Archive for febrero, 2015

Reabre el viejo Moderno

Por fin va a reabrir sus puertas la vieja sala del Moderno que, antes de su cierre en septiembre de 2012 y tras una importante reforma hecha en 2005, era teatro, que anteriormente fue cine y que siempre formó parte de las instalaciones socio-culturales y recreativas que, a finales del XIX y durante el primer tercio del XX, conformaron el Ateneo Caracense, después llamado Ateneo Instructivo del Obrero. En la posguerra, la sala y el edificio anejo al Moderno fueron sede de Educación y Descanso –nominación que tuvo la acción de promoción cultural, deportiva y recreativa del sindicato vertical franquista- y, con el inicio de la democracia, pasaron a ser el Ateneo Municipal de Cultura, manteniéndose la sala como cine comercial un tiempo con el nombre que ya tenía de Moderno y, después, como espacio de proyecciones del Cine-Club Alcarreño, mientras que el edificio del Ateneo acogía a la Agrupación Fotográfica y su sala de exposiciones en la planta baja y, en las superiores, había unas salas polivalentes de exposiciones y conferencias, algún despacho del Patronato Municipal de Cultura, la cafetería y varias oficinas pequeñas que ocupaban asociaciones culturales de la ciudad, hasta que la Junta de Comunidades, propietaria del inmueble, decidió cerrar este edificio, tras concluir el convenio de cesión de uso al Ayuntamiento.

Visita al teatro modernoSin duda se trata de una buena noticia el hecho de que la ciudad recupere para su actividad cultural una sala de pequeño formato como es la del Moderno. La Junta cerró el Moderno hace ya dos años y medio como una más de las acciones de recorte que adoptó Cospedal, forzada ante el rojo intenso que presentaban los números regionales que le dejó Barreda, y, ahora, tras una inversión regional de reforma en el inmueble relativamente pequeña, que ni si quiera ha llegado a los 300.000 euros, el Ayuntamiento de Guadalajara lo va a reabrir ya mismo. Una decisión acertada y que aplaudo porque la ciudad tiene ya una demanda de programación cultural para actividades en sala lo suficientemente amplia y variada como para que puedan convivir, perfectamente, la oferta del Buero Vallejo y la del Moderno; es más, ambas salas se pueden y deben complementar, sumar sinergias, diversificar la programación y ampliar la oferta y, por ende, también los públicos objetivos.

A primera vista, la programación del Moderno que acaba de hacer pública el Ayuntamiento para el próximo trimestre me parece muy buena, variada en contenidos y con nombres propios de primera línea, sobre todo en el ámbito musical. Es un acierto indiscutible, porque prima la buena música, reabrir el Moderno con Ara Malikian, el virtuoso del violín libanés de origen armenio y nacionalidad española, en dúo con el compositor y guitarrista argentino, Fernando Egozkue; también es dar en el centro de la diana el incorporar a esa programación a un extraordinario intérprete del blues como es Boo Boo Davis, o al genio de la guitarra que es Leburn Maddox, acompañado de su banda, o a la singular Carmen París, que fusiona, como si del mismo palo se tratara, la jota y el flamenco con el jazz. El teatro, tanto  para adultos como infantil,  también tendrá un importante hueco en el redivivo Moderno. Y la danza y el circo y la poesía y… por supuesto, el cine, con una programación “a la carta” en la que se ofrecerán películas para todos los públicos, desde el familiar (Hook: el Capitán Garfio, 101 Dálmatas, etc.), al clásico (Encadenados, de Hitchock, entre otras) y, como no podía ser de otra manera, el cinéfilo, que tendrá su propio “día”, un martes cada mes, para disfrutar de grandes películas como El Extraño caso de Angélica, de Manoel de Oliveira, en V.O., Calcuta 71, de Mrinal Sen, también en V.O., o Tierra de Abundancia, de Win Wenders.

El hecho de que se hayan agotado en apenas unas horas las entradas para el concierto de Malikian y Egozkue, con el que se reabrirá el Moderno el día 3 de marzo, y que, según me consta, esté habiendo mucho interés del público por el resto de la programación, cuando se acaba de anunciar, confirman que se ha acertado con ella, un mérito que, especialmente, tiene dos nombres propios: el de la concejal-delegada de Cultura, Isabel Nogueroles, y el del director del Buero y ahora responsable también de la programación del Moderno, Julio Gómez Taracena. Al Alcalde, Antonio Román, es justo reconocerle el mérito de haber tomado la decisión de convenir -y “conveniar”- con la Junta la cesión del Moderno al Ayuntamiento para su reapertura y conseguir de ella una limitada, pero necesaria intervención de reforma. Y a la Asociación de Amigos del Moderno, heredera de la plataforma que se organizó en su día contra su cierre, cabe atribuirle el mérito de haber hecho el ruido callejero y mediático necesarios para que esta sala esté hoy abierta y no cerrada.

