criminales» y diga que espera que la presidenta Isabel Díaz Ayuso acabe en prisión, demuestra hasta qué punto algunos han ido lejos en su estrategia de tensionar la política española, porque piensan que electoralmente les beneficia un país fraccionado y enfrentado en el que los adversarios vuelven a ser los enemigos. Como siempre en nuestra convulsa historia.

Isabel Díaz Ayuso/Efe

Se ha ido muy lejos en esta tarea de enterrar la Transición, hasta en los ayuntamientos,  en la que los ultras de derecha e izquierda muestran sus mayor desempeño, jugando con los demonios nacionales que parecían enterrados. Ahora se ve que no. Cuando una campaña electoral se plantea como una precuela de La Batalla de Madrid, y los que la protagonizan parecen sacados de una serie negra de televisión, mal camino llevamos.

Esto no suena bien. Eso sí, como escribe José Ignacio Torreblanca, si a usted lo que le preocupa son los retrasos en la vacunación, mejor se vaya a otro sitio a medrar: «Aquí la tumba que cuenta es la del fascionalcomunismo». Como si estuviéramos otra vez en las elecciones de febrero de 1936. Menos mal que ahora, aunque cada vez más empobrecida, hay una clase media que no va a tragar. Pero esto es lo que hay con estos de la nueva política, que es más vieja que las guerras carlistas. Y Arrimadas debería haberlo intuido antes de meterse en experimentos con gente poco de fiar.

En Madrid, crisol de las Españas, se va a ventilar el liderazgo del centro-derecha, o de la derecha simplemente, si Ayuso consigue lo que no ha podido Pablo Casado, reunificar el voto conservador; e Iglesias ya pelea por la supervivencia ante un Sánchez demasiado dependiente de los tacticismos de Iván Redondo, en vez de asumir de una vez que Frankeinstein se ha estirado ya más de la cuenta y lo de Cataluña, con Illa, no ha ido a mejor. Esto es lo que hay. No va a mejor y por lo tanto irá a peor. No es de extrañar que un caballero como Gabilondo, esté espantado y diga que él no cuenta con este Iglesias en un futuro gobierno. La duda es que eso mismo ya lo dijo Pedro Sánchez, porque no le dejaría dormir, y la alternancia acabó en Frankeintein y con un vicepresidente huido del gobierno para jugar a los milicianos y atacarlo desde la oposición.

Mi apoyo al parque nacional y al agua de Guadalajara

Les recomiendo la entrevista con José Luis Escudero, consejero de Desarrollo Sostenible, que publicamos en este diario.

En la parte dedicada a la conversión del parque natural del Alto Tajo en parque nacional nos aporta algún detalle y una reflexión general interesante y que comparto. Castilla-La Mancha tiene dos parques nacionales, Las Tablas de Daimiel y Cabañeros, con lo que el Alto Tajo sería el tercero. Aunque un parque nacional tiene sus servidumbres en la protección de su entorno y la limitación de algunas actividades, soy de los que piensan que todavía son más las ventajas.

Desde el punto de vista de su contenido, Escudero subraya con buen criterio que hay  hay dos elementos que son de gran valor añadido y que el gobierno de España ve con muy buenos ojos. Uno es el cañón fluvial y las hoces por los que discurre el río Tajo, y otro es un ecosistema también singular que no existe en ningún otro parque nacional del país y son los sabinares. Esos son los dos elementos que lo convierten candidato a parque nacional, argumenta. Los sabinares son el arbusto que identifica aquel territorio duro y extremo en algunos momentos del invierno, pero también representa la entereza de una especie capaz de brotar entre el pedregal y resistir a la temperatura más extrema. Es en gran medida el reflejo de una tierra como la del Señorío de Molina, en la frontera entre los reinos de Castilla y Aragón, que el trazado viario de Carlos III (y siglos después el ferroviario) de España la puso a trasmano de las redes principales, y cuyos habitantes tienen que resistir a esto que ahora se llama España Vaciada. Pero resisten, como la madera de la sabina, que por su fortaleza se usaba para viguería de una casa o para el más contundente de los garrotes.

