En la bolsa de candidatables del PP a la Alcaldía de Guadalajara, hoy gana muchos enteros la posibilidad de que Ana Guarinos sea finalmente la candidata. Mis fuentes me confirman por varias vías que es la propuesta de Paco Núñez, y la que llegará a la Ejecutiva de Feijóo para su ratificación y proclamación definitiva al ser Guadalajara una capital de provincia. Aunque en un primer momento desde la Ejecutiva del PP de Guadalajara se pensó en Alfonso Esteban, el actual secretario provincial como candidato, al final se ha impuesto el criterio de Núñez, y es inimaginable que en Madrid vayan a enmendar la plana a un barón regional. Medios de comunicación próximos al PP en la región lo han confirmado hoy.
Paco Núñez debe mucho a Ana Guarinos, porque tras la marcha de Dolores Cospedal, otra gan valedora de aquella, fue una de las impulsoras del nombramiento del ex alcalde de Almansa frente a otras opciones que se plantearon como las de Antonio Román o Carlos Velázquez. De hecho este último es el candidato a la Alcaldía de Toledo, con lo que, por ahí, el frente está tapado. Si bien en cierto que Guarinos no se postuló en un principio para el cargo al final tampoco lo ha rechazado cuando Núñez empezó a manejarlo por encima de la opción de Alfonso Esteban. A la elección de una mujer, como Guarinos, también ha ayudado que el resto de candidatos del PP en las capitales de la región son hombres, menos en un caso, y el tablero había quedado muy descompensado. Núñez quería más mujeres.
Ana Guarinos ha sido varias veces concejal del Ayuntamiento de Guadalajara, aunque su dedicación fue residual, porque en esos momentos ocupaba otros cargos regionales o provinciales de gran relevancia, como la presidencia de la Diputación o la portavocía del Grupo del PP en las Cortes de Castilla-La Mancha durante el mandato de Cospedal. Por ello no se puede decir que sea una experta en la cocina del Ayuntamiento de Guadalajara, aunque sí que conoce bien la administración local. Es la segunda vez que aspira a una alcaldía, ya que cuando estaba comenzando en política fue candidata, sin éxito, a la de Molina de Aragón, donde es originaria su familia. Licenciada en Derecho y estudiante en Zaragoza, donde nació, los que la conocen más estrechamente, destacan de ella su gran capacidad de trabajo (casada y sin hijos, su vida es la política) y a mejorar su empatía en la relación con la gente. En la antigua división de halcones y palomas que se impuso en la política mundial desde Kissinguer, Guarinos estaría entre los halcones y en la línea más dura contra el gobierno regional de Page y del sanchismo en general. En eso no va a desentonar de Vox.
Guarinos no pudo presentarse a la reelección como presidenta de la Diputación de Guadalajara -una elección indirecta y de tercer grado- porque Ciudadanos la vetó y tuvo que conformarse con la vicepresidencia primera en su segundo mandato.Su cargo de presidenta provincial del PP de Guadalajara nunca fue cuestionado, aunque todo cambió a raíz de las elecciones de hace cuatro años cuando Vox consiguió el sorpasso en Guadalajara y ser más votado que el Partido Popular. Esta circunstancia influyó en que Guarinos no se postulara para una nueva reelección, aunque alentó la candidatura de Lucas Castillo para reemplazarla, que fue a la postre el ganador de las primarias. A ellas no se presentó Alfonso Esteban, ex teniente alcalde con Román, aunque políticamente más próximo a Ana Guarinos, y un hombre muy conocedor de la Hacienda municipal al haber trabajado en ella durante los mandatos de Román. Pero al final, como ya apunté hace unos días, las cosas han cambiado. Y habrá que ver si Alfonso Esteban quiere seguir en primera línea de la política y se podría conformar con ser el número dos de Guarinos en la lista municipal o, desilusionado, prefiere dar un paso a un lado.
Tras el palo que supuso para el PP provincial el resultado de las últimas elecciones Generales, el peor de la historia para los populares, Guarinos se recuperó pronto y entró en una racha favorable; y de la mano de Paco Núñez fue nombrada coordinadora regional del PP de Castilla-La Mancha, en la práctica su número dos. Ahora tendrá que dar un paso al frente en un cargo de responsabilidad directa y en el que no solo valen las siglas sino también el atractivo personal del candidato y su programa, aunque el PP querrá plantear estas elecciones en clave nacional y en las que Sánchez va a estar hasta en la sopa y van a saltar chispas. Todo lo contrario de la estrategia de Alberto Rojo. Esto es lo que hay.