1-1-1

No es un algoritmo raro, ni el ególatra (y excepcional crack) Cristiano Ronaldo  cantando sus goles a la tribuna atlética en el Juventus  Stadium.  Es el resultado más probable de las elecciones del 28-A en Guadalajara en el Congreso de los Diputados.

Antes de entrar en detalles, un poco de historia. En Guadalajara siempre el centro-derecha ha sacado dos diputados al Congreso,  primero con UCD y después con el Partido Popular; y el PSOE ha sido segundo, con 1 diputado. Este resultado es fruto del bipartidismo imperfecto que favorece la Ley D’Hont, y que solo ha tenido dos excepciones en nuestra provincia. En las Generales de 1982, con la primera mayoría absoluta de Felipe González , en que se invirtió esa distribución, aunque hay que hacer una importante precisión: la derecha era todavía la Alianza Popular de Manuel Fraga, y fue el último año en que una decadente Unión de Centro Democrático (UCD) – ya con Landelino Lavilla como candidato-, se presentó a unas Generales; y aunque en Guadalajara no obtuvo diputado,  los restos que “robó” a la derecha dieron el segundo escaño al PSOE.  La segunda vez  que en Guadalajara no se da un 2-1 es en la legislatura corta de Rajoy, el 20-D de 2015, cuando Ciudadanos se lleva el tercer escaño en perjuicio del PP.

Pues bien, esta última distribución es la que se dibuja  para las elecciones del 28-A, a la luz del retrato que a día de hoy nos avanzan los estudios demoscópicos.  La media de los distintos sondeos que se publican nos indica que el PSOE de Pedro Sánchez ha tomado la delantera tras agrupar el voto útil de la izquierda, con el 24,4%  de los sufragios. El PP de Casado caería al segundo lugar con el 20,7%, perdiendo ligeramente apoyos a su izquierda (Ciudadanos) y  sobre todo a su derecha (Vox). El partido de Albert Rivera afloja en los últimos meses y tiene un promedio del 18%.  Podemos sufre sus desencuentros y el mal momento de su líder con una caída hasta el 15%. Y Por último a Vox, que de momento se apunta a la campaña de no hacer campaña, sin avanzar programas ni candidatos, se le concede un 10,6% con tenencia al alza.

¿Y qué traducción tendría este promedio de las encuestas en la circunscripción de Guadalajara? Para ello, hago la correspondiente “cocina”  y aplico un índice corrector en función del recuerdo de voto en las últimas elecciones Generales en nuestra provincia, dando una prima de 6.5 al PP,  1 punto al PSOE, 3,5 a Ciudadanos  y una quita de 3 puntos  a Unidos Podemos. Con Vox, cualquier cálculo es más complicado, ya que en el recuerdo de voto parte de muy abajo (el 0,41 % en Guadalajara, con apenas 536 votos), pero sus expectativas generadas tras su buen resultado en las Andaluzas aumentan exponencialmente sus posibilidades, aunque ahora tocaría hablar de que en las provincias con cinco o menos diputados sus posibilidades de sacar escaño disminuyen considerablemente. Mi estimación es que podrían reunir en torno al 11% de los votos, con lo que las posibilidades de sacar escaño en una provincia con solo tres diputados es casi nula desde ese punto de partida.

Y ya voy concluyendo: nuestra proyección (insisto, con la foto a día de hoy) es que el primer partido seguiría siendo el PP, aunque perdería 12 puntos en relación a las elecciones de 2016  (por el efecto Vox) y quedaría con el 27,2%, lo que viene a significar unos 35.000 votos, todo dependerá de la participación. El PSOE ya les está pisando los talones  con el 25,6% y unos 33.000 votos. Ciudadanos, muy reforzado en el Corredor del Henares, reuniría el 21,4% con unos 28.000 votos. Y Podemos quedaría muy lejos del escaño con el 12% de los votos y cerca de 18.000 sufragios.  Con Vox es más difícil la demoscopia, aunque podría andar sobre el 11% y en torno a los 15.000 sufragios. Por lo tanto, también lejos del escaño.

Por último, con este promedio  de voto, la corrección apuntada y la aplicación consiguiente de la Ley D’Hont, tendríamo que el reparto  en Guadalajara apunta al algoritmo de nuestro titular: 1-1-1, con escaños para los cabezas de lista del PP (Silvia Valmaña), PSOE (Magdalena Valerio) y Ciudadanos (¿Orlena de Miguel?), por este orden. No se adivina ni de lejos la opción de que el PP repita su segundo diputado (Ramón Aguirre, en 2016), ya que el número 1 de Ciudadanos le sacaría unos 10.000 votos. ¿Tendría posibilidades el PSOE de arrebatar la primera plaza al PP? Dado que la diferencia actual es de apenas 1,5 puntos, sí está al alcance de su mano, y todo dependerá de cómo discurra la campaña, con la ministra Valerio de cabeza de lista,  y si el PP de Casado es capaz de aglutinar el voto útil de la derecha en su formación,  que hasta ahora no lo ha logrado, de ahí la ¿ingenua? propuesta que le lanzó a Santiago Abascal (Vox) esta semana para que se retirase en algunas provincias.

Hay que significar  que quedar primero en el Congreso no es un asunto baladí, aunque el reparto de escaños con el segundo siga siendo el mismo. Pero la historia electoral nos dice que el partido más votado al Congreso se lleva los tres senadores y el segundo solo uno. Por efecto simpatía, como la explosión de un campo de minas.  El PP hará de este asunto uno de los ejes de la campaña, recordando que es necesaria la mayoría absoluta en el Congreso para aplicar el famoso artículo 155 en Cataluña. De momento , esto es lo que hay. Las novedades se las iremos contando en Guadalajara Diario.

SOLO FALTA CIUDADANOS.- Guadalajara será la última provincia de Castilla-La Mancha que que anunciará los números 1 de Ciudadanos a las Autonómicas.  Será por aquello de que en “casa del herrero, cuchillo de palo”, y dado que el secretario regional de Organización, y responsable electoral, es Alejandro Ruiz, hasta ahora portavoz del Ayuntamiento. De forma inminente sabremos si es el propio Alejandro  encabeza  la lista regional, como me aseguran, y si Orlena de Miguel es otra vez candidata al Congreso, escaño que ya ocupó por medio año en la legislatura corta de Rajoy. La demoscopia, como he apuntado, es favorable a que ambos obtengan escaño, que en en el caso de Ciudadanos “robaría” al que Podemos, con el defenestrado David Llorente, obtuvo en las últimas elecciones. La marcha de Alejandro Ruiz a las Cortes regionales dejaría completamente vacante la lista municipal, ya que el otro edil, Ángel Bachiller,  también ha avanzado que deja la política activa. Así que la renovación sería completa en una candidatura municipal que podría ser determinante en inclinar la balanza en favor de Román (PP) o Rojo(PSOE).  Se escucha con fuerza el nombre de Rafael Pérez Borda, militante de CS,  hermano del ex concejal del PP Juan Antonio y miembro del gabinete de la Alcaldía, aunque en Ciudadanos ni confirman ni desmienten.