Sabina

Molina se quedó en un rincón de la meseta, pero esto también le ha valido para conservar mejor un territorio, el del Alto Tajo, que es hora de rendir el mayor valor añadido posible. Hay que redactar un proyecto común, consensuado, que según la midea inicial afectaría a unas 40.000 hectáreas de terreno de Guadalajara y Cuenca, la mayoría en nuestra provincia, y que iría desde Peralejos de las Truchas hasta  Ocentejo y Valtablado del Río. La idea es presentarlo al Ministerio de Transición Ecológica en el plazo de un año para que estudien la propuesta. A partir de ahí, empezaría un periodo de trabajo entre la CCAA y el Ministerio hasta que tenga lugar la declaración si así se estima.

El consejero destaca como elementos positivos  fijar la población, aumentar el turismo sostenible, promover espacios de coworking para alimentar lo que necesita un parque nacional, puestos de trabajo para el personal de mantenimiento…Además del gran vector publicitario que supone estar dentro de una marca, como es Parques Nacionales, que es top en cualquier planificación del turismo de naturaleza.

Laguna de Taravilla, parque natural del Alto Tajo./Foto:Turismo-CLM.

Los parques nacionales tienen también un presupuesto propio, pero además cumplen todos los requisitos para estar en primera línea en la llegada de los fondos europeos para la resilencia, que priman los proyectos en zonas despobladas y de la mano del desarrollo sostenible. Son proyectos que presentan los territorios y que pueden animar a  los emprendedores a fijar su atención en zonas como el Señorío de Molina, para que no sean las sabinas la única especie capaz de crecer allí. Porque son los emprendedores y la iniciativa privada las que en última instancia tienen que sacar adelante los proyectos; y de lo que se trata es de configurar un marco para que la apuesta sea lo menos arriesgada posible.

Defendí en su día la creación del parque natural del Alto Tajo frente a algunas críticas de escasa base; y el tiempo nos ha venido a dar la razón. Su influencia ha sido más positiva que negativa. Así que creo que con el paso de los años, como ha sucedido en otros parques naturales, es posible dar un paso más y convertirlo en un parque nacional por ser la mejor manera de rentabilizar ese turismo sostenible y la captación de fondos.

Conexión entre el Sorbe y el pantano de Alcorlo.

Y ahora vamos a cambiar de tercio, porque nos vamos a La Otra Guadalajara. Se refiere también el consejero Escudero a un tema que en ´Guadalajara Diario siempre hemos dado preferencia en nuestra línea editorial. Es la tarea de garantizar agua suficiente para nuevos regadíos en Guadalajara, especialmente en la zona de Cogolludo (siempre añado que Guadalajara es la provincia de Castilla-La Mancha con menor superficie regable), pero también los nuevos desarrollos urbanísticos y sobre todo industriales ligados al Corredor del Henares, una de las zonas económicas con más posibilidades de Europa. ¿Se imaginan, ahora, una Alovera sin la Mahou? Pues bien, la Mahou vino a Guadalajara desde Madrid porque se les garantizó agua suficiente y de gran calidad. Y como Mahou hay otras potenciales industrias que podrían llegar a Guadalajara, si hay una reserva de agua suficiente. Recientemente ha sido la Ciudad del Transporte; y no sabemos lo que nos deparará el futuro. Pero lo que tengo claro, como el agua de los arroyos de la sierra Norte, es que sin una reserva suficiente se frena el desarrollo y estamos expuestos a cualquier sequía, como nos recuerdan desde la APAG, porque Beleña no tendría capacidad suficiente y eso influiría hasta en la Mahou. En la última sequía, cuando hubo que coger agua del Canal del Henares, les cambiaron hasta los parámetros de su apreciada cerveza.

Nunca he entendido, por tanto, que habiendo una solución tan práctica como  es derivar agua del pantano de Beleña hasta el de Alcorlo, que no se llena nunca, aquí, algunos, se la cojan con papel de fumar en su defensa.  Y que se ponga como excusa una supuesta incompatibilidad ambiental,  que sería la mezcla del agua del Sorbe (Beleña) con el Bornova (Alcorlo) para cargarse el invento. Como bien dijo el presidente de la APAG, Juan José Laso, no deja de ser curioso que no haya inconveniente en enviar agua del Sorbe al Jarama en el Pozo de los Ramos, para el consumo de Madrid, y en Guadalajara todo sean pegas, añado yo.

