Estigmas

En Guadalajara gobierno y oposición municipal tienen montado un debate con aires de ateneo sobre qué estigmatiza más, si que las familias con problemas vayan a recoger la ayuda alimentaria a un local del Ayuntamiento, como defiende el PP,  o  que sean los propios niños los que reciban esos desayunos o suplementos alimentarios en el colegio.

Pues bien, yo creo que ambos tienen razón. Estigmatiza y seguro que les da vergüenza a esas familias que algún día fueron de clase media y que ahora tienen que hacer cola frente a un local municipal para recibir medio litro de leche al día y algunas bolsas de galletas. Y estigmatiza que los alumnos de un colegio tengan que dejar a sus compañeros habituales y marcharse a un aula aislada a recibir el suplemento alimentario que se supone no les dan en su propia casa. En los colegios se sabe todo y esas aulas pronto serán los comedores de los pobres. Y puede ser cruel.

Me parece más completo el programa alimentario que hay en Azuqueca, también más costoso para el Ayuntamiento. Y me gusta sobre todo que junto al bocadillo de la tarde haya clases de refuerzo. Lo mejor. Pero  también creo que entre un estigma y otro, los adultos tienen más capacidad de sobreponerse.

Y otra cosa más, muy importante a mi juicio. Los centros escolares tienen capacidad para detectar si un niño está bien o mal alimentado, pero escasa para investigar si esa falta de alimentación proviene de un problema económico o por una mala organización familiar. Esa es tarea de los trabajadores sociales. Estos programas tienen que saber discriminar sobre quiénes los reciben, para que nadie piense que es obligación del ayuntamiento dar de desayunar y merendar a todo hijo de vecino. Porque se levantarían ronchas entre los demás padres.

Está bien que los ayuntamientos tengan estos programas de asistencia para situaciones de emergencia. Y nos debería llevar a la reflexión cómo hemos podido llegar a una situación como la presente, en que 187 niños y niñas de Azuqueca y 250  de Guadalajara tienen que recurrir al Auxilio Social, como en la posguerra.Pero todavía sería más importante empeñarnos  en  salir  minimamente unidos de esta  postración y no repetir errores y políticas fracasadas.. De los dos.

Porque el peor estigma es el paro. No lo duden.
Esto es lo que hay.

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