Foto: García-Page y Valerio, días atrás en Guadalajara.

Una protesta trasversal y una huelga sin rostro

El 8-M ratificó por segunda vez la fuerza de las mujeres en España. Un feminismo más allá de partidos e ideologías sobre la base de la lucha por los derechos de la mujer para conseguir una igualdad real, que en España existe en la Ley y la Constitución, pero no tanto en la vida laboral y familiar. Ahí están los informes sobre la brecha salarial o cómo se distribuyen los puestos de responsabilidad en empresas y consejos de administración. Las concentraciones del 8-M fueron un éxito rotundo, a pesar del sectarismo de algunos/as de los convocantes que elaboraron un manifiesto que en algunos puntos era incompatible con cualquier visión de la vida que estuviera alejada del marxismo más ortodoxo. Se diría que iban buscando adrede  que el PP se quedara fuera de la movilización,  para ser afeado convenientemente, de la misma manera que también cargaron contra Ciudadanos por ir. Pero no contaron con que la sociedad española no lee los manifiestos, rechaza  las tutelas y el paternalismo de algunos/as  de los convocantes y reconvirtió la jornada en una gran celebración trasversal difícil de manipular. Ahí está el caso de Guadalajara donde fueron nueve mil personas las que asistieron a la manifestación más numerosa de los últimos 15 años,  desde el 11-M, que esta semana también hemos recordado con infitina tristeza.

Esto quiere decir que hay 8-M para rato, porque queda camino por recorrer en pos de esa igualdad real. Y me extraña que en medio de tanto manifiesto y tanta  prosopopeya, no se ponga énfasis suficiente en  algo que está en la base de ese handicap que sufre la mujer en el medio laboral. Me refiero a la maternidad, sin embargo tan importante en uno de los países de Europa con menor natalidad, y que va camino de  convertirse en una sociedad envejecida, solo regenerada en parte por los inmigrantes.  Muchas mujeres españolas sienten que deben elegir entre tener hijos o avanzar en su carrera profesional;  y es habitual en muchas empresas que ante dos currículos semejantes se opte por el varón. Seamos realistas: no hay que pedir a las empresas que carguen  con el coste laboral que implica una baja maternal , y su sustitución,  debe ser el Estado- como se hace en otros países del norte de Europa- quien afronte mediante una política fiscal compensatoria y ayudas especiales a las familias,  los efectos negativos de esa maternidad. De lo contrario seguirá la discriminación. De igual manera, mientras que en España la conciliación y el cuidado de los hijos no se extienda por igual a la pareja, los jefes/jefas de recursos humanos seguirán tirando de los currículos masculinos. Ese es el reto. Que contratar a un hombre no sea más rentable.

Por lo demás, ha quedado claro que el formato de huelga general no es el adecuado para este 8-M. Las mujeres demuestran que no tienen remilgos  a reivindicar derechos e igualdad en este Día de la Mujer Trabajadora, pero no a costa de rebajar su sueldo con una huelga que no tiene, por otro lado,  un destinatario claro, requisito indispensable de cualquier huelga. Un rostro contra el que protestar.  Los sindicatos serios deben dar una vuelta a este asunto. Esto es lo que hay.

Valerio y Bellido se saludan en el Comité

BELLIDO NO TENSA LA CUERDA.- Un día antes  de celebrarse el domingo el Comité Provincial del PSOE  no estaba muy claro lo que iba a pasar. La ministra Valerio había anunciado en los periódicos que quería presentarse para encabezar el Congreso, si se lo pedía Sánchez, pero no había dado los pasos en los órganos del partido para lograrlo. Su nombre no había sido propuesto  por las agrupaciones locales, y eso que lo pudo hacer cualquier militante, y tampoco había llamado al secretario provincial para llegar a un acuerdo. Parecía que con Sánchez bastaba. Al final fue Bellido quien dio el paso adelante, una vez que tuvo claro que cualquier candidatura aprobada por el Congreso Provincial que no llevara la fotografía de Magdalena Valerio sería cambiada por Ferraz.  Pedro Sánchez está haciendo esta vez un grupo parlamentario a su imagen y semejanza, fuera de cualquier sorpresa si toca otra vez pactar con los independentistas de Waterloo. Y en esas circunstancias más cómodo estará Bellido en la lista regional, como le pidió Page, donde la batalla va a estar muy reñida por la fragmentación de las fuerzas políticas en un parlamento regional que elige a muy pocos diputados (¡Esto no es Andalucía, donde no se perdieron los restos, advierto!)

Así las cosas, Bellido aceptó que una ministra encabezara las listas de Guadalajara, algo que es normal en la tradición de este partido, y los gubernamentales que el resto de candidaturas fueran elegidas por el Comité Provincial, en el que están en minoría y frecuentan poco.El corolario fue que Bellido pidió  a sus miembros que la votación fuera por unanimidad, y los más recalcitrantes lo aceptaron. Hasta el 28 de abril la pax electoral se instala en el PSOE, y después ya veremos lo que dicen las urnas.

P.D. En quince días el PP tendrá que dar sus cabezas de listas, y mientras tanto solo rumores. ¿Valmaña? ¿Guarinos?… El último nombre es Iñaki Echániz. Actualmente es diputado por Madrid, lista que va a estar muy cara porque las expectativas son muy menguantes, ni aunque llamen a Zidane. Pero lo mismo sucede en Guadalajara, donde ni el más optimista apuesta por mantener el segundo diputado. Al final, Pablo Casado decidirá,  y Echániz es camisa vieja “casadista”. Pero yo no me juego ni un café.

 

Un reconocimiento merecido  a los  constituyentes

El alcalde Antonio Román y su equipo de gobierno tuvo la buena idea de distinguir con la Medalla de Oro de la Ciudad  a los diputados constituyentes que fueron elegidos por la provincia de Guadalajara y a los cuatro alcaldes de la democracia que han dejado de serlo. Ante una efemérides redonda como es el 40 aniversario de la Constitución y en abril de los  primeros ayuntamientos democráticos, es un acto oportuno acordarse de quienes estuvieron en vanguardia de ese cambio histórico que, se olvida ahora con facilidad, hizo posible la etapa en libertad y progreso más fecunda de la historia de España.

Es una obviedad –como justificó la oposición de izquierdas para no respaldar la propuesta– que en aquella Guadalajara de finales de los 70 habría también  personas con igual o más méritos que algunos de los ahora premiados (tres de ellos a título póstumo), pero esta medalla yo la entiendo  como un reconocimiento, en la figura de estas once personalidades,  a todos aquellos que en la medida de sus posibilidades  colaboraron para que la transición de una dictadura a la democracia fuera posible sin el habitual derramamiento de sangre que caracterizó a otras épocas de nuestra historia. En este sentido,  significar a los parlamentarios constituyentes es más objetivo que ponerse a buscar trayectorias individuales, que podrían ser más subjetivas, sin que sea inconveniente que entre aquellos parlamentarios de la primera legislatura  los hubiera de corta trayectoria junto con otros, como Luis de Grandes, que lo han sido casi todo en la política nacional y europea.