Termino reclamando que, al igual que se ha hecho con la sala del Moderno, el Ayuntamiento y la Junta lleguen a un acuerdo para que, tras la inversión de rehabilitación y reforma que sea necesaria por parte del gobierno regional, se reabra el viejo edificio anexo del Ateneo como centro de cultura activa de la ciudad, especialmente dedicado a la actividad del movimiento asociativo cultural, que actualmente es acogido en el Centro Cívico Municipal, el famoso “edificio negro”, un espacio inadecuado, infradotado y con múltiples inconvenientes para que en él se haga y gestione cultura. Ese “edificio”, aunque esté sorprendentemente catalogado y protegido en el vigente POUM de la ciudad, es un auténtico “pecado urbanístico” para el que hay que realizar un acto de contrición –o sea, echar una pensada sobre qué se hace con él, sin descartar su descatalogación y demolición o, al menos, revestirle de una “segunda piel”- que después conlleve algún tipo de penitencia, que en ningún caso debe ser condenar a las asociaciones a malvivir en él.

Gol de Román a pase de Eladio Freijo

Me gusta el proyecto de Ciudad del Fútbol que el actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Guadalajara ha presentado hace unos días, aunque tenga cierto tufillo preelectoral porque no podrá si quiera iniciarlo, sino que tendrá que ser el que salga de las urnas el próximo 24 de mayo el que lo ponga en marcha. Un equipo que podría estar liderado de nuevo por Antonio Román quien, el pasado viernes, terminó de deshojar la margarita sobre su repetición o no como candidato del PP a la alcaldía de la capital por cuarta vez, haciéndonos ver que en el último pétalo decía “sí”, pero reconociendo que había estado muy cerca de que dijera “no” porque su querencia hacia su familia y su vocación profesional médica son cada vez más fuertes, mientras que sus ya veinte años de ejercicio político lastran su ánimo para continuar en activo en él. El propio alcalde confesó –lo que es un hecho cargado de honestidad, aunque seguro que a muchos les ha parecido políticamente incorrecto- que va a repetir, cuando estaba más bien por no hacerlo, porque se lo ha pedido expresamente la presidenta de la Junta y del PP regional, quien le había transmitido que su concurso es necesario para que los populares tengan mayores opciones para mantener la alcaldía de la capital y su “tirón” también para reforzar las opciones de los populares, tanto en la Diputación como en la Junta. No se equivoca en este caso Cospedal, lo que ya no sé es si se equivocará Antonio porque, después de ese reconocer que estaba más bien por irse de la política que de quedarse, aunque renueve la alcaldía pasará a ser un “lame duck”, un “pato cojo”, como llaman en Estados Unidos a los presidentes cuando afrontan la última parte de su segundo mandato y ya no pueden volver a ser candidatos, lo que da lugar a que muchos de sus colaboradores comiencen a posicionarse para el futuro alejándose progresivamente de ellos, se olviden de favores y afectos pasados y dejen a su “jefe” trompicándose y, a veces, hasta dando tumbos, como les ocurre a los patos cuando cojean.

                 Decía que me gusta el proyecto de Ciudad del Fútbol presentado por Román hace unos días porque lo considero absolutamente necesario en una ciudad como Guadalajara que ya tiene un buen conjunto de instalaciones deportivas, tanto al aire libre como cubiertas, pero al que, a mi juicio, efectivamente le falta un gran complejo dedicado exclusivamente al fútbol porque las instalaciones de las que dispone a día de hoy del llamado, de manera eufemística pero cierta, “deporte rey”, son insuficientes y están dispersas. Algo que han corroborado unánimemente los presidentes de los clubs de futbol más representativos y activos de la ciudad, desde el del Depor, hasta los del Hogar Alcarreño -¡qué alegría me dio que se recuperara este histórico y querido club!-, el Dinamo Guadalajara y la Academia Albiceleste, que, es justo reconocerlo, están haciendo una labor encomiable, porque el fútbol de base y el “modesto”  son imprescindibles para que exista el de oropel de los Ronaldo, Messi y compañía y, por supuesto, también el mucho que hay entre uno y otro.