Escudero dice que lo primero que hay que hacer es documentar que Guadalajara tiene esa necesidad  y luego la Confederación Hidrográfica del Tajo y el Ministerio de Transición Ecológica tendrán que estudiar la alternativa que sea ambientalmente viable. Si ese es el camino, confío en que la Mancomunidad de Aguas del Sorbe, sobre todo, la APAG, la CEOE y los ayuntamientos beneficiarios sabrán poner negro sobre blanco esa necesidad con datos elocuentes. Porque yo me acuerdo de lo que me acuerdo: que con la última sequía acabamos bebiendo agua del Henares, que no vale ni para las lavadoras. Ya les digo lo que pasó en la Mahou. Seguro que todas estas instituciones podrán documentar con un trabajo suficiente sus necesidades de agua para el desarrollo en este siglo XXI, en lugar de enzarzarse es triviales discusiones sobre si el Henares inunda la senda de un parque fluvial, con comisiones de investigación incluidas, como si los funcionarios no tuvieran otra cosa en el que emplear su tiempo.

Pero esto es lo que hay. Y que solo pasa en Guadalajara. Mientras que en otros territorios, incluso de la región, se plantean soluciones de abastecimiento que incluyen tender tuberías desde una cuenca (Tajo) a otra (Guadiana), como sucede con el abastecimiento aprobado de  La Mancha desde la cabecera del Tajo, sería de risa que en Guadalajara no pudiéramos mezclar el agua del Sorbe con el Bornova en un pantano por un supuesto problema medioambiental.

Algunos deben pensar que en Guadalajara somos tontos de capirote solo por ser castellanos. Me recuerda a lo de la fábrica de baterías de litio con apoyo público que se pondrá en Cataluña, que ni tan siquiera estimó el gobierno de la Generalitat, despreciando el anuncio institucional al que acudió el Rey Felipe VI, mientras que el mineral de litio donde se extrae preferentemente en España es en Extremadura, otra tierra sin partido nacionalista y que solo quiere seguir siendo España. ¡Pero Sánchez tan tranquilo con sus aliados, ahora convertidos en escuderos de Puigdemont!

Pero esto es lo que hay. ¡Somos Guadalajara!

Los desembalses en Beleña o la debilidad de una provincia

Hay artículos que no hace falta escribirlos porque los que llevamos algunos años en esto los tenemos repetidos. Solo hace falta esperar a que el problema retorne a la actualidad y nos podrían valer. Uno de ellos son los desembalses en la presa de Beleña, con las consiguientes inundaciones en la ribera del Henares, que para un servidor es lo de menos, aunque algunos lo han aprovechado para pedir una comisión de investigación sobre un asunto que ya estaba resuelto por la CHT. Me refiero al parque recreativo que el Ayuntamiento de Román hizo en el barrio de La Chopera. En su día, cuando se levantó la polémica algunos preguntamos al organismo responsable del río en cuestión, la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) y desde allí nos respondieron que la actuación era correcta y que la estaban vigilando de cerca. Asunto liquidado. Ello no impide que algunos defiendan  que se toquen lo menos posible las riberas de los ríos y otros que un parque recreativo como el de La Chopera, lo que hará es dar valor añadido al barrio, entre los que me cuento. Pero eso ya va en gustos.

Parque recreativo del Henares/GUDiario.

Aclarado esto,  lo que menos me preocupa es que cada vez que desembalsa Beleña el Henares se anegue algún camino o mirador que hay junto al río. Esta vez el agua no ha llegado a la zona recreativa, aunque los que promovieron el parque sostienen que está preparado para ser anegado. A mí me da un poco igual, lo que sí me parece un escándalo es que Guadalajara, teniendo tanta necesidad de agua para beber, para sus industrias y futuros desarrollos urbanos e industriales vea como se va el agua río abajo, sin que haya una opción para regular el río.