No logro entender, por tanto, reproches como el del  portavoz de Ahora Guadalajara que llegó a decir que  aquellos fueron diputados y senadores «elegidos entre una élite».  ·¡Pues menos mal”, añado yo,  que entre los que llegaron en 1977 a la carrera de San Jerónimo estaba lo mejor de la sociedad española de la época: significados politicos que querían dejar atrás las dos españas como Adolfo Suárez,  Fernando Abril, Santiago Carrillo,  Manuel Fraga, Felipe González , Ramón Rubial, Alfonso Guerra, Fernando Álvarez Miranda (el democristiano del Contubernio de Munich) , Garrigues Walker,  Fernández  Ordóñez…, tantos que la lista se haría interminable; juristas como Gregorio Peces Barba, Pérez Llorca, Herrero de Miñón, Miquel Roca,  Jordi Solé Turá…, grandes empresarios y sindicalistas-¿les suenan Marcelino Camacho o Nicolás Redondo?-, hombres de la cultura que volvían del exilio (Rafael Alberti...) y profesionales destacados que fueron al Congreso con vocación de servicio, y en la mayoría de los casos perdiendo dinero. En Guadalajara, había dos abogados, un trabajador de banca, un catedrático, dos médicos y un funcionario de la Diputación. ¿Una elite? En el sentido etimológico del término, sí, pero  en ningún caso eran elitistas. Todos ellos cumplieron con su trabajo con éxito,  aprobaron las primeras leyes de la democracia recién estrenada y dotaron al nuevo régimen de una Constitución en la que cupiéramos todos, lo que constituía toda una novedad en las cartas magnas aprobadas en España desde las  Cortes de Cádiz, que respondían más a los intereses de la mayoría gobernante que a un interés verdaderamente Nacional.

Uno de los problemas que tiene el sistema actual es que ha ido degenerando la representación política, los mejores se refugian en su carreras profesionales y no quieren  saber nada de una política  de plató de televisión capaz de achicharrar al más pintado, que además está peor retribuida que sus trabajos privados, lo que da lugar a que se vaya extendiendo la figura del político profesional para toda la vida que nunca trabajó  al margen de un sueldo  público. Pero eso daría para otro post. Lo que más valoro de esos parlamentarios constituyentes fue su legado de consenso plasmado en la Constitución de 1978, de tanto calado que por eso es tan difícil reeditar mayorías suficientes para reformarla. Ahora,  el independentismo catalán juega a ignorarla, y a olvidar que la soberanía reside en el pueblo español  y no en un territorio autónomo.  Por eso y no otra cosa están algunos  sentados en los bancos del Tribunal Supremo.

Mi reconocimiento también a los cuatro alcaldes de la democracia  que recibirán las Medallas de Oro: Javier de Irízar (PSOE), Blanca Calvo (IU)  José María Bris (PP) y Jesús Alique (PSOE). Cada uno a su manera engrandecieron a la ciudad.  Falta Antonio Román, quien por pudor deja el honor a su sucesor. En Guadalajara es tradición poner una calle a los alcaldes cuando mueren, un sinsentido de la España negra, así que bien está que por lo menos tengan un reconocimiento en vida. Muchas cosas han cambiado en Guadalajara  desde abril de 1979, y debo reconocer  que la mayoría para bien, aunque tal vez hayamos perdido la inocencia,  la frescura y la bonhomia de aquellos años. Baste decir con que el primer Equipo de Gobierno  de Javier de Irízar estuvo formado por concejales del PSOE, Partido Comunista de España, Alianza Popular y Unión Nacional (FE de las Jons y Fuerza Nueva).  Igualito que ahora, que por sectarios intereses electorales y la irrupción de partidos populistas a la derecha e izquierda del espectro político si alienta el frentismo y se aventan odios seculares.

Sí concedo a la oposición de izquierdas un argumento. Cuando en Guadalajara se han concedido otras medallas de oro de la ciudad se buscó la unanimidad del pleno municipal, y para ello se prepararon los expedientes con tiempo (cuanto te echo  de menos, Ángel Asensio) y se documentaron los honores. Esto es incompatible con las prisas que han caracterizado al procedimiento actual, pero esto es lo que hay. El fondo es merecido.

Primeros movimientos de las elecciones más abiertas

La celebración  de elecciones Generales, Locales y Autonómicas en el escaso plazo de un mes han alterado el proceso de confección de listas en todos los partidos políticos. Lo comentaba recientemente el alcalde de Guadalajara, Antonio Román,  en relación al retraso de la confección de la candidatura del PP al Ayuntamiento hasta no saber si algunos posibles candidatos irían en otras listas electorales. El PP no ha desvelado quién será su cabeza de lista, y si la presidenta provincial Ana Guarinos, que fue la número 2 de Cospedal en las Cortes regionales, da por finiquitada su carrera en Toledo, y aspira a escaño en la carrera de San Jerónimo (el PP solo tiene asegurado uno). Esto dejaría un hueco en la lista para las regionales, que en esta legislatura ocuparon la citada Guarinos y Lorenzo Robisco.  Luego está la composición de la candidatura al senado, en la que el PP por primera vez desde 1982 tendrá  problemas para renovar los tres  senadores por Guadalajara , aunque de ello hablaré con más destalle en mi próximo post. Tampoco es descartable que Antonio Román pueda hacer el doblete en la cámara alta, en donde cualquier ayuda de un rostro conocido será bienvenida.  Pronto sabremos algo, por lo menos  sobre el cabeza de lista, que es lo primero que se cocina en Génova.

En el PSOE,  Magdalena Valerio sigue sin presentar oficialmente su candidatura a encabezar la lista al Congreso, aunque en Ferraz lo dan por hecho. Yo también.  Una norma no escrita en el PSOE favorece a que los ministros abran  plaza en las provincias, y eso lo sabe el actual diputado por Guadalajara, que además es el secretario provincial, un inconveniente. Yo apostaría a que va a haber acuerdo, a que Bellido va a ceder su plaza, y a que será senador o cabeza de lista a las Autonómicas, siempre que el grupo de Valerio no plantee otras batallas que ahora no tocan, como es el control del PSOE provincial. García-Page ha establecido la Pax Romana, porque a todos ahora les viene bien, y así veremos mítines con Page, Blanco y Bellido en el mismo escenario. Hay un dicho bastante exacto que dice que la política hace extraños compañeros de cama.

