Archive for junio, 2018

Guadalajara paleolítica

Con este sugerente nombre, “Guadalajara paleolítica”, la Diputación de Guadalajara está dando los primeros pasos para desarrollar un interesante y oportuno proyecto de puesta en valor de la importante y significativa huella del paleolítico que hay en la provincia, tanto en la que ya se está trabajando, como en la nueva que, previsiblemente, vaya apareciendo en el futuro en los distintos yacimientos activos de esta época. La noticia la dio el lunes, 18 de junio, el propio presidente de la Diputación, José Manuel Latre, con motivo de la celebración de un coloquio en el que participaron el periodista y escritor guadalajareño, Antonio Pérez Henares, Chani, autor de la novela “La canción del bisonte” (Ediciones B), ambientada en la edad prehistórica, Nacho Martínez Mendizábal, profesor de Paleontología de la Universidad de Alcalá y coordinador del Área de la Evolución Humana del Centro Mixto Universidad Complutense de Madrid-Instituto de Salud Carlos III, y Plácido Ballesteros, profesor de historia de la UAH y director de los Servicios Culturales de la Diputación.

Aunque el coloquio se centró, fundamentalmente, en el contenido de la nueva y exitosa novela de Chani, que ha vuelto a ambientar su acreditada literatura viajera en la prehistoria -como ya lo hizo en Nublares, El Hijo de la Garza, El último cazador y La mirada del lobo– tras un par de atinadas incursiones en la edad media –La tierra de Alvarfáñez y El rey pequeño-, ciertamente la noticia que surgió de él fue el anuncio del inicio del proyecto “Guadalajara prehistórica” que va a dirigir, desde un punto de vista científico, Nacho Martínez Mendizábal. Mendizábal es un prestigioso paleontólogo que forma parte del “universo” Arsuaga, como él mismo llama al amplio equipo de colaboradores, amigos, conocidos y arrimados de quien es uno de los tres codirectores del yacimiento de Atapuerca (Burgos), junto con Eudald Carbonell y José María Bermúdez de Castro. El propio Chani atribuyó a Mendizábal el hallazgo de “Miguelón”, que es el nombre que los investigadores pusieron al cráneo de un varón encontrado en el yacimiento de la Sima de los Huesos, en la Sierra de Atapuerca, la primera reconstrucción de la cabeza del llamado Homo heilderbengensis. Este homínido es antepasado del Neardental, antecesor inmediato del Homo sapiens, y su hallazgo apuntaló la importancia mundial del archiconocido yacimiento burgalés.

La vinculación de Mendizábal con la provincia viene dada por su trabajo como profesor de la UAH y, especialmente, como coordinador del centro Mixto de la UCM y el ISCIII, que ha trabajado y conoce muy de cerca dos de los yacimientos prehistóricos de mayor importancia que hay en Guadalajara: La Cueva de los Casares, en la Riba de Saelices, y la de los Torrejones, en Tamajón.

La Cueva de los Casares está situada a apenas cuatro kilómetros de La Riba de Saelices, en dirección norte. A ella se puede acceder a través de una pista que discurre paralela al arroyo del Linares, tributario del río Ablanquejo. Tres grandes senos hay en esta cueva; en los dos primeros aparecen grabados paleolíticos y rupestres y, en el último, el más alejado de la entrada -dista unos 160 metros de ella-, se encuentra el llamado “seno de las dos cúpulas” donde, además de grabados, hay pinturas. En total se pueden contar alrededor de 170 figuras que se remontan a los períodos auriñaciense, solutrense y magdaleniense, es decir, que tienen una antigüedad que puede oscilar entre los 10.000 y los 30.000 años, un dato que en algunos estudios se estrecha entre los 15.000 y los 25.000 años. En la actualidad y desde el invierno pasado no es visitable la Cueva de los Casares al haber concluido el convenio que la Junta tenía con la Asociación de Amigos del Museo de Molina -gestora del Geoparque Molina-Alto Tajo en el que se integra- por el cual ésta gestionaba las visitas a Los Casares. El propio Chani, en el coloquio, reivindicó su necesaria apertura, algo que parece que va a producirse pronto al haber encomendado la Junta a la empresa pública Tragsa su gestión. A diez kilómetros de la Cueva de los Casares, aguas arriba del Linares, está la Cueva de la Hoz, en Santa María del Espino, cuyo nombre anterior era “Rata” y que hoy es barrio anexionado a Anguita. En esta otra Cueva también hay importantes grabados rupestres y, como la de los Casares, fue declarada “Monumento Nacional” en la década de los años 30 del siglo pasado.

Por otra parte, en el yacimiento de la Cueva de los Torrejones, localizado en Tamajón, que se comenzó a estudiar en los años 90, aunque ha sido recientemente cuando se han llevado a cabo campañas más minuciosas y específicas, se han encontrado restos fósiles de un hueso del pie de un Homo sapiens, así como de macrofauna y microfauna. Como ha afirmado Adrián Pablos, investigador del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) y uno de los responsables de las últimas excavaciones realizadas en Los Torrejones, “aunque hay algunos yacimientos del Paleolítico Superior tradicionalmente asociados a nuestra especie en el interior peninsular, no existía hasta ahora registro alguno de fósiles de Homo sapiens para esta época lejos de las costas mediterránea, atlántica y cantábrica de la Península Ibérica”. Ahí radica la importancia de esta Cueva en la que próximas campañas pueden dar nuevas e importantes noticias, como Mendizábal apuntó y Chani deseó en el coloquio. ¿Neandertales en Tamajón?

Estaremos muy atentos y expectantes a la puesta en marcha y desarrollo del proyecto “Guadalajara paleolítica” que, según adelantaron Mendizábal y Ballesteros, va a ir inicialmente en tres direcciones: Convertirse en un foro de intercambio y relación entre los diferentes equipos científicos que están trabajando en los yacimientos prehistóricos de la provincia, divulgar su conocimiento y trabajar para proyectar estos yacimientos como recursos de turismo cultural. El propio presidente de la Diputación ya adelantó que pronto puede instalarse un centro de interpretación de la “Guadalajara paleolítica”.

Termino citando unas palabras de Chani, de las que tome nota en mi pequeña moleskine durante el coloquio, porque me gustaron en fondo y forma: “En el paleolítico, la tierra era madre y no esclava”. Por cierto, mi próxima lectura será “La canción del bisonte” y lo haré en un lugar pintiparado para ello: Comillas, a apenas 20 kilómetros de Santillana del Mar y de Altamira, privilegiada geografía del paleolítico, como también lo es Guadalajara.

 

Foto: Cueva de los Casares, hoy cerrada al público.

               

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Maquiavelo, entrenador de España

Me fui tan solo un par de días a disfrutar de un viaje familiar a “la flor de España”, como nominó a su Córdoba natal el gran poeta culterano Luis de Góngora, y cuando regresé a “la flor de la Alcarria” me encontré con que España había cambiado de presidente del gobierno y el Real Madrid de entrenador, produciéndose ambos relevos con bastantes dosis de sorpresa, aunque, en realidad, no tantas. Ahora lo que queda por ver es si esos cambios son buenos para España y para el Real Madrid, algo que a día de hoy está en el aire, como el amor en la vieja y conocida canción setentera y discotequera de John Paul Young.

Confieso públicamente que no me ha agradado ninguno de los dos relevos, especialmente el de Zidane, aunque alguien pueda tacharme de frívolo por poner un deporte, un juego, el fútbol, a la par que un país, una nación, España. No se trata de frivolidad, se lo aseguro, sino simplemente de la convicción personal de que el gran “Zizou” era el entrenador idóneo para el Real Madrid, por muchas circunstancias, mientras que, a mi parecer, Mariano Rajoy no era precisamente el presidente ideal para España, aunque estimo que de las grises opciones que actualmente ofrece la política nacional, era la menos mala. Yo, lo reconozco, votaba a Rajoy por exclusión, es decir, porque no me gustaban ninguna de las demás opciones pues, para mí, la abstención, el voto en blanco o nulo, no lo son.

La diferencia sustancial que ha habido entre la marcha de Rajoy del gobierno y de Zidane del Real Madrid es que al presidente lo han echado y Zinedine se ha ido. El resultado es el mismo, ambos están fuera, pero las circunstancias en que han abandonado sus responsabilidades son muy distintas y sus estados de ánimo seguramente que también. No es lo mismo que te corran a gorrazos hasta sacarte de un lugar que marcharte tu diciendo “ahí os quedáis”.

Aunque ni soy Rappel ni lo pretendo, el futuro que espera a ambos también se vislumbra muy distinto pues mientras que al ex entrenador madridista es más que probable que se lo rifen los mejores clubs de Europa y, especialmente, la selección francesa, al expresidente del gobierno, por edad y, especialmente, por desgaste, parece aguardarle un futuro de “jarrón chino”, esos horrendos armatostes que nadie sabe dónde colocar en que terminan convirtiéndose los expresidentes del gobierno. Ahí tienen el caso, por ejemplo, del socialista Zapatero, al que le están abrasando su proverbial inconsistencia y su proximidad a Maduro, o del popular Aznar, que ha incomodado a Rajoy más de lo que sería razonable y le ha cargado la pesada mochila del desgaste de casos de corrupción que, en gran parte, surgieron bajo su mandato como presidente del gobierno y del PP. Aznar, a mi juicio, fue un buen presidente del gobierno, con sus lógicas sombras, pero me está pareciendo un mal expresidente, con alguna luz, como cuando ha reclamado a su sucesor menos “dontancredismo” y más liberalismo.

A Mariano Rajoy no se lo ha llevado del gobierno la corrupción, porque él, mientras no se demuestre lo contrario, y de momento no se ha demostrado, no es corrupto; se lo ha llevado el uso torticero e hipócrita de la corrupción. Esta ha sido la excusa para que el PSOE, el populismo extremo de izquierda, los independentistas catalanes de PDCAT -o sea, Puigdemont– y ERC, los “bilduetarras” y el siempre poliédrico y tibio PNV hayan sumado sus votos para echar a Rajoy y al PP del gobierno, olvidándose de que alguien que tiene culo, no puede llamar a otro cagón, con perdón por utilizar tan escatológica expresión. No hay ética, ni para Amador -como la de Savater– ni para Sánchez, ni para nadie, que pueda avalar esta operación política cainita del PSOE, un partido que fue el primero en acumular una extensa nómina de gravísimos casos de corrupción – Filesa, Malaya, Mercasevilla, Guerra, GAL, Astana, AVE, CCM, Roldán, BOE, etc.-, que actualmente está en el banquillo por el caso institucional más grave -EREs de Andalucía- y que tiene otros 77 casos abiertos por corrupción. Para mayor “inri”, algunos de los “inquisidores políticos” con los que se ha aliado contra-natura para echar a Rajoy como si fuera un apestado, han protagonizado también algunos de los casos de corrupción política más graves, como el PDCAT, heredero de CiU y, por tanto, del famoso y muy lucrativo “3 por ciento” y, por supuesto, del “caso Pujol”. Podemos, para llevar tan poco tiempo en el poder y en no demasiados sitios, ya acumula unos cuantos escándalos, especialmente el de su opaca financiación a la que parecen haber contribuido sus peligrosas amistades iraníes y venezolanas. Militantes de ERC, aunque el preso Junqueras presuma de “84 años de historia y cero casos de corrupción”, están implicados en varios casos como el “Innova/Shirota”, el “Manga” o los de Jordi Ausás y Ricard Calvo, entre otros. Sobre el PNV, que también ha presumido siempre de honradez, igualmente pesan algunos graves casos de corrupción, sobre todo el llamado ‘caso De Miguel’, una presunta trama de cobro de comisiones ilegales por contratos públicos que implica a exdirigentes del PNV alavés. Y de Bildu, qué decir: no hay mayor corrupción que apoyar, justificar y hasta homenajear al terrorismo etarra.

Como en las “Divinas palabras” de Valle Inclán, Sánchez y sus aliados no tienen autoridad moral para tirar la primera piedra a la Mari Gaila, en este caso a Rajoy, porque no están libres de pecado. Ciertamente, la corrupción es siempre censurable; pero la de todos, no solo la del rival, mientras con la propia se mira para otro lado. Un gran pacto de todas las fuerzas políticas contra la corrupción, sincero, contundente y eficaz, hubiera sido mucho más beneficioso para España que esta moción de censura en la que se han aliado tirios y troyanos, pero que no posibilitará la estabilidad del país, sino todo lo contrario.

Con el precipitado y forzado ascenso de Sánchez al poder, solo se garantizan de por vida las prebendas de expresidente -con sus 80.000 euros anuales incluidos- a que tendrá derecho cuando deje la Moncloa, probablemente no tardando porque con los compañeros de viaje que ha elegido, solo se puede ir a ninguna parte. O, peor aún, el único destino puede ser desmantelar el muy beneficioso pacto constitucional, sacar a la economía de la carretera nacional por la que transita a una comarcal llena de baches y reeditar esa famosa frase/ocurrencia de Zapatero que tantos males ha traído: “el concepto de nación es discutido y discutible”. Discutir que España es una nación y tratar de liquidarla es de independentistas corruptos a la par que de cómplices ilusos que no saben que el maquiavelismo no solo es un camino de ida, sino también de vuelta. El fin no siempre justifica los medios.

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