Aunque a algunos les parezca que la Ciudad del Futbol va a estar en el “más allá”, o sea, lejos, muy lejos, acotada por el río Henares y la Ronda Norte, el acierto de la elección del emplazamiento del proyecto, entre el Remate de Las Cañas y la Ampliación de Aguas Vivas, en unas grandes parcelas de suelo terciario de las que es titular el Ayuntamiento, me parece indiscutible, entre otras razones porque en el suelo urbano actual del que dispone la ciudad no hay otras de su tamaño y que cuenten con las posibilidades de tener las infraestructuras, los equipamientos, los servicios y los accesos necesarios para llevar a buen fin esta ciudad futbolera. Por otra parte, el hecho de que el proyecto se plantee en tres fases, me parece muy prudente y razonable, porque no es económicamente posible pasar del cero al infinito, ni aconsejable gastarse todo en “cintas”, como decía mi padre. También me parece bien que una de las fases del proyecto contemple, si el Deportivo asciende de nuevo a segunda, la posible construcción de un nuevo campo de fútbol que sustituya al viejo Pedro Escartín, con la capacidad, instalaciones, equipamientos y servicios adecuados a esa categoría, tipo al que tiene ahora el Numancia, en Soria. El ayuntamiento apunta a otra posible colaboración público-privada para construir esos “Pajaritos” a la alcarreña, como ya se ha hecho con el Centro Acuático. En todo caso, para el proyecto conjunto de la Ciudad del Fútbol, será sin duda necesario el apoyo económico de la Junta e, incluso, el del CSD –como ya ocurrió en la financiación de la obra del Palacio Multiusos– porque sería muy oneroso e, incluso, inviable para Guadalajara abordarla sólo con recursos propios municipales.

De este proyecto y de los muchos otros así como de las numerosas actividades que en el ámbito deportivo se vienen desarrollando en la ciudad en los últimos ocho años –reconocidos hace poco a nivel nacional por importantes galardones-, el alcalde, Antonio Román, es sin duda responsable, pero su auténtico impulsor y gestor es Eladio Freijo, el mejor concejal de Deportes que ha tenido esta ciudad y que es un extraordinario y ejemplar referente de compromiso, esfuerzo, dedicación y trabajo bien hecho desde el servicio público al deporte. Eladio es amigo mío, sí; casi un hermano, pero, como sentencia el aforismo que Antonio Machado enhebró de La Ilíada en su Juan de Mairena:“ la verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero”.

 

 

 

Futuro, future, fitur

                Aunque “FITUR” es el acrónimo de la Feria Internacional de Turismo, de Madrid, que acaba de cerrar las puertas de su última edición, no tengo la menor duda que, cuando se buscó un nombre para esta gran feria mundial del turismo, hace ya 35 años de ello, quienes tuvieron esa responsabilidad pensaron que FITUR no sólo era un acrónimo identificativo, expresivo y sonoro, sino que, tanto en inglés como en castellano e, incluso, en francés, parecía querer aproximarse a la palabra “futuro”. Y es que, efectivamente, para muchos países, y entre ellos especialmente el nuestro, el futuro económico y social está muy ligado al desarrollo turístico pues, no en vano, el 12 por ciento del PIB español lo aporta este sector y más de 2.000.000 de personas trabajan directamente en él, cifra a la que hay que sumar los muchos miles de empleos diferidos que genera dado su gran impacto transversal en todo el sector servicios.

Si el futuro de España está ligado al turismo de manera señalada, su pasado reciente y su presente también lo han estado y están. El propio presidente del gobierno, Mariano Rajoy, aportó hace unos días un dato en el Foro Español Global del Turismo, que se celebró en vísperas y en el entorno de FITUR, que avala lo que antes señalaba: Los turistas extranjeros se gastaron en España en 2014 nada más y nada menos que 63.094 millones de euros, una cifra que ha coadyuvado, y mucho, a que en nuestro país haya crecido por primera vez el PIB de manera significativa (1,6 por ciento) el año pasado, después de casi seis años de recesión, o sea, de crisis económica y social, la peor desde que se superara la de principios de los años ochenta, que también se ensañó con el empleo. Como también subrayó Rajoy en el Foto antes citado, si ha habido un sector económico en España que en estos últimos años ha evitado que la importante crisis vivida, y que aún vivimos, literalmente nos llevara a cifras “griegas”, ese sin duda ha sido el turismo pues, lejos de desinflarse la cifra de turistas extranjeros con destino España, ésta se ha elevado hasta los casi 65 millones de visitantes que tuvimos en 2014, un record que ha superado el del año pasado, que ya había llevado el dato hasta 60,6 millones.

Depender tanto del turismo tiene sus riesgos, evidentemente, pero si nuestra gran industria es esa, si nuestros recursos en esa materia son extraordinarios y cada día se ponen más y mejor en valor, si nuestros productos y servicios turísticos son muy atractivos y competitivos en la relación calidad/precio, si nuestro nivel empresarial y nuestro esfuerzo inversor en ese ámbito son punteros a nivel mundial, si nuestra competencia profesional en el sector servicios es reconocida y reconocible, está claro que estamos ante una de las fortalezas de nuestra economía y debemos perseverar en ella. Lo que no debemos hacer es dormirnos en los laureles, porque la competencia directa como destino turístico de España –los países mediterráneos- puede ser muy dura en cuanto se estabilicen políticamente los países del Magreb y Oriente Medio, algo que parece muy difícil a corto plazo, pero que a medio y a largo habrá de llegar, incluso con la contribución solidaria y leal de nuestro propio país porque de la sinrazón y la barbarie no se puede, al menos, no se debe, sacar ningún partido y porque, como aconseja el sabio refranero, si ves a tu vecino que le pelan las barbas, la precaución invita a poner las tuyas en remojo. O a no dejarte barba.