En Ciudadanos, andamos con unas Primarias por medio en  España y en  la región, y bastantes cosas por definir. Habrá que ver cómo se desarrolla la campaña, pero Guadalajara es una plaza muy apetecible para la formación liberal, porque opta, con posibilidades, a obtener el tercer diputado en detrimento del PP. Tal es así, que como ha sucedido en Toledo, en que el catalán Juan Carlos Girauta (el portavoz parlamentario  de Albert  Rivera) quiere encabezar la lista a las Generales por la capital de Castilla-La Mancha, apelando  a que allí tiene una casa. Habrá que ver si  alguna otra propiedad entre los cientos de pueblos de Guadalajara pertenece a  algún prohombre nacional de Ciudadanos, o si alguno encuentra un parentesco del que agarrarse. O si finalmente la candidatura se hace con los de aquí.  Ahí están los nombres de Alejandro Ruiz y Orlena de Miguel, en primera línea. El asunto es cómo colocarlos. Si Alejandro Ruiz es el candidato a la alcaldía, difícilmente podrá serlo también al Congreso un mes antes.  Y si Orlena de Miguel encabeza las regionales, después de haber sido la portavoz extramuros de Ciudadanos durante la legislatura, tendrá una posición privilegiada en una provincia que podría ser clave en las alianzas para la configuración del próximo gobierno regional. Ciudadanos está en condiciones de disputar a Podemos el quinto diputado por Guadalajara, y sobre todo después del lamentable espectáculo que esta formación está dando en el final de legislatura por la guerra a muerte entre David Llorente y José Gacía Molina, y que podría terminar con un fracaso político rotundo si no aprueba ninguna de las leyes en las que ha estado trabajando cuatro años. Con sus correspondientes asesores.

Y a la derecha de la derecha está Vox.  Calladitos en Guadalajara,  pero que ahí están, con altas posibilidades de entrar en el Ayuntamiento de la capital,  amenazando seriamente al segundo diputado del PP por Guadalajara, a la mayoría popular en el senado y con algunas  opciones para luchar por el quinto diputado en las regionales,  si el voto se dividiera en cinco bloques: PSOE, PP, C’s, Podemos y Vox.  A falta de encuestas fiables, hay que fijarse en la tendencia que marque Madrid, y a partir de ahí a echar cuentas. Si Vox obtuviera una representación similar a la andaluza, lo sería a costa del adelgazamiento del PP, aunque con una gran paradoja: Francisco Núñez, aun teniendo menos respaldo que Cospedal, tendría más posibilidades de gobernar que la ex lideresa. Todo dependerá de Vox. Y de Ciudadanos, que en las autonómicas y locales no vetan acuerdos con el PSOE, como lo han hecho en las Generales después de que Pedro Sánchez no renunciara a nuevos pactos con los independentistas,  e intente absorber a Podemos en su estrategia frentista de erigirse como única alternativa de izquierda frente a la amenaza “de las derechas”.

Esto es lo que hay, y no es poco. Porque vamos hacia las elecciones más abiertas desde la Transición, como explicaré en mi próximo post. También en Guadalajara.

Pie de foto: Magdalena Valerio y Pablo Bellido colocando unas flores en el cementerio de Guadalajara 

“Qué qué vergüenza, pero si son independentistas”

En una de mis películas favoritas, Casablanca, hay una escena sublime en la que el bon vivant capitán Renault  (Paul Henreid), tras permitir el vibrante canto de La Marsellesa frena la protesta de un grupo de oficiales nazis ordenando el cierre del local de Rick (Humphrey Bogart), con la expresión: “Qué verguenza, aquí se juega”, y segundos después un camarero le viene a traer la comisión del día por hacer la vista gorda.

Esta delirante escena me vino el viernes a la memoria después de escuchar, en el primer mitin de campaña que Pedro Sánchez nos dio en La Moncloa, para anunciar la convocatoria de elecciones el 28 de abril, y que podría haber explicado el presidente del Gobierno al modo del capitán Renault diciendo algo así como :”¡qué vergüenza, pero si resulta que Torra y compañía son independentistas”.

Pero lo peor no es esto, sino la respuesta que dio en la rueda de prensa cuando una periodista le preguntó si después de las elecciones reeditaría la mayoría que le llevó a La Moncloa o preferiría un acuerdo con Ciudadanos. Y el presidente del Gobierno, ya candidato a la reelección, desperdició una ocasión para poner pie en pared sobre su devaneo con el independentismo, y sugirió que habrá que ver qué mayorías se pueden conformar tras las elecciones.

Casablanca termina cuando el capital Renault reniega de los  colaboracionistas en la África francesa ocupada,  arrojando a una papelera una botella de agua de “Vichy”, en una alegoría paradigmática sobre el gobierno títere de Petain, y abrazadado a Rick, otro hombre de mundo pero no exento de principios, proclaman el nacimiento de una nueva amistad y de una nueva Francia.

Al no querer establecer ninguna línea roja, Sánchez prefirió seguir las enseñanzas de Groucho Marx cuando dijo, «señora, estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros». Lo importante es alcanzar el gobierno, y luego ya veremos si para ello hay que pactar con los liberales de Rivera, si con el populismo de izquierda o con los del chalé de Waterloo.

Esto es lo que hay, para que no vayamos animando.

Foto: El capitán Renault (Paul Henreid) con Rick (Humphrey Bogart) en la escena final de Casablanca (1942)

Burkina Faso

Permítanme la escatología. Dejar una boñiga en el centro de flores del Consejo de Ministros no va estrictamente contra la Constitución, pero es una guarrada inaceptable. Los ministros del Gobierno nos intentaron convencernos el  martes de  que nombrar a un mediador o a un “relator”´- para ¿vigilar?, ¿dar fe?- en las negociaciones entre el Gobierno de Sánchez y los independentistas  se harían siguiendo los cauces institucionales, pero el viernes tuvieron que plegar velas ante lo que se les vino encima. Olía fatal. España no es Burkina Faso, sentenció Alfonso Guerra ; y lo clavó.

Si lo del mediador era una guarrada, el marco y el contenido en que se debería haber producido ese diálogo era aurora boreal. Un tufo a Herri Batasuna que tiraba para atrás. El marco: una mesa de partidos, fuera del parlamento, y en la que no estaban los partidos que tienen más escaños en el parlamento catalán y español: Ciudadanos y  PP. ¿Y qué pretendían los independentistas que se negociara en tan singular mesa? Un documento con 21 exigencias, entre las que se encontraban el derecho de autodeterminación. Corolario: un despropósito de tal calibre, que hizo saltar de la silla a dirigentes socialistas como Emiliano García-Page, recordando que “ni este gobierno ni ninguno» tiene autoridad para negociar en nombre de todos lo que es la soberanía nacional”. Y luego dijo aquello de que es mejor ponerse una vez rojo, recordándoselo  a los independentistas, que ciento amarillo.

Pero es que además Pedro Sánchez había metido la zorra en el corral. A la vuelta de la esquina hay elecciones autonómicas, y los Lambán, Fernández Vara y García-Page fumaban en pipa por las repercuciones que podría traer la ocurrencia.  «El único problema es que cuando hablamos de estos problemas que afectan a todos los españoles, y ya no digamos, en términos electorales, a los alcaldes y presidentes que nos presentamos a las elecciones dentro de unos meses, todos queremos estar al tanto, lógicamente, y opinar».  Le recordó también el presidente de Castilla-La Mancha, el que mejor  le dan las encuestas de los tres.