Presa de Beleña, al 90% el pasado viernes /GUDiario

Cuando hace ya muchos años se planteó este debate se manejaron dos o tres opciones. La más agresiva, que yo rechazo, es   inundar algún valle del alto Sorbe o el Jarama con nuevas presas en Matallana y Pozo de los Ramos que regulen la cuenca. Es lo que defendía el ministerio y el Canal del de Isabel II hace unas décadas, pero se desechó porque había otras medidas menos agresivas con el medio ambiente. La  más factible era conectar Beleña, un pequeño pantano que da servicio a más de 400.000 personas  de Madrid y Guadalajara pertenecientes a la Mancomunidad de Aguas del Sorbe (MAS), pero sin capacidad para almacenar el agua en un invierno lluvioso. Por lo que la solución sería conectarlo con el vecino de  Alcorlo, que triplica en capacidad al de Beleña, y que no se llena nunca. La idea es tan simple como convertir a Alcorlo en el aljibe de Beleña. Así había quedado el asunto hasta que sin venir a cuento, alguien se sacó de la manga un informe ambiental por el que  no era conveniente mezclar las aguas del Sorbe (Beleña) y el Bornova (Alcorlo), un argumento peregrino porque como muy bien recordó el nuevo (y activo) presidente de la Asociación Provincial de Agricultores Ganaderos (APAG), Juan José Laso,   esa conexión ya existe, y es la que  une al Sorbe con el azud del Pozo de los Ramos, que lleva agua al Vado para abastecer de agua a Madrid a través del Jarama. “Es increíble que se permita tener un trasvase Sorbe -Jarama y que seamos incapaces de hacer en la provincia una interconexión Sorbe- Alcorlo”– reflexiona Laso, quien se hace de cruces porque una obra tan importante para la provincia ser pueda parar por una declaración de impacto medioambiental cuando en ese mismo parque natural hay una conexión de ese tipo que está abastecimiento a Madrid. “En esta provincia no tenemos amor propio. Es inimaginable”, insiste el líder de los agricultores alcarreños, cargado de razón. Ese es el problema: seguimos sin pintar nada, por mucho que algunos de nuestros políticos ocupen cargos de relevancia y nuestras piroridades no son las de los demás.

Es imprescindible hacer un poco de pedagogía en ese asunto, porque no se entiende muy bien cómo nuestros políticos se han desentendido siempre de buscar una solución, lo que lleva a exclamar a Laso que “no recuerda ningún político preocuparse por el agua de Guadalajara”.  A mí desde luego me extraña que algunas instituciones, como la comunidad autónoma que preside Page,  sea tan activa en la lucha contra el trasvase al Segura, hasta convertirlo en una cuestión de política regional, y tan poco activo en solucionar el abastecimiento al Corredor del Henares, en el que tanto se juega Guadalajara. No sé si es porque no se ha explicado los suficiente lo que nos estamos ventilando. Laso lo vuelve a recordar: “Será difícil que tengamos un año con tanta lluvia y con tanta nieve. Si se pudiera almacenar, Alcorlo estaría ya casi lleno”– afirma el presidente de APAG quien alerta de que llegarán nuevas sequías no tardando mucho. Porque ese es el punto crítico: para hacer nuevos desarrollos sean urbanos o industriales (estoy pensando en la Ciudad del Transporte) hace falta agua, así que es un tema que no es solo de los agricultores, porque sin agua no hay trabajo en el Corredor del Henares, que se lo digan a los de Mahou; así que también le puede afectar a usted, estimado lector y elector. Porque la sequía vendrá, más tarde o temprano, vendrá, y entonces nos acordaremos del agua que se ha ido río abajo sin mayor aprovechamiento. “Beleña- relata Laso- tiene capacidad de almacenar agua para un año de consumo; Alcorlo, con los regadíos tiene para otro año; en dos años sin lluvias, la provincia colapsaría porque Guadalajara no puede estar sin agua” – afirma rotundo. “Tiene miga que seamos incapaces de aprovechar esas aguas y que Guadalajara no esté asegurada contra las futuras sequías”.   

Eso es lo que nos jugamos: tener una reserva de agua suficiente que garantice el abastecimiento de nuestra comarca más poblada  y de los nuevos desarrollos industriales que están em marcha o a punto. Ese es el objetivo, el lugar adonde señala el dedo, no nos quedemos mirando al dedo (en este caso los caminos anegados por las crecidas del río Henares) sino adonde apunta (a la solución al abastecimiento de agua en Guadalajara para todo el siglo XXI, ¿les parece poco?)

