Archive for julio, 2013

¡Puesto el pie ya en el estribo con las ansias de…Comillas!

    

Parafraseando a Cervantes, tengo ya “puesto el pie en el estribo con las ansias de…” las vacaciones, que lo de la muerte que decía el autor del Quijote en su frase original no me pone ni siquiera mentarlo. ¡Bicha…!

Si Dios quiere y la gastroenteritis que he pillado a última hora me da una mínima tregua, desde el jueves, 25 de julio, festividad de Santiago, patrón de España pero al que la autoridad civil no le da rango de día festivo, cuando en tiempos era una de las fiestas más esperadas y celebradas en todo el país –por cierto, la hiperactiva Cofradía de la Pasión, con sede en parroquia de Santiago, sigue empeñada en recuperar esta fiesta y ha programado algunos actos en torno a ella-, volveré a Comillas, esa preciosa villa marinera cántabra –a mi me gusta más decir que santanderina, incluso castellana vieja, porque lo de “Cantabria” tiene casi tanto de invento como lo de “Castilla-La Mancha” y otras regiones que nacieron en el famoso “café para todos” de Clavero Arévalo–  que está a caballo entre Asturias y la región cántabra, que es lamida por el mar en buenas playas, como la de la propia villa y, especialmente, la de Oyambre, que forma parque de un magnífico parque natural, que está a los mismos pies de los Picos de Europa, que es punto de paso obligado de la ruta norte del Camino de Santiago, que puede presumir de ser, junto con Astorga, uno de los dos únicos lugares en los que el genial Antonio Gaudí dejó obra fuera de Cataluña -en el caso de Comillas el llamado “Capricho”-, que lucha activamente contra los malos tiempos financieros que corren para hacer revivir su extraordinaria Universidad Pontificia, como referencia del estudio del español para extranjeros, que presenta muchas preciosas postales, entre ellas la espectacular de la campa, infinitamente verde, que se asienta delante del Palacio de Sobrellano, un magnífico ejemplo de la arquitectura ecléctica de finales del XIX, en este caso de estilo inglés, que…

¡Punto y aparte para respirar y quieto parao que veo que ya me he lanzado y no hay quien me pare, porque si siento hasta los tuétanos a Guadalajara, ciudad y provincia, como propias e insustituibles, a Comillas la empecé a querer desde el mismo día que la conocí, hace ya más de diez años, y, si no me echan de allí, que espero que no, seguirá siendo muchos años el referente de mi descanso y de mis vacaciones en familia porque, además, tengo la suerte de que los míos, mejor dicho, las mías- se han quedado también prendados de Comillas, de ese macropaisaje espectacular de suelo verde y cielo azul que envuelve a uno de los pueblos marineros más monumentales y bonitos de todo el norte de España, que está cerca de casi todas partes: Santander, San Vicente de la Barquera, Santillana del Mar, Suances, Cabezón de la Sal, Unquera, Potes y Panes, por citar sólo algunos de los lugares más renombrados del occidente cántabro! y en que el verbo pasear tranquilo, disfrutar de la historia, de la geografía, del arte, de las costumbres y de las tradiciones, y de comer buenas viandas se conjuga en las tres personas, tanto del singular como del plural.

Hoy me había propuesto escribir en positivo y olvidarme de Bárcenas y el PP, de los ERES fraudulentos en Andalucía y el PSOE, del Caso Palau en Cataluña y de CIU, del Caso Velódromo en Palma y del resto de golfadas que nos tienen helados a los españoles, a pesar de estar en el ecuador del verano, y casi lo he conseguido. Permítanme que vuelva de Comillas sólo un minuto y les diga que el uno de agosto, fecha en la que comparecerá Rajoy en el Congreso de los Diputados para dar su “versión” sobre el Caso Bárcenas, seguramente estaré paseando por la playa de Oyambre, comiendo caracolillos (bígaros), tomando una cerveza fresquita y leyendo el Marca a ver si ya hemos fichado entonces al galés ese que dicen que es muy bueno pero que va a costar casi el doble del presupuesto del Ayuntamiento de Guadalajara para un año. Y espero que Rajoy -y lo digo de corazón y no con ironía pues yo he confiado en él y le he votado siempre como candidato a presidente del gobierno- dé ese día unas explicaciones convincentes, bien claritas y entendibles por todos, que dejen a Bárcenas a la altura del betún, a la oposición como carroñeros y el PP recobre su “honor” perdido, tan difícil de recuperar como ya referí en mi post anterior. Y si no es así, ¡que dimita ya mismo y se vaya, que deje el gobierno a alguien de comportamientos éticos intachables y sin pasados sobre-cogedores y que pueda refundar un partido que, hoy en día, está bajo sospecha y, lo peor, es que alguna ya está fundada.