La presión se hizo insoportable y la vicepresidenta del  Gobierno, Carmen Calvo, que ha salido de esta crisis más quemada que una pastilla de uranio en el reactor de la nuclear de Trillo, plegaba velas el viernes y se corregía así misma. Con un par.

Llegado a este punto, el Gobierno de Sánchez en apenas unos días ha conseguido dos cosas: movilizar con éxito a su oposición, desde el centro liberal de Ciudadanos a la derecha radical de Vox. Y sembrar el desconcierto entre su propio partido por la exhibición de inconsistencia (y fruslería)  dada por el Gobierno.  Y es que al final, y cito otra vez a Alfonso Guerra, con 84 diputados es imposible que un gobierno pueda defender sus postulados.

Por tanto, el problema de Pedro Sánchez lo tiene en el origen de su gobierno, en la  imposibilidad de construir una mayoría parlamentaria con los independentistas, que quieren romper España y saltarse para ello la Constitución, que deja muy clara en quién descansa la soberanía.

Veremos , el miércoles, si Esquerra y PDCat dejan sin oxígeno al Gobierno y mantienen sus enmiendas a la totalidad de los Presupuestos. O ante lo que se les puede venir encima, de convocarse elecciones  inmediatas, optan por la muerte lenta de un gobierno Sánchez,  que está agarrado a la brocha de Puigdemont y debería saber que su tiempo ha terminado.  Viendo el tacticismo  con el que se maneja el presidente del Gobierno, cualquier cosa puede ocurrir. Hasta el indeseable Superdomingo, que robaría a autonomías y ayuntamientos el debate y atención que merecen por el ruido de unas elecciones con cinco urnas.  ¡Pero que sea cuanto antes! Porque España y la situación económica con la que habrá que lidiar, con signos de desaceleración  en el horizonte, exige de gobiernos sólidos y presidentes serios.

CIUDADANOS DESHOJA LA MARGARITA.-  Los candidatos de la formación liberal se están haciendo esperar,  una vez que los dos partidos mayoritarios han descubierto sus cartas: Román y Rojo. En Guadalajara, su portavoz municipal Alejandro Ruiz no suelta prenda, aunque por lo que yo sé está más por la labor de irse a la política regional que de seguir en el Ayuntamiento. Pero no es fácil buscarle un sustituto.  Yo veo en el paisaje tras el 26-M a un vicepresidente regional de Ciudadanos, no sé si con Page o con Núñez (habrá que ver si el algoritmo andaluz funciona en Castilla-La Mancha , yo tengo mis dudas por el  adelgazamiento de diputados que impuso Cospedal),  así que el horizonte personal en el palacio de Fuensalida  puede ser más atractivo que una vicealcaldía con Román (que ya podría haber obtenido en la actual legislatura). Pero habrá que ver qué pasa con Orlena de Miguel, la concejala de Torrejón del Rey, que ha ejercido de portavoz regional de Ciudadanos durante toda la legislatura, y que también aspira al premio gordo.

Esto es lo que hay. En dos o tres emanas veremos si hay entente;  si hay Primarias regionales en Ciudadanos ; y con cuántos candidatos.

 

El PSOE de Azuqueca, una caja de bombas

La sede del PSOE de Azuqueca lleva tiempo cerrada, porque como ya no aportan los cargos públicos lo acordado no hay para pagar el alquiler. Y el Grupo Municipal no se reúne antes de los plenos, con lo que los concejales que están enfrentados al alcalde, José Luis Blanco, no saben cómo se ha cocido, como cualquier edil  de la oposición. Son dos ejemplos ilustrativos de la situación  por la que pasa el histórico partido en Azuqueca, que siempre ha tenido la responsabilidad de gobernar (excepto la  media legislatura del popular Moraga, porque no hubo acuerdo con IU) desde que el PSOE acunó en su seno a Florentino García Bonilla, el primer (y el mejor)  alcalde azudense de la democracia, un independiente que se presentó por el PCE de Paco Palero.

El PSOE de Azuqueca ha pasado por muchos avatares, ha sufrido las luchas internas de las familias que se han ido sucediendo en el tiempo, pero nunca ha dado la nota tanto como ahora. Y lo acabará pagando.

Lo ocurrido tras la proclamación por Ferraz de José Luis Blanco como candidato a la reelección, no es ninguna sorpresa, dado la mano que el actual alcalde de Azuqueca tiene en la Ejecutiva Federal, a cuyo comité federal pertenece,  después haber encabezado la cruzada sanchista en Castilla-La Mancha, y singularmente las Primarias contra García-Page por la secretaría regional del PSOE, de las que se quitaron de enmedio los primeros espadas del sanchismo regional llamados a otras responsabilidades con más moqueta. Blanco libró esa escaramuza.  En el sinuoso mundo de los partidos políticos se cumple como en ningún otro el refrán español de “quien tiene padrino se bautiza”; y el padrino de Blanco es el encargado de manejar el hisopo con el agua bendita desde la Comisión de Ética y Garantías.

No ha sido pródigo Ferraz en explicaciones.  La versión de Blanco es que  tras llegar avalada su candidatura por el 57,8 por ciento de la militancia de la Agrupación del PSOE de Azuqueca de Henares fue propuesta a la citada comisión y esta la proclamó. Se presupone que en ese porcentaje de apoyos se incluye el grupo de nuevos  afiliados que volcó la mayoría en el PSOE de Azuqueca, y que la actual Ejecutiva Local y Provincial considera afiliación “irregular”, porque dice haber comprobado que  47 de ellas aparecen afiliadas en las últimas horas de la fecha de cierre del censo. “Respetar a la militancia de la agrupación e intentar ganar a toda costa inflando el censo en más de un 25% en el último momento no parecen cosas compatibles”, se queja la Ejecutiva Local en un duro comunicado en el que acaba calificando al actual alcalde de “candidato impuesto”.  Hay que recordar que para poderse celebrar las Primarias al ser Blanco el alcalde es necesario que lo pidiera la mitad más uno del censo, con lo que esta operación de ampliación del censo taponó esa posibilidad. Claro que también él podrá legítimanente  decir que la Ejecutiva Local podría haber hecho lo mismo, buscar nuevas afiliaciones. Lo que demuestra una cosa: en estas elecciones internas, mal llamadas Primarias, en las agrupaciones pequeñas la clave está en el que controla el censo y lo cierra, lo da lugar a  corruptelas. Casi me quedo con el antiguo sistema representativo del  PSOE  de Alfonso Guerra, que controlaba el aparato, pero por lo menos  no se engañaba a nadie y evitaba el espectáculo actual de lo que llaman “nueva política”, y que acaba siendo más vieja que el hilo negro. Mientras las Primarias no estén abiertas a los simpatizantes, y puedan elegir a sus candidatos como en Estados Unidos o Francia, esto es pura filfa.