Es del género tonto que la Junta promueva un parque natural en la sierra norte, si luego esta figura es aprovechada para capar el mayor factor de desarrollo de la provincia de Guadalajara: su agua en las cercanías de Madrid. Me gustaría que fuera verdad y se aprovechara que la reforma del parque Sierra Norte abra la puerta a la conexión Beleña-Alcorlo

¡Ojalá que Laso tenga razón cuando dice! que “Quizá ahora sí veo más grado de convencimiento ante la doble conexión”, por parte de los políticos.

Los dos desagües de fondo de Beleña desembalsando el pasado viernes/GUDiario.

Por episodios anteriores, yo soy más escéptico. Pero esto es lo que hay. El agua que nos haría falta saliendo a chorro de los dos desagües de fondo en Beleña.  

Malas noticias desde Cataluña

Malas noticias nos llegan desde Cataluña tras las elecciones celebradas ayer, no lo olvidemos, por las desavenencias entre los dos principales partidos independentistas: ERC y Junts. Los catalanes fueron  convocados a las urnas por enésima vez, y se repitieron resultados salvo por una pequeña diferencia, que a la postre puede ser grande. El liderazgo del independentismo pasa de Puigdemont a Junqueras, lo que convierte a su jefe, Oriol, en el potencial candidato a la Generalitat. Y a partir de ahí, podrían darse tres combinaciones: un gobierno entre ERC+Junts y con el apoyo en la investidura de la extrema izquierda independentista de la CUP; un gobierno ERC+Junts+Podemos; o repetición de elecciones. No incluyo el gobierno ERC+PSC+Podemos porque tanto Junqueras como Illa lo han descartado durante la campaña; y ayer Junqueras lo reiteró. Así que la repetición de elecciones tampoco se podría descartar.

Muchos dan por vencedor de estas elecciones al tándem Sánchez-Redondo (este último fue el jefe de campaña del PSC, lo nunca visto) sobre la base de que la oposición de centro-derecha es hoy más débil que el viernes. El análisis se corresponde con una realidad: ni PP, ni Cs ni Vox, suponen una alternativa a Pedro Sánchez. En eso puede estar tranquilo.  Pero ningún presidente español se debería engañar. El problema catalán, con los independentistas habiendo ganado las elecciones, no se va a diluir y un nuevo episodio insurreccional, como fue el referéndum ilegal de 2017, se repetirá.

Esto es lo que nos han dejado las elecciones en Cataluña: más de lo mismo. Inestabilidad a chorros. ¿Cuántas empresas que se marcharon de Cataluña por el process están dispuestas a volver con estos resultados? Con otra salvedad, que esta vez el independentismo, que gana en escaños porque el sistema electoral sobrepondera a las dos provincias más soberanistas, Lleida y Girona, también lo ha hecho en votos, porque gran parte del electorado constitucionalista, aburrido de la situación, se ha quedado en casa y no le ha merecido la pena arriesgarse con el virus  en una cola electoral. ¡Pues les espera otra vuelta de tuerca en su exclusión social y cultural por el nacionalismo excluyente!

Salvador Illa ganó, pero como antes a Inés Arrimadas tampoco le da para ser presidente. Y hasta Ivan Redondo va a tener complicado apañarlo.

El PSC de Salvador Illa ha ganado las elecciones con un mensaje claramente constitucionalista, que le ha permitido subir 16 escaños, procedentes de Ciudadanos, que pierde 30. Pero como le sucedió a Arrimadas en las anteriores elecciones no les dan los números para gobernar sin el concurso del independentismo.  Por ello, Illa ha anunciado que no cometerá el mismo error; que presentará su candidatura, y ya veremos.

Junqueras, que no olvidemos pasa las noches en la cárcel, y exige el indulto, no va a dar a Puigdemont la satisfacción de liderar el Gobierno, porque tiene 1 diputado más. Y a la inversa lo mismo, así que las elecciones no han arreglado nada en la disputa por el liderazgo del independentismo.  Y no veo a Junqueras, desdiciéndose de todo, en un tripartito con PSC y Podemos, bendecido por Sánchez,  ¿a cambio de qué?, dejando la bandera del nacionalismo a Puigdemont. Mucho riesgo.

