Los candidatos en la línea de salida

Se inicia la campaña electoral para el 28-M, y en lo esencial mantengo mis impresiones que avancé hace unas semanas para las elecciones locales y a la autonomía de Castilla-La Mancha. El mapa electoral ha cambiado respecto a las elecciones de hace cuatro años, y tras la caída imparable de Ciudadanos y Podemos, recuperan fuerzas los partidos tradicionales a la derecha y a la izquierda. En Castilla-La Mancha, solo Vox está llamado a tener representación en las Cortes regionales, mientras que UP, según la mayoría de los sondeos, roza pero no llega a ese 5% necesario para tener opción al reparto de escaños. La reducción de las Cortes regionales que hizo Cospedal y que ha mantenido Page (en la campaña sin el García, para abreviar), deja con pocas opciones a la izquierda neocomunista situada en los extremos del PSOE, y de esta manera el presidente socialdemócrata se muestra como la única opción de gobierno entre el electorado progresista.  

Esta es mi impresión tras analizar los últimos promedios demoscópicos en la comunidad de Castilla-La Mancha.

Page está consiguiendo que las elecciones en CLM sean un plebiscito sobre su persona y su gestión y alejarse del ruido nacional, hasta el punto de que el logotipo del PSOE está relegado a una esquina y hay que acercarse mucho para verlo. /GUDiario

Emiliano García-Page está consiguiendo que la elección se esté convirtiendo en un plebiscito sobre su gestión y su persona, y alejarse así de la política nacional que tanto le perjudica por las alianzas de Sánhez. Esto significa que Paco Núñez, el candidato del PP, no está logrando que cale el mensaje de que Sánchez y Page son la misma cosa, a lo que ayuda bastante las opiniones críticas con que el toledano obsequia a los socios parlamentarios de Sánchez cada vez que tiene ocasión. En este sentido, el mitin electoral en Puertollano que le ha organizado Sánchez y al que está invitado Page es una prueba de fuego para el castellano-manchego sobre la sinceridad de su discurso y una buena ocasión para que Núñez tenga unas fotos con los dos presidentes socialistas, juntos, para decorar la región en lo que queda de campaña electoral. Como decía mi tía: con estos amigos, me quedo con los enemigos.

Este éxito personal de Page viene acreditado en estudios demoscópicos como el publicado este viernes por El Confidencial, que dirige un profesional solvente como es Ignacio Varela (nada que ver con el sectario CIS de Tezanos, aunque también apuesta por Page) y del que destaco que los electores que votaron a Ciudadanos se inclinan por Page en un 29,1% y solo el 24,6% por el PP de Núñez. Y lo destaco porque contrasta con que en otros comicios y sondeos en otras regiones, el antiguo voto de Ciudadanos casi unánimemente se decanta por los candidatos del PP. El fuerte liderazgo de Page se acredita por su alto nivel de conocimiento (97,9%) y una valoración de aprobado (5,8), mientras que el resto de candidatos regionales están por debajo del 5 y a Paco Núñez no le conoce el 40% del electorado, lo que es mucho para haber entrado en campaña electoral. Juegan a favor también de Page que un 45,5% lo prefiera como presidente de Castilla-La Mancha, frente al 11,7% de Núñez; y no menos importante es que la gestión del gobierno de la Junta no suscita rechazo entre el electorado de la derecha, porque el 45,7% lo considera buena, porcentaje que se eleva al 59% entre los que se consideran de izquierdas.

Si nos atenemos al reparto de escaños, según este mismo estudio, Page revalidaría con 18-19 asientos la mayoría absoluta (son 17 escaños), pues ganaría en todas las provincias y solo hay un asiento bailando, precisamente en Guadalajara, entre el PSOE y el PP. Es significativo que el porcentaje de votos de Page supera el 45% en las cinco provincias, menos en Guadalajara, con el 42%. La distribución en la provincia quedaría así: PSOE, 2-3; PP, 1-2; y Vox 1 escaño.  Ya sabíamos por estudios demoscópicos anteriores que las perspectivas de Vox en Guadalajara eran muy altas -entre las mejores de España- y se acredita con el diputado que le concede el estudio citado y sobre todo con el 16,7% de intención de voto, tan solo a 11,1 puntos de lo asignado al PP. Hay que recordar que en las últimas Generales Vox dio el sorpasso al PP en nuestra provincia.  

Así las cosas, podemos concluir que Page sale favorito en este comienzo de la campaña electoral, con 18-19 escaños, por 12-13 el PP y 2 de Vox, aunque como digo siempre, los sondeos solo indican tendencias que al final deben confirmarse o desmentirse en las urnas. Y solo en ellas.

Propaganda electoral en Guadalajara/GUDiario.

Por lo que respecta a las municipales de la capital, hay menos datos porque apenas hay estudios demoscópicos fiables, más allá de los tracking que encargan los partidos.

Mi impresión es que la candidatura de Alberto Rojo será la más votada, aunque esto no significa que vaya a gobernar, si no alcanza la mayoría absoluta (13 concejales), a lo que aspira,  un hito que si bien se ha logrado varias veces en este ayuntamiento por populares y socialistas, lo fue en tiempos más propicios al bipartidismo. Por lo tanto, lo primero que habrá que ver es si la suma entre concejales de PP y  Vox, este bloque de derechas llega a esa cifra mágica. En la actualidad, PP tiene 8 ediles -su peor resultado electoral- y Vox 2. Puede que el PSOE de Rojo no necesite la mayoría absoluta, pero solo si se puede apoyar en algún concejal de Aike o de Unidas Podemos, aunque para ello deberán superar esa barrera del 5%, o no entrarán en el reparto. Ahora, tienen 1 concejal cada uno. Yo veo más desgaste de todo tipo en Unidas Podemos que en los municipalistas woke de Aike, que han presentado una lista potente y aspiran a mejorar los resultados de 2009. Su concurso podría decidir el gobierno municipal.

Seguramente que la clave estará en el destino de los tres concejales que ha tenido Ciudadanos en la última legislatura. ¿Podrá retener alguno? Parece muy difícil, tal y como se han venido sucediendo las cosas en este desnortado partido liberal (incluyendo la tortuosa formación de la lista en Guadalajara), pero hay encuestas que dicen que Guadalajara es la provincia de Castilla-La Mancha donde más aguantan, en torno al 3%. Si no fuera así, habrá que ver si los electores que abandonen CS respaldarán mayoritariamente la candidatura del PP, como sucedió en las andaluzas o en la vecina Castilla y León, o si hay reparto y de él participa también el PSOE y algo Vox. Yo no me atrevo a ir más allá, y solo apuntar que en un ayuntamiento es muy importante ser el más votado, porque en caso de no haber una mayoría alternativa suficiente, su candidato sería proclamado alcalde sin necesidad de pactos previos. Es la ventaja de Alberto Rojo.  

Insisto en que seguramente estamos en las municipales más reñidas de las últimas décadas, por lo que esta vez la campaña electoral, que apenas suele influir en un 5% del electorado, sí podría ser más determinante. Esto es lo que hay.  

P.D.- Solo hay que ver cómo está el Alto Sorbe por la sequía para reflexionar sobre la legislatura perdida en la conexión del pantano de Alcorlo con la depuradora de la MAS en Beleña. O nos podemos las pilas y nos dejamos de fruslerías pseudoambientalistas o pasaremos sed en Guadalajara y en España. Pero de esto se habla poco en campaña electoral.          

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