¡Feliz verano a todos!

¡Bárcenas es un caso!

            Hablar del “Caso Bárcenas” es meterse en un avispero porque, de momento, este chusco asunto que tiene al PP y al Gobierno de rodillas, con orejas de burro, con los brazos en cruz y contra la pared, está más envuelto en dudas que en certezas, fundamentalmente porque Luis Bárcenas ha mentido ya varias veces –esa es una certeza contrastada- y el Gobierno y el partido que lo sostiene están pasando las de Caín por causa de los “papeles” y las declaraciones de su extesorero, que ofrecen pocas certezas pero muchas dudas razonables de credibilidad y veracidad por proceder de un señor ya pillado en la mentira. Pero no hablar del caso Bárcenas es obviar la actualidad, empezar a leer los periódicos por la última página, sólo ver los deportes en televisión y no escuchar la radio, además de mirar para otro lado y jugar a esconder la cabeza debajo de la tierra, como los avestruces. A día de hoy, lamentablemente, la noticia no surge del frío, como el espía de John Le Carré, ni del calor, como correspondería al ecuador de julio; hoy, como ayer y probablemente como casi todo el verano y puede que el otoño, la noticia es Bárcenas, ¡todo un caso!, lo que no deja de ser lamentable porque un tipo como él jamás debería marcar el tiempo de la actualidad en un país “serio”, como se empeña Rajoy en decir una y otra vez que es España, mientras en los países serios de verdad cada vez nos toman más a “chufla”, como tomaba la gente al Piyayoviejecillo renegro, reseco y chicuelo” de José Carlos de Luna. Y a mí, como a él, me da mucha pena.

Que Bárcenas es un mentiroso es una certeza absoluta que él mismo ha contribuido a evidenciar pues primero dijo, tanto en declaraciones en sede judicial como en manifestaciones públicas, que sus llamados “papeles”, publicados por El País –entonces sólo fotocopias-, eran “falsos” y ahora, cuando los ha publicado El Mundo y su siempre hiperprotagonista director, Pedro J. Ramírez, los ha entregado al juez Ruz –al parecer originales, pero idénticos a los primeros-, dice que son “verdaderos”, al tiempo que ponía el ventilador al máximo de potencia para esparcir mierda a todo el PP, incluso a la vieja AP de Fraga, aunque con especial intención de enmerdar al mismísimo presidente del Gobierno y a la Secretaria General del PP, Dolores de Cospedal, para tratar de derribar a ambos. Una certeza al respecto: si un mentiroso y un más que presunto delincuente como es Luis Bárcenas se quiere cargar al Presidente del Gobierno de España y al partido que lo sostiene, del que vivió y se lucró durante muchos años, algo habrán hecho, o dejado de hacer, tanto el Gobierno como el PP, para que el inquilino entre barrotes de Soto del Real esté tan cabreado. Y cabrear a un mentiroso y a un presunto delincuente acusado de cometer hasta catorce delitos -diez contra la Hacienda Pública, uno continuado de blanqueo de capitales, uno de falsedad documental, uno de estafa procesal en grado de tentativa y uno de cohecho- tiene sus consecuencias negativas para los cabreadores, pero no seré yo quien censure que se le cabree. Y más.

De lo que no cabe ninguna duda es de que el Gobierno del PP está pasando por su más comprometido momento político desde que ganó las elecciones del 20-N de 2011, grave circunstancia a la que se suman otros dos “volcanes”, como los define Rubalcaba: el de la deriva independentista en Cataluña y, por supuesto, el de la crisis económica que, aunque hay ya visibles síntomas de que puede estar tocando fondo y llegando a su fin, aún sigue y va a continuar siendo el más importante problema de España y de los españoles, sobre todo de los cinco millones que están registrados oficialmente en paro, aunque ya acumulemos tres meses seguidos de minoración del dato, un soplo de aire fresco en medio del sofoco. Y otra certeza: si el Gobierno del PP está tocado, que lo está, la oposición del PSOE está siendo patética, como la sexta sinfonía de Tchaikovsky, también en su estrategia política sobre el Caso Bárcenas. Porque hay pocas cosas más patéticas en política que el quiero y no puedo y el desgaste que supone amenazar con presentar una moción de censura que, de presentarse finalmente, la perderían irremediablemente, porque la mayoría absoluta del PP en el Congreso no la va a resquebrajar su extesorero y, mucho menos, Pedro J. Ramírez, y en ese fallido intento se terminarían de dejar el escaso capital político que les queda Rubalcaba y su equipo, que después de año y medio de oposición no hace más que alimentar las expectativas de voto de Cayo Lara –el líder más flojito que ha tenido jamás IU-, de Rosa Díez –de momento UPYD es poco más que ella y ella no es gran cosa-, de la abstención, del voto en blanco y hasta del nulo.

Pero por muchas dudas y escasas certezas que haya en el “Caso Bárcenas”, lo que es evidente es que está haciendo un daño irreparable al PP, porque no hay nada más difícil de reparar que el honor perdido, como bien dice el artículo primero del Reglamento del servicio de la Guardia Civil que redactó su propio fundador, el Duque de Ahumada: «El Honor es la principal divisa del Guardia Civil. Debe, por consiguiente, conservarse sin mancha. Una vez perdido no se recobra jamás». Y no hay forma más sangrante de perder el honor para un partido político que se ponga en entredicho la honradez de sus dirigentes, como se ha puesto la de los del PP, por causa de Bárcenas, sus papeles y sus últimas declaraciones. Aunque será la justicia quien tenga la última palabra sobre este feo asunto, todo apunta a que, efectivamente, algo no se hizo bien en la gestión económica del PP y, además, durante mucho tiempo. Espero, y deseo, que sólo se trate de financiación ilegal o, al menos, irregular, que aún siendo un hecho grave, lo es mucho menos que si se lo hubieran llevado crudo sus principales dirigentes, como ahora intenta apuntar Bárcenas, una vez que se ha visto definitivamente abandonado por el partido del que fue tesorero, aunque debió abandonarle hace ya mucho tiempo. Si bien me hubiera gustado que lo hubiera dicho previamente en los órganos de dirección nacional del partido, coincido con Esperanza Aguirre en que, si se han hecho mal las cosas en el PP, se reconozcan públicamente y se corrijan. Con quien coincido plenamente es con Dolores de Cospedal, a quien Bárcenas intenta implicar –por lo visto hasta ahora, de manera burda y descarada- en una supuesta comisión ilegal entregada al PP de Castilla-La Mancha porque fue ella quien le puso de patitas en la calle y trató de frenar en seco el inmenso poder del que gozaba el extesorero en Génova 13 hasta que ella accedió a la Secretaría General de los populares. Como decía, comparto con Cospedal que, en este y en cualquier otro caso, “¡cada palo que aguante su vela!”

Lamentablemente, además de otros muchos problemas, en España hay uno muy grave con la financiación de los partidos. Está probado, en sentencia firme, que el PSOE se financió ilegalmente a través de Filesa y otras sociedades, acaba de dictaminarse que Convergencia Democrática de Cataluña también se financió ilegalmente en el llamado “Caso Palau”, IU en Andalucía está echando un cable al PSOE y haciéndose así su cómplice para que el Caso de los ERES no haga saltar su gobierno de coalición y otros partidos minoritarios también están envueltos en casos de corrupción política y/o de financiación ilegal. Pero el que casi todo el mundo obre mal, no da pátina de bueno a lo mal hecho. Hace falta como el comer una nueva ley de partidos o modificar sustancialmente la actual, que haga absolutamente transparente su gestión económica y, por supuesto, que contribuya a eliminar el sectarismo, la opacidad y la endogamia con que suelen actuar las formaciones políticas y a que su funcionamiento interno sea intachablemente democrático. Y hablo de democracia real, no orgánica.

Hita: 53 años de FestiVAL MedieVAL

            Fiel a su cita desde hace ya 53 años, el primer finde de julio se celebró el Festival Medieval de Hita, una de las dos fiestas, de las muchas que hay en esta festera provincia, que están declaradas “De Interés Turístico Nacional”, junto con “La Caballada”, de Atienza. Al respecto de esta calificación, cabe señalar que cuando en 1980 se declararon las primeras diecinueve fiestas “De Interés Turístico Nacional” –entre 1965 y 1979 sólo existía la declaración de “Fiestas de interés turístico”, sin el apellido de “nacionales”, que se incorporó en el 80 para distinguirlas de las de interés “regional”, al concederse a las comunidades autónomas, desde ese año, la competencia para realizar dicha declaración-, tanto la de Hita como la de Atienza ya formaban parte de esa primigenia y privilegiada relación que, con el paso de los años, ha llegado a extenderse hasta las 127 citas festivas que, en la actualidad, merecen el título de ser “De Interés Turístico Nacional”. Como curiosidad y como referencia, significar que las últimas fiestas que se han declarado “De Interés Turístico Nacional”, en los dos últimos años, han sido las siguientes:

–          La Pasión Viviente, de Castrourdiales (Cantabria)

–          La Semana Santa, de Burgos

–          Las Jornadas Medievales, de Briones (La Rioja)

–          La Fiesta del Pulpo, de O Carballiño (Orense)

–          El Anunci y el Sexenni, de Morella (Castellón)

–          Los Moros y Cristianos, de Murcia

–          La Fiesta del Marisco, de O Grove (Pontevedra)

–          La Feria de Todos los Santos, de Cocentaina (Alicante)

–          La Fiesta del Orujo, de Potes (Cantabria)

criado El Festival Medieval de Hita se celebró por primera vez en los albores del verano de 1961 y su creador, impulsor, director y “alma mater” fue, desde esa pionera edición, el filólogo Manuel Criado de Val, quien conocía desde bien niño ese paisaje tan personal y contundente que conforman el cerro testigo de Hita y el llano que lo rodea pues, aunque él había nacido en Madrid, su padre era de Rebollosa de Hita, un pequeño pueblo que, a pesar de llevar el apellido hiteño, administrativamente depende de Torija, municipio del que forma parte como barrio anexionado.

Criado de Val propició el nacimiento del Festival de Hita al promover la representación en esta localidad castellana de acusado sabor medieval, y villa del más famoso Arcipreste español, Juan Ruiz, precisamente una obra suya, titulada “Doña Endrina”, que estaba inspirada en el “Libro de Buen Amor” y que había sido estrenada, justo un año antes, en el Teatro “María Guerrero”, de Madrid. La lógica de aquella elección de Criado de Val es absolutamente aplastante: representar en la misma villa de Hita una pieza teatral inspirada en la obra culmen de su gran Arcipreste; es decir, llevó la figura a su propio paisaje, poniendo así las cosas en su sitio, algo que, lamentablemente, no siempre ocurre en nuestra, a pesar de los pesares, muy querida España, que fue, que es y que debe seguir siendo, aunque algunos se empeñen en justo lo contrario, en negarle el pasado, complicándole el ya de por sí difícil presente y tratándole de negar el futuro.

Como decíamos, el Festival Medieval de Hita nació en el inicio de la década de los años sesenta del siglo XX, en una España que aún se lamía las heridas de su entonces todavía reciente Guerra Civil, especialmente en lugares como Hita, que habían quedado literal y materialmente arrasados en la contienda, debiendo ser reconstruidos de sus ruinas por un organismo que se creó expresamente a tal efecto y que se denominaba “Servicio Nacional de Regiones Devastadas y Reparaciones”. Gracias al empeño y el trabajo de Criado de Val, el Festival Medieval de Hita pronto alcanzó notoriedad pública como evento cultural y festivo singular, hasta merecer formar parte de los llamados “Festivales de España”, que en verano recorrían todo el país y cuya marca era sinónimo de calidad artística, y, como ya hemos comentado, ser una de las primeras fiestas españolas declaradas “De Interés Turístico”. Si el Festival de Hita nació siendo, fundamentalmente, una representación de teatro medieval, de hecho se publicitaba como “Teatro Medieval de Hita”, cada edición fue sumando nuevos contenidos hasta conformarse, realmente, en una completa propuesta multidisciplinar: Música –a destacar la aportación en este ámbito del gran Cristobal Halffter-, danza y poesía medievales, alardes de botargas –las tres primeras que acudieron a Hita fueron las de Retiendas, Beleña y Majaelrayo- y otros enmascarados, no sólo de la provincia, comidas con menús de sonoras viandas –como los archinombrados “fígados de cabrón con ruibarbo”-, torneos medievales en el palenque –compuestos por justas a caballo, combates a pie y vistosas pruebas de estafermos, bohordos, sortijas, etc.-, mercadillos artesanales y, por supuesto, corridas de toros, que durante años fueron el “plato fuerte” del festival, junto con el teatro. Todas estas actividades terminaron por conformar un atractivo programa que, más de medio siglo después de nacer, aún mantiene un importante poder de convocatoria y de notoriedad y conocimiento públicos, no sólo a nivel provincial, que deben ser cuidados como oro en paño porque a Guadalajara le cuesta mucho hacerse notar fuera para bien.

            No quiero, porque no debo, terminar este post sin hacer una referencia expresa, no por razones de amistad sino de estricta justicia, a mi hermano del alma Javier Borobia, pues gracias a él, cuando el Festival Medieval de Hita pasó por una evidente crisis, a finales de los años 80 y principios de los 90, fundamentalmente por cuestiones económicas, no sólo se mantuvo, sino que se impulsó, merced a su inteligente labor para sumar voluntades y esfuerzos personales y colectivos al festival, empezando por una mayor implicación y participación de los habitantes de la propia Hita en él, y la colaboración altruista y desinteresada de asociaciones como “Arcipreste de Hita”, “Antorcha”, “Teatro Joven de Brihuega” y “Gentes de Guadalajara”, supliendo solventemente con sus actores, figurantes, técnicos y productores aficionados a los profesionales que les precedieron en ediciones anteriores, muchos de renombre y algunos hasta bien pagados, como Carlos Ballesteros, José Sacristán, Carmen Maura, José Carabias, Juan José Otegui, etc.

¡Larga vida a Hita y a su Festival Medieval!

 

 

Maleni no es un nombre de tango

La juez Mercedes Alaya ha dado un paso adelante de gran dimensión judicial, y de previsiblemente amplias repercusiones políticas, en la instrucción del “Caso de los ERES fraudulentos” de Andalucía, imputando a la que fuera Consejera de Economía y Hacienda de la Junta de Andalucía entre 1994 y 2004, Magdalena Álvarez, quien después ocupara la cartera de Fomento en el Gobierno de España, entre 2004 y 2009, con José Luis Rodríguez Zapatero. Desde junio de 2010, “Maleni”, como es conocida y llamada Álvarez en su entorno personal y político más próximo, es vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones, un poderoso instrumento financiero de la Unión Europea, que nació como la entonces llamada CEE, en 1958, con el Tratado de Roma, y que gestiona al año la impresionante cifra de 60.000 millones de euros en créditos “para contribuir al desarrollo equilibrado del territorio comunitario a través de la integración económica y la cohesión social” como señalan sus estatutos. O sea que uno de los escasos españoles que ocupan puestos de alta responsabilidad en la actual estructura de la UE, como es el caso de Magdalena Álvarez, está imputada por haber sido, presuntamente, la muñidora de las prácticas presupuestarias irregulares que han permitido el caso de los ERES andaluces, según el cual cientos de empresas y miles de personas, por supuesto todas con nombres y apellidos y casi todas con simpatías y filiaciones sindicales y políticas pro-PSOE, se han beneficiado de fondos públicos gracias a ERES fraudulentos y a la concesión irregular de subvenciones. Aunque la presunción de inocencia la ampara, considero que la imputación de “Maleni” es de tal gravedad que, para que pueda defenderse debidamente, al tiempo que evitar el deterioro de la imagen de la entidad para la que trabaja y la del Estado del que es nacional, es decir, España, no debe permanecer ni un minuto más en su actual responsabilidad en el BEI y debe dimitir, aunque éste sea un verbo que no se suele conjugar en primera persona, ni del singular ni del plural, por supuesto.

Pero el nuevo auto de la juez Alaya, esa mujer casi siempre bien vestida y acusadamente maquillada, de rostro impenetrable como el de Katy Jurado en la película del mismo título, no sólo imputa a Magdalena Álvarez, sino a un total de veinte altos y exaltos cargos de la Junta de Andalucía, entre ellos el actual número dos de la consejería que ocupa Susana Díaz, la aspirante “oficial” a relevar a Griñán como líder del PSOE andaluz. Hace ya tiempo que este escandaloso caso en el que, según dice literalmente el auto de Alaya, los nuevos imputados en él «habrían permitido el uso indebido de las transferencias de financiación con las consecuencias del dispendio continuado de fondos públicos”, ronda los antedespachos de Chaves y Griñán, los dos presidentes de la Junta andaluza en los años en que la instrucción sostiene que se produjeron las graves irregularidades investigadas. De hecho, hay analistas que opinan que Griñán ha anunciado tan pronto –aún quedan tres años para las próximas elecciones autonómicas andaluzas- que no volverá a ser candidato a presidente de la Junta y que dejará, ya mismo, el liderazgo regional socialista porque era consciente de que la instrucción del Caso de los ERES fraudulentos estaba cada día más cerca de implicarle a él, no sólo políticamente, como ya lo está desde hace mucho tiempo, sino judicialmente. Habrá que estar pendiente de los nuevos autos que dicte la juez Alaya una vez que tome declaraciones a los nuevos imputados y se vayan conociendo otros datos y hechos de este Caso que, cada día, adquiere una mayor dimensión y posibles consecuencias políticas y judiciales.

Al contrario que en el libro de Almudena Grandes, “Maleni” no es un nombre de tango, sino el de una política socialista andaluza imputada penalmente por un asunto escandaloso, no, lo siguiente, que, a día de hoy, sigue siendo vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones, dentro del cupo de los pocos españoles que detentan altos cargos en la UE. Y eso de ver quiénes nos representan en las instituciones internacionales nos lo tenemos que hacer mirar muy seriamente porque tuvimos a Javier Solana de Secretario General de la OTAN, después de que su partido, el PSOE, hiciera mucho ruido con una campaña que tenía por eslogan OTAN: de entrada no, y fue el que dio la orden de la participación activa de la organización atlántica en la Guerra de los Balcanes; por otra parte y por otra siglas, en este caso las del PP, Rodrigo Rato fue Gerente del Fondo Monetario Internacional, dimitió inesperada e inopinadamente –hay quien dice que por una “calentura de amor”- y tras regresar a España y presidir Bankia, también está imputado en el Caso que afecta a la mala gestión y administración de esta entidad financiera. Otro español con cargo y carga internacional es el exlíder socialista por unos meses, Joaquín Almunia, quien actualmente es Comisario de Competitividad de la UE y al que el gobierno de Rajoy ha acusado, en varias ocasiones ya, de no favorecer, precisamente, los intereses de España, mientras que el sector naval español, directamente, le ha situado estos días en el centro de la diana como “exterminador” de esta industria en nuestro país.

Y punto y aparte merece lo de Bibiana Aído como “asesora especial” de la directora ejecutiva de la ONU mujeres, muy probablemente la “miembra” más incompetente, limitada y con menos curriculum que jamás haya tenido un Gobierno de España, fuere hombre o mujer. Y bien que nos costó mandarla a… Nueva York: nada más y nada menos que 200 millones de euros donó el gobierno de Zapatero a esa organización antes de que “ficharan” a la sinpar Bibiana, con un sueldazo, por supuesto. ¿Casualidad o causalidad? No lo se, pero lo intuyo.

 

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