En una sociedad cada vez más polarizada, y Cataluña está dividida en dos, aunque el papel de paria es solo de una parte, son los extremos los que suben.  Siempre fue así. No aprendemos de la historia. Un colectivo antisistema como la CUP dobla sus resultados (de 4 a 9) y el populismo españolista de Vox se estrena con 11 diputados, que pesca en el estanque de Ciudadanos. Su peso es testimonial, y no comparable a otros territorios, pero no despreciable. Cada pedrada que arrojaron a Abascal fue un escaño para su candidato Garriga.

Ciudadanos, que fue el referente constitucionalista en las anteriores elecciones, se pega el gran batacazo y pierde 30 escaños, quedándose penúltimo con 6. Si fuera La Liga, habría descendido a segunda. Pocos partidos en el mundo han tenido errores tan clamorosos como Ciudadanos.  Albert Rivera, en abril de 2019, al no acordar con Sánchez un gobierno de centro-izquierda, lo que abrió paso meses después a un gobierno de Sánchez con Podemos, que era realmente lo que él quería, pero encima con coartada. Su electorado no le perdonó a Rivera que pusiera por delante su estrategia de dar el sorpasso al PP, en vez de influir desde un gobierno de coalición como vicepresidente de un gobierno moderado, y le retiró la confianza. A Rivera le sucedió Inés Arrimadas, que no aprendió la lección, y en lugar de batirse el cobre en Cataluña como líder del partido más votado, le sedujo el poder de la Corte y se vino a Madrid a un futuro cada vez más incierto. ¿Tiene sitio Ciudadanos en el futuro político nacional?

Esta misma pregunta se la podíamos hacer al PP de Pablo Casado, el otro gran derrotado, con solo 3 escaños (no tendrá grupo parlamentario), después de una campaña bastante templada, poniendo el foco en la gestión, cuando lamentablemente en Cataluña se sigue votando con las entrañas. Pero es lo que hay. ¿Ha llegado la hora en que PP y Cs inicien un proceso de fusión, como el que llevó a cabo el centro-derecha en el famoso congreso de Sevilla en 1989 en que se marchó Fraga y  AP se convirtió en el PP, con los restos del naufragio de UCD? ¿O todavía les quedan algunos fracasos más?   

Muchos dan por vencedor de estas elecciones al tándem Sánchez-Redondo (este último fue el jefe de campaña del PSC, lo nunca visto) sobre la base de que la oposición de centro-derecha es hoy más débil que viernes. El análisis se corresponde con una realidad: ni PP, ni Cs ni Vox, suponen una alternativa a Pedro Sánchez. En eso puede estar tranquilo.  Pero ningún presidente español se debería engañar. El problema catalán, con los independentistas habiendo ganado las elecciones, no se va a diluir y un nuevo episodio insurreccional, como fue el referéndum ilegal de 2017, se repetirá. Tarde o temprano. Junqueras y Puigdemont lo han avisado. ¿Y qué haría entonces el presidente del Gobierno, con un vicepresidente comunista abogando por el derecho de autodeterminación, que no reconoce ninguna constitución de la Unión Europea?

Esto es lo que hay. Una Cataluña más fracturada que nunca y con una parte de la población, hastiada y aburrida, que ni tan siquiera hace el esfuerzo de ir a votar, porque se sienten fuera del sistema. ¡Vaya panorama para mostrar al mundo!

El PP ante el Congreso más raro

Al PP le tocaba congreso provincial en el glorioso año 2020, pero con la pandemia no estaba el horno para bollos y se ha ido retrasando, sin fecha. Solo se han celebrado los de Albacete y Ciudad Real, los que tenían menos que ventilar y siguen pendientes los de Guadalajara, Toledo y Cuenca, en los que hay más de una alternativa.

