Hace unos días se ha hecho público que el Ayuntamiento de Yebes – ese pequeño pueblecito cercano a Horche al que le brotó una “Ciudad”, llamada “Valdeluz”, en medio del monte, en la España del ladrillazo, y en la que hay más viviendas vacías que habitadas- ha solicitado a la Consejería de Educación y Cultura de la Junta la declaración de “Bien de Interés Cultural” (B.I.C.) para el refugio antiaéreo subterráneo que se construyó en su término municipal durante la Guerra Civil y que se denominó “Posición Saldón”, que se ubica en las proximidades del Sanatorio de Alcohete, y que, doy fe, porque estuve dentro de él hace apenas medio año, que además de ser una construcción singular, curiosa y, por supuesto, histórica, presenta un casi óptimo grado de conservación.
Coincido plenamente con el Ayuntamiento de Yebes en que este refugio merece la declaración de Bien de Interés Cultural, pues la misma conllevaría garantizar su protección y conservación y le abriría las puertas para una futura restauración, sin que sea precisa una gran intervención en él, y una potencial puesta en valor como una construcción defensiva y estratégica singular de la Guerra Civil que, como el propio Ayuntamiento apunta, podría complementarse con una construcción exterior en la que se creara un Centro de Interpretación de la Guerra Civil en la provincia, haciendo especial hincapié en las construcciones militares propias de ella realizadas por los cuerpos de zapadores e ingenieros: refugios, búnkeres, trincheras, aeródromos, etc.
La llamada “Posición Saldón”, que data de 1937, es uno de los cuatro refugios antiáereos construidos durante la Guerra Civil para, desde ellos, a salvo de los proyectiles y bombas de la aviación, poder dirigir tropas y ejecutar la táctica militar a distancia. De hecho, este refugio de Alcohete albergó el Estado Mayor del IV Cuerpo de Ejército Republicano, al mando del anarcosindicalista, Cipriano Mera. En Madrid, en el Parque del Capricho, cerca del palacio de los Condes de Osuna, se conserva también en buen estado la llamada “Posición Jaca”, que albergó el Estado Mayor del General Miaja, el encargado de la defensa de Madrid. En 1980 se destruyó otro refugio similar que había en Salamanca y que albergó el Estado Mayor del General Franco. Al parecer, también se construyó un cuarto refugio de estas características, del que no he encontrado más datos que la referencia de que existió, información obtenida, por cierto, en la página web del “Colectivo Guadarrama” (www.colectivoguadarrama.org), que es una asociación independiente muy activa, de ámbito nacional, cuyo objetivo principal es, según ella misma proclama, “fomentar la catalogación, datación y preservación del legado arqueológico/arquitectónico procedente de la Guerra Civil española” y cuyo trabajo y referencias, estoy seguro, han sido las que han permitido al Ayuntamiento de Yebes abordar esta iniciativa de solicitar la declaración de B.I.C. y poner en valor la “Posición Saldón” que, repito, me parece acertada, oportuna y viable.
Como decía, la “Posición Saldón” se construyó en 1937, en las inmediaciones del Sanatorio de Alcohete, y, no por casualidad, sino por el hecho de que éste fuera desde 1929 un centro para tratar la tuberculosis, una enfermedad muy temida entonces por sus altas dosis de mortalidad y fácil contagio, lo que convertían a aquella zona en un lugar prácticamente aislado. También hicieron idóneo ese emplazamiento para este refugio militar otras circunstancias, como el hecho de distar 14 kilómetros de la capital, objeto frecuente de bombardeos de la aviación “nacional” durante toda la Guerra, y, por supuesto, su ubicación en un alto páramo y con fácil enlace con los valles del Tajuña y el Henares y, por tanto, con Alcalá y Madrid.
Efectivamente, como ya he señalado, la “Posición Saldón” presenta un estado de conservación casi óptimo. Tenía tres accesos, del que sólo se conservan dos pues el tercero está cegado: uno a través de una puerta metálica que conduce a unas escaleras muy pronunciadas, y que profundizan