En un segundo plano ha quedado un asunto más farragoso, como es la denuncia interna presentada contra Blanco por la Ejecutiva Provincial por el llamado «asunto de las productividades», y que hace referencia a los pagos por productividad a un alto funcionario municipal. Sucede que por un caso similar y con la misma persona beneficiaria se abrió una investigación judicial al antiguo alcalde popular de Trillo. Los Servicios de Asesoría Jurídica del PSOE Federal señalan que “no existen indicios suficientes tras el examen de la documentación aportada, para iniciar acciones disciplinarias ni judiciales frente a la actuación del Alcalde de Azuqueca de Henares (Guadalajara) por parte del CEF”. Y han dado el asunto por liquidado. En este caso, la Ejecutiva Local nos adelanta  en su comunicado que no va a lavar estos trapos en público, y menos en época preelectoral,  aunque por aquello de pescar en río revuelto nada impide a otro partido llevar el asunto a los Tribunales. Rumores hay.

Así está el panorama, y no pinta bien para el PSOE en Azuqueca, porque si hay algo que castiga el electorado es la exhibición de las divisiones internas en los partidos. Y si en Andalucía una parte del electorado socialista se quedó en casa por el cansancio,  la corrupción y los eres falsos,  ya veremos lo que puede pasar en Azuqueca cuando  la Ejecutiva del PSOE  local termina su comunicado diciendo que “no nos hacemos responsables, dado que se ha tomado a espaldas de la Agrupación y de su militancia la decisión sobre la persona que debe encabezar la candidatura, de los resultados que se obtengan en las próximas elecciones”. Pues cuidado, porque ese día también hay otra urna en la que pone autonómicas (Page) y otra Europeas (Sánchez).

Estoy convencido de que unas Primarias con su urna y la votación de los militantes, los que fueran, no habría cauterizado las heridas del PSOE de Azuqueca, que van más allá de la artificial  división entre sanchistas y pagistas, entre Blanco y Bellido,  pues se remontan a las guerras púnicas del socialismo local. Pero por lo menos de cara al atribulado electorado socialista, habría sido como un lavado de cara. Le habría venido bien incluso a Blanco.  Aunque como he repetido en anteriores artículos y tertulias, era de esperar el desenlace. Feo.  Ahora a ver  qué pasa con el resto del proceso, porque habrá que confeccionar la candidatura y en última instancia ser aprobada por los órganos del partido a nivel provincial y regional. Tela marinera.

Foto: Blanco recibe la vara  de Bellido en la Alcaldía de Azuqueca.

Una historia interminable a la que se ve un fin y un reconocimiento

Las cosas de palacio van despacio, dice un refrán español que sería de justa aplicación al desarrollo del nuevo campus de Guadalajara. Un campus que en su inicio iba a ubicarse a extramuros de la ciudad, en el polígono del Ruiseñor, una gran error a mi entender  porque habría generado muy pocas sinergias a la economía de la ciudad, aunque tras la crisis se corrigió el tiro y acabó en el complejo de Las Cristinas. Con ello se mataban dos pájaros  de un tiro: el campus no se marchaba a un descampado de la ciudad (no hay que olvidar que el Aulario Univesitario de la calle Cifuentes dejará de utilizarse como tal) y se aprovecha el complejo de Las Cristinas, en desuso desde que cerró el antiguo Colegio de Huérfanas Militares y luego el colegio público ocupó solo una parte del mismo. García-Page acertó asumiendo una reividicación histórica del Ayuntamiento de Román y aunque dilatado en el tiempo, esta vez se van a hacer las cosas bien. No saben cómo envidio a Alcalá de Henares, con unos de los mejores cascos históricos de España, a lo que no es ajeno la rehabilitación de edificios públicos que se pudieron hacer en complicidad con el desarrollo de la Universidad de Alcalá. En Guadalajara hubo que levantar unos nuevos juzgados y se lo llevaron a las afueras, en  un edificio de nuevo cuño, cuando se podría haber rehabilitado el Fuerte de San Francisco. Por no hablar de lo que piensa hacer el Ministerio de Justicia con el actual edificio de los juzgados. No tienen ni idea. ¿Pasto para robacobres?

El Alcalde y Eladio Freijo, en las instalaciones de la Fuente de la Niña.

Ya digo que no ha sido fácil el camino del nuevo campus universitario y en eso me recuerda a la ampliación del Hospital, que debería estar hecho hace ocho años, con lo que se habría evitado el colapso del actual en algunas especialidades.  Cospedal fue presidenta de Castilla-La Mancha gracias a los decisivos votos de Guadalajara, pero solo días antes de acabar la legislatura firmó un protocolo sobre el campus, que lo dejaba todo a un convenio a desarrollar en el siguiente mandato. Y como en el siguiente mandato salió Emiliano García-Page, hubo que empezar de nuevo, como  los malos estudiantes. Media legislatura se empleó en convencer a Page de que cambiará la Junta de opinión y respaldara la opción de Las Cristinas, que por cierto había defendido Magdalena Valerio mucho antes de ser ministra. Y cuando se tiró por ese camino, se emplearon casi dos años en discusiones entre el Ayuntamiento y Junta  sobre cómo  había que dar forma jurídica al papeleo, primero la compra a Defensa de Las Cristinas; y luego diseñar el nuevo campus  con la Universidad de Alcalá.

El Ayuntamiento de Guadalajara quiso, con acierto, que la titularidad del nuevo campus fuera de la Universidad de Alcalá, lo que aseguraba el estatus de nuestra provincia y de la propia UAH, la única que tiene un campus a caballo entre dos autonomías, algo que ahora sería imposible en este país entregado a los nacionalismos, los soberanistas y los de campanario. También era lógico que si la ciudad iba a entregar a Defensa, en compensación,  unos terrenos urbanizables que cuestan casi 8 millones de euros, quisiera que la inversión de la Junta estuviera garantizada y no quedara en un brindis al sol. Por su parte, el Gobierno regional no quería comprometerse por escrito  en una financiacion plurianual de unos 50 millones de euros, que alcanzaba a dos legislaturas; y la cosa se atascó. Después de muchos reproches y toneladas de demagogia en los periódicos se buscó  una solución para salir del atolladero: sería la Universidad de Alcalá de Henares la que garantizaría esa inversión, aunque fuera por vía indirecta y de aquella manera, ya que el dinero lo pone el gobierno regional.

El convenio tiene sus recovecos, sí, pero no voy a ser yo el que le ponga pegas.  Se firmará el el 6 de febrero (no se ha anunciado dónde, aunque lo lógico es que fuera en el campus de Guadalajara) y sienta las bases  para que Guadalajara pueda tener la universidad que se merece en el segundo tercio del siglo XXI, ya que junto a las titulaciones que ya se imparten  ( Magisterio, Turismo, Lenguas modernas y traducción, ciencia y tecnología de la Edificación o ADE, entre otras) se pondrán en marcha un Grado en Logística (con posible ampliación y vinculación hacia otras disciplinas como ADE o Ingeniería Industrial) y un Grado en Ingeniería Biomédica.