El de Guadalajara es el más raro de su historia; y los he visto todos. Desde aquellos imperiales del gran Paco Tomey en que los chavales de Nuevas Generaciones guardaban desde el viernes la pancarta triunfal que se desplegaba el domingo en honor del triunfador; a los paseos militares de Antonio Román y Ana Guarinos. Congreso, lo que se dice un congreso, en Guadalajara solo ha habido uno: el que Román tuvo que pelear por la presidencia del partido contra uno de sus tenientes de alcalde, Luis Benito, una especie de guerra civil que acabó en escabechina. Alguna vez Román me ha recordado que tuvieron que pasar muchos años hasta que se cerraran las heridas.

Otra vez el de 2021 va a ser un congreso abierto, porque no hay un líder o lideresa indiscutible para reemplazar a Ana Guarinos, que como lugarteniente con mando en plaza de Cospedal manejó el partido con mano de hierro desde que sucedió a Román. Ella todavía no ha anunciado si se presenta o no, aunque ha confesado a Guadalajara Diario que tiene la decisión tomada, y todos nos imaginamos que va a ser que no. Guarinos es una mujer de partido, y sabe que en Génova quieren cambios, como reveló también en este diario Iñaki Echániz, el portavoz adjunto de Pablo Casado en el Congreso, encargado de pilotar el precongreso. Descartado él, por su cargo, y que el otro peso pesado, Antonio Román, no aspira a reeditar tiempos pasados, el horizonte de candidatos es amplio. Pero a esto hay que añadir que por primera vez los precandidatos que reúnan el número necesario de avales se podrán presentar a las Primarias (mejor dicho: a elecciones internas entre la militancia, porque en España no existen las Primarias como tal), con lo que podría haber más de un candidato.

Se oyen los nombres de Lucas Castillo, el alcalde de Yunquera, municipio más poblado gobernado por el PP, y que lleva en el partido desde que era un chaval; Jaime Carnicero, el portavoz del Ayuntamiento,  vicealcalde con Román;  Alfonso Esteban, portavoz popular de Diputación, próximo a la actual presidenta provincial y antiguo concejal de Hacienda con Román; Ana Gonález, ex senadora; José Luis González Lamola, ex alcalde de El Casar y amigo de Paco Núñez, donde vive habitualmente; Encarnación Jiménez, ex teniente alcalde con Román y que ahora trabaja en el grupo del Congreso del PP….La lista es más larga, aunque éstos son los nombres que más suenan.

Noche electoral en el PP en noviembre de 2019

Uno de estos potenciales candidatos me traslada que ahora el debate no debería ser de nombres sino que lo importante es tener una lista única y de consenso porque el PP, siendo la tercera fuerza en el Congreso en la provincia, no se pueden permitir un cisma que no dé la vuelta a la situación. En ese sentido, me insiste en que no es un problema de caras nuevas o no, sino que se deber abordar urgentemente un proyecto PROVINCIAL, con mayúsculas, con identidad propia y con especial dedicación a los pueblos.

Creo que tiene razón. El PP provincial está como mi Real Madrid, en periodo de reconstrucción, y como cada albañil se ponga a tirar paredes a su gusto, van a acabar construyendo un laberinto. Nada bueno para Guadalajara, que necesita de un partido moderado y que beba en los valores de la Transición y la Constitución del 78 para liderar otra vez un espacio ganador del centro-derecha, al margen de los populismos que pescan en río revuelto. ¿Serán capaces de ello? Yo les digo que no les queda otra: el PSOE se ha convertido en el primer partido provincial y el más votado en el Congreso de los Diputados; y Vox dio el sorpasso en las Generales con un paracaidista desconocido. Luego vinieron las locales y autonómicas, y Page y Bellido pasaron por ellas como los panzers alemanes por Polonia. Nunca se ha visto por el PP tan poca resistencia de un partido que llegó a tener casi cinco mil militantes, de los cuales apenas conserva ¿un millar? ¿dos millares? que paguen la cuota.

El PP debe saber que se juega la supervivencia, porque si hay algo que va quedando claro es que con tres partidos que van desde el centro a la derecha populista, Sánchez puede estar gobernando con Junqueras hasta el día del juicio. Literal. Y los electores no socialistas algún día acabarán por enterarse y optimizarán su voto. Esto es lo que hay.

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