Ya hemos visto que las cifras del turismo en España confirman un gran presente y apuntan hacia un buen futuro, caminando paralelas a la propia FITUR que, un año más, ha batido sus propios récords, ya muy estimables, pues se trata, junto con las de Berlín y Chicago, de una de las Ferias internacionales de turismo más importantes del mundo. Estos son los principales datos que nos ha dejado Fitur 2015:

–          Record total de visitantes: 225.000

–          Record de visitantes profesionales: 125.000 , originarios de más de 100 países

–          690 expositores directos

–          165 países representados

–          7262 periodistas acreditados, procedentes de 52 países

–          Impacto de ingresos inducidos para Madrid: 200 millones de euros

En lo que respecta a nuestra región y provincia, después de aquellos años de vino y rosas en los que que la Junta se gastaba en FITUR lo que podía y lo que no para parecer que los tenía muy grandes –los presupuestos, me refiero, no sean mal pensados, y, efectivamente, los de gastos lo eran, pero los de ingresos no se correspondían con ellos-, el coste total del stand de Castilla- la Mancha ha superado este año por poco los 300.000 euros –un 25 por ciento menos que lo que costó en 2014-, cuando en los últimos años de los gobiernos socialistas se llegó a superar en alguna edición el 1.000.000 de euros de coste. Aunque la promoción turística siempre es inversión, cuando ésta es desproporcionada, la parte superflua es mero gasto suntuario, perfectamente prescindible; por el contrario, no gastarse lo que se debe en promoción turística, es no invertir lo necesario en ella. Lo digo más claro: Ni era razonable el dispendio barredil, ni es plausible tanta austeridad cospedaliana, sobre todo porque no se corresponde que se haya reducido en un 25 por ciento el coste de la presencia de la región en FITUR, con el mensaje de que “ya ha pasado lo peor de la crisis y vamos a más y a mejor”, que nos tratan de vender, día sí, día también, máxime cuando esta región tiene una potencialidad turística muy importante, al tiempo que una necesidad de aprovecharla imperiosa porque no sólo de queso y vino viven los hombres y las mujeres de Castilla-La Mancha.

Termino diciendo que me parece muy bien fomentar el turismo de eventos y efemérides anuales y que es bueno promocionar para 2015 el IV Centenario de la segunda parte de El Quijote –aunque el propio Cervantes advirtió que “nunca segundas partes fueron buenas”- y el V Centenario del nacimiento de San Teresa de Jesús –algo que vendrá estupendamente a los cuatro lugares teresianos de la región: Pastrana, Malagón, Villanueva de la Jara y Toledo-, como fue, sin duda, todo un éxito –por supuesto y sobre todo, para Toledo- la conmemoración en 2014 del “Año Greco”; ahora bien, o le damos un poco más al magín -aunque no hace falta llegar a lo que le dio don Quijote- para desarrollar el turismo de verdad en toda la región, al menos en la que sea susceptible de ello por sus recursos, o vamos a tener que seguir viviendo de las cifras que aporta Toledo –Sigüenza le sigue como segundo destino en la región, pero a mucha distancia- y viendo pasar por nuestras carreteras, pero sólo parando a repostar gasolina y poco más, a gran parte de esos más de 60 millones de turistas que vienen a España cada año. E, incluso, a los madrileños cuando salen en diáspora, camino de otros lugares de España

Hablando de turismo de eventos y efemérides, Guadalajara, capital y provincia, tienen en 2016 el reto de saber conmemorar y aprovechar, tanto en el ámbito cultural como en el turístico, la circunstancia de que se cumpla en ese año el I Centenario del nacimiento de Antonio Buero Vallejo y de Camilo José Cela, dos de los más importantes literatos españoles del siglo XX y ambos muy vinculados a Guadalajara; el primero, por nación y vocación y, el segundo, por adopción, pero también vocación, por utilizar una expresión típicamente celiana.

Y si en 2015 empiezan, de verdad y de una vez por todas, las obras del Parador de Molina, aunque sea más pequeño del inicialmente proyectado –algo que me contraría, pero que comprendo-, prometo no criticar el acto de colocación de la primera piedra, si se garantiza que se coloque también la última.

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