Un éxito y un reconocimiento.- Se tendrá que ir Eladio Freijo, uno de los mejores gestores deportivos  de España, que trabaja por cuatro perras para la ciudad de Guadalajara, para que algunos cantamañanas le reconozcan, y no ensucien,  su trabajo al frente de la Concejalía de Deportes, ciertamente apoyado por el alcalde de la ciudad, lo que es indispensable.  Freijo se inventó la acogida de campeonatos de España de categorías menores y se demostró que tenían un retorno económico a la hostelería y restauración de la ciudad todavía mayor que los senior, porque con los deportistas vienen a menudo sus padres, sus abuelos y la tía soltera del pueblo a ver a sus maravillosos chavales. La memoria dice que la declaración europea de Guadalajara ha dejado a la ciudad y en el entorno (que muchas veces ha llegado hasta Alcalá de Henares) cerca de 80.000 pernoctaciones.  Más datos: durante 2018 se han realizado 231 eventos de élite, de ellos 17 internacionales. Este volumen de eventos ha traído a unos 6.000 deportistas y han sido seguidos por 26.000 espectadores.  El turismo deportivo ha creado importantes sinergias en la economía local, y sectores como la restauración y la hostelería han incrementado sus ventas un 7%. En sectores como el comercio, transportes y gasolineras, el incremento se estima en un 8% y en sectores auxiliares como las empresas de suministros y las agencias de viajes han experimentado un incremento de la facturación un 3% de media. Y todo esto se ha hecho sin abandonar la atención al deporte y los clubes locales pues Guadalajara se encuentra a la cabeza de las ciudades españolas que más recursos destinan al deporte, 125,32 euros por habitante, siendo la primera capital de Castilla La Mancha, seguida muy lejos de Toledo con 59.95 € por habitante, según los datos recogidos en una reciente sesión de “Guadalajara empresarial”.

Llevaba unas semanas sin posibilidad de renovar este blog, y no he querido dejar pasar esta reflexión y este reconocimiento ahora que ha acabado con éxito la condición de “Guadalajara, Ciudad Europea del Deporte 2018”. Hay veces que tienen que venir gente de fuera para subrayarlo: “»Guadalajara es la ciudad española que más invierte en deporte; la que más actividad deportiva genera y más campeonatos de España de alto nivel y de base celebra”. Lo dijo Alejandro  Blanco, presidente del Comité Olímpico Español. Esto es lo que hay.

Román se tira al ruedo

Eran las 10,55 del  lunes cuando Antonio Román llamó al vicesecretario nacional del PP, Javier Maroto, para anunciarle lo contrario de lo que le había anticipado  apenas hace unas semanas: que se presentaría a la reelección para la Alcaldía de Guadalajara. Luego se lo trasladó a su directora de comunicación para que convocara  una rueda de prensa urgente y hacerlo público al mediodía y así evitar filtraciones.  A los concejales del Grupo Popular los citó a las 11,30 para que fueran  los primeros en saberlo, después de su familia,  y a la presidenta del  PP provincial y concejal, Ana Guarinos, que estaba de rueda de prensa en Toledo, le mandó un un WashApp. También habló con Paco Núñez, el presidente del PP regional, que recibió la noticia con alborozo.  Y justo a las 12 en punto lo hizo oficial. Ya no hay marcha atrás. Román será candidato a la Alcaldía por quinta vez consecutiva: la primera oportunidad fracasó, con 12 concejales, por un acuerdo entre PSOE e Izquierda Unida. A la segunda fue elegido alcalde con 13 ediles (mayoría absoluta), en la tercera batió el récord con 16 ediles, y en esta última legislatura bajó a 11 pero gobernó en minoría por el acuerdo de investidura con Ciudadanos.

Antonio Román, que llegó a decir que entre 8 y 12 años de mandato estaban bien  para un alcalde, ha cambiado en los últimos meses de opinión. Fue a raíz del acuerdo de mesa camilla entre la cúpula de los presidentes provinciales del PP, animados por Vicente Tirado, para sustituir a Cospedal de la presidencia regional, y que dejó fuera a algunos barones del PP, entre ellos el propio Román. Un acuerdo que aumentó sus diferencias con Ana Guarinos, quien dio soporte a Paco Núñez en Guadalajara incluso  antes  de descartarse  Román para unas Primarias a las que también concurrió, con escasas posibilidades, Carlos Velázquez, el alcalde de Seseña. Muchos de sus colaboradores no entendieron muy bien por qué Román amagó, pero no dio, y sin embargo les decía que podía ganarlas. Pero lo que el  Alcalde tuvo muy claro entonces es que no le iban dejar pilotar su sucesión e impulsar la candidatura de su vicealcalde, Jaime Carnicero. Si Román quería seguir no iba a tener ningún problema, porque es el más popular en los sondeos internos que hace el PP,  el partido hará piña, y aparcará las diferencias. Pero si renunciaba  ya tenían otro candidato, Alfonso Esteban, el teniente alcalde que ha hecho una buena gestión de la Hacienda municipal, y próximo a la presidenta provincial. Si a esto sumamos que Román se considera el más capacitado para muñir un gobierno de centro-derecha  con Ciudadanos, y que no tiene remilgos en llegar a acuerdos con VOX, algo explica el cambio anunciado este lunes. Lo que pueda pasar a partir de ahora está en manos de los electores.

Las últimas encuestas avanzan  una potente irrupción de VOX  en los ayuntamientos grandes, algo que no le viene mal a los intereses de Román, un democristiano de carné. La autopista se ha ensanchado por los extremos y aunque a algunos de los que vivimos la Transición nos suscitan preocupación los populismos es inevitable que confrontarán en las instituciones locales y autonómicas. La última encuesta de GAD3 corrobora que los resultados de Andalucía son trasladables a las comunidades autónomas sin lengua  vernácula, donde resiste mejor Pedro Sánchez, lo que nos llevaría a una situación insólita: que el PP aun perdiendo votos a chorros  podría ganar gobiernos,  si es capaz de llegar luego a acuerdos con  Cs y VOX en las insituciones. El problema para este PSOE de Sánchez es que ha puesto todos los huevos en la misma cesta, una alianza más a la izquierda con Podemos, y después de haberse juntado con los independentistas le va a costar que la bisagra pueda girar hacia Ciudadanos, un partido antinacionalista. Eso explica algunas conclusiones  de la citada encuesta, como es que a pesar de que el PSOE recupera un millón de votos, y pasaría de 85 a 104 diputados, cede casi medio millón a Ciudadanos, por lo que con la caída de Podemos de 71 a 38 escaños, no le valdría para gobernar.

La radicalización de la política española que se inició con Podemos, y acabó alumbrando a VOX, como reacción a los dislates de los independentistas nos llevará a un campo de juego inédito en grandes ayuntamientos y autonomías no nacionalistas: cualquier cálculo habrá que hacerlo pensando en cinco partidos  y como no es fácil que en unas autonómicas que Ciudadanos pueda hacer el sorpasso al PP,  las posibilidades de Antonio Román o de Paco Núñez se incrementan exponencialmente al número de votos que pudieran perder, hasta dos millones de sufragios que apoyaron a Rajoy el 26-J y que ahora podrían viajar a VOX y Ciudadanos.

Pero esto es lo que hay. Esta vez los restos de la Ley Hont, más que nunca, pueden ser una lotería.

P.D. Impagable el favor que la ministra Ribera, una urbanita a la que se le escapa cualquier clave que se maneja en la España interior, el que ha hecho a PP, Ciudadanos y VOX. A Núñez solo le falta vestirse de torero para la campaña y a García-Page irse por los pueblos de verde oliva y sombrero tirolés como si viniera de cazar. Con amigos como la ministra del cambio climático o el hijo de Carbonerito ¿ para qué hacen falta  enemigos? ¡Ay Page, qué difícil te lo están poniendo!  ¡Solo le faltaba que Sánchez metiera una cuarta urna el último domingo de mayo para liarla del todo!

Un tiempo nuevo, no solo en Andalucía

El resultado de la elecciones andaluzas marcan un tiempo nuevo para la política española, porque se han celebrado en clave nacional y muchas cosas son trasladables fuera de la comunidad  andaluza.

El PSOE aun ganando es el gran perdedor de los comicios, un sabor amargo que ya experimento el PP en multitud de ocasiones, lo que le llevó a practicar un discurso (el del gobierno de la lista más votada) que ha tardado apenas un minuto en olvidar. No sería justo descargar, como intenta la Ejecutiva de Pedro Sánchez, toda la responsabilidad sobre Susana Díaz, aunque la presidenta  pecó de soberbia y de inocencia: debió ser la única que se creyó la patraña del CIS de Tezanos, y dio por hecha su victoria.  Pero ella no puede ser la responsable de que el PSOE-A tenga a dos ex-presidentes procesados, a más de veinte altos cargos enfangados en procesos de corrupción (algunos con puticlubs y cocaína por medio), y que una parte del electorado socialista haya dicho ¡basta!: a estos les viene bien una temporada en la oposición, ha pensado. Hasta ahora, el PSOE andaluz no había pagado por la corrupción y en esto el comportamiento  de su electorado no es diferente al del PP, cuando retiró la mayoría absoluta a Rajoy en un momento en que se empezaba a salir de la crisis.Y Susana Díaz tampoco es responsable de la política de  alianzas de Sánchez con el independentismo, de su alocada moción de censura,  o de los escasos resultados en la política de apaciguamiento que cual Chamberlain practica el presidente de Gobierno en el conflicto catalán.  Todo esto, y el lógico desgaste por los 38 años de gobierno socialista ininterrumpidos se han traducido en una sangría de 14 diputados y casi 16 puntos.

El PP tuvo un resultado objetivamente malo, pero le abre la puerta a lo que no consiguió Javier Arenas con 17 diputados más y casi el doble de votos: llegar al palacio de San Telmo. Ha perdido 7 diputados y casi siete puntos,  aunque por la cara de Moreno Bonilla en la noche electoral se diría que había superado al Partido Socialista, cosa que sí logró Arenas. Hoy, habrá visto las cosas con más sosiego y verá que su investidura está complicada, porque el candidato de Ciudadanos le va a reclamar la presidencia.  Y el PP tiene cinco escaños más.

Ciudadanos ha sacado 12 diputados más que en 2015 y sube del 9,28 al 18,2 % de los votos. No consiguió el “sorpasso” pero es un gran éxito. Y ahora tiene un dilema: sabe que ha recibido esos votos para el gran cambio, lo que le desaconseja un pacto con el PSOE, que tampoco aseguraría nada, porque entre ambos les falta 1 diputado para la investidura. Pero cuando tienen tan cerca el sorpasso difícilmente se van a acomodar  a ir de acompañantes en un gobierno de Moreno Bonilla. Un dilema que van a tardar meses en resolver.

Y luego está VOX, el perejil indispensable en cualquier salsa para investir cualquier gobierno entre PP y Ciudadanos. Han pasado de no tener ningún diputado a lograr 12, con casi un 11 % de los votos. A algunos les habrá causado gran sorpresa. Yo lo llevo advirtiendo desde hace tiempo. ¿Es que alguien piensa que cuando se ha instalado en el parlamento un populismo de izquierdas, que quiere cambiar sin consenso la parte  esencial de la Constitución (la soberanía que sustenta el pueblo español en su conjunto, la monarquía parlamentaria  y la economía social liberal ) no va a salir desde el otro lado un populismo de derechas que defienda todo lo contrario a imagen y semejanza de lo que está sucediendo en Europa, elección tras elección? La historia nos ha enseñado que el populismo y los extremos son vasos comunicantes, y cuando se calienta a la gente con  retórica gerracivilista,  se practica el buenismo en la política migratoria o se contemporiza con los que quieren romper España, y  se deja que se pongan la Constitución por montera, se está dando alas a los populistas que con recetas simples quieren resolver los problemas complejos que presenta la sociedad actual.  Así que no se rasguen ahora las vestiduras con que llega la extrema derecha.

Como dice mi admirado Leopoldo Torres en nuestro Especial Constitución: «Hay un exceso de catastrofismo, se ha hecho sistemático el trato al adversario como enemigo, a menudo con gesto pendenciero y abandono del respeto debido a los rivales y sustitución del debate de ideas por el insulto soez, la injuria, el exabrupto grosero y el discurso del odio, todo ello con descrédito de las instituciones del Estado de Derecho». O como nos advierte mi no menos recordado Paco Palero, el líder del PCE alcarreño en la Transición: «Pero sobre todo quisimos poner fin a esas dos Españas que tan bien retrató el genial Goya con su Duelo a garrotazos, o el poeta Machado -Don Antonio-, cuando años más tarde habló al españolito, afirmando que una de las dos Españas había de helarle el corazón: los constituyentes no queríamos para nosotros, ni para nuestros hijos, ni para nuestros nietos, ni para los nietos de nuestros hijos, más garrotazos ni más españoles helados”. Cuando se juega a sembrar odio, a desenterrar dictadores de los que no se acordaba nadie, a la confrontación en la calle, se ensanchan los extremos, pierde la moderación,  y esto es lo que ha pasado en Andalucía.

No quiero hacer pronósticos sobre cómo terminará este embrollo en Andalucía, aunque sospecho que algo tendrán que acordar PP y Ciudadanos, porque si no son capaces de impulsar ese cambio las urnas no les van a dar una segunda oportunidad.  Pero lo que está fuera de dudas es que la política nacional española ya es cosa de cinco, el bipartidismo quedó más lejos que las guerras carlistas y el mapa andaluz se va a trasladar a los ayuntamientos y comunidades autónomas a partir del mayo, aunque en Castilla-La Mancha la avería para el PP y el PSOE puede ser menor,  gracias…a la reforma jíbara que hizo Cospedal y que nadie ha tocado en la actual legislatura.

Esto es lo que hay. ¿Les parece poco?

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