En los pésimos tiempos que corren para la macro y, sobre todo, para la microeconomía –o sea, la economía de las familias, la de las personas, que es la que verdaderamente importa-, estar presente y colaborar activamente en el nacimiento de un nuevo proyecto de comunicación, como www.guadalajaradiario.es, supone para mi un motivo de especial alegría y un soplo de esperanza que llega a mi ánimo –un tanto decaído últimamente por algunas dolorosas ausencias y no pocas decepciones- como el primer rayo de sol después de una larga y pesada noche. Y eso del rayo de sol de la albada como sinónimo de alegría tiene mucho que ver con Guadalajara porque ya una preciosa jarcha mozárabe, de finales del siglo XI o principios del XII, de Yehuda Halevi, comparaba el gozo que a una joven le propiciaba el regreso de su amado con un rayo de sol cuando sale en Guadalajara. Por su contenido poético, por su belleza, por su valor y, hoy también, por su oportunidad, reproduzco esos versos de Halevi en un entonces incipiente castellano:
Des cuand mio Cidiello viénid
Tan buona albischara
Com rayo de sol éxid
En Wadalachyara
En un contexto socioeconómico tan duro, con cerca de seis millones de parados, con ERES, concursales y cierres amenazando a numerosas empresas y a sus trabajadores, con especial y dramática incidencia en el ámbito de las periodísticas; con un pasado reciente que no cesa, como el rayo de Miguel Hernández, en el que, en apenas cuatro años, se han cerrado en España alrededor de 200 medios de comunicación y uno de cada dos periodistas está en paro, que nazca un nuevo medio de comunicación, como GD, aunque sea con inicial modestia de medios materiales y de recursos humanos y con más ilusión y currículum profesional por parte de quienes lo promueven que respaldo económico, sin duda representa una excelente noticia y una prueba palmaria de que sus promotores –que tienen nombre y apellidos y es momento de citarlos: Santiago Barra Toquero y Rafael Fernández Barra, primos, sí, pero sin un pelo de tontos- no se han resignado a seguir engrosando las interminables listas y colas del paro, ni a esperar que otros arriesgaran por ellos, sino que han decidido arriesgar ellos mismos –recordemos que “emprender” viene de la voz latina, “in – en- préndere”, que significa aventurarse, arriesgar- y hacer del autoempleo su opción de cambiar las cosas. No sólo por amistad, sino porque me gustaría que su ejemplo cundiera, espero y deseo que esta “aventura”, que este riesgo -fundamentalmente de tiempo y trabajo porque el dinero lo tienen los bancos y no lo prestan o lo hacen en condiciones casi de usura- que Santi y Rafa van a correr les salga bien porque en ese irles bien a ellos, nos irá un poco mejor a todos. También porque con ellos está garantizado que GD vaya a ser un medio independiente, lo que, probablemente, molestará a bastantes, sobre todo a los políticos sectarios y miopes, que tanto abundan, y vaya en contra de sus intereses empresariales; pero les dignificará y honrará como profesionales de la comunicación y, ojalá, sea esa independencia, precisamente, su nicho de mercado como emprendedores y su yacimiento de empleo como trabajadores.
Termino este primer post en GD diciendo que me hace especial ilusión compartir este nuevo portal de comunicación con una joven bloguera que vale mucho, lo aseguro, que tiene una fuerte personalidad y un marcado carácter, que es publicitaria y relaciones públicas pero que le gusta y domina la comunicación integral, y que está en paro como uno de cada dos jóvenes españoles, pero no quieta. Es mi hija y se llama María. ¡Suerte a ella también!
“Amy Martin”, digo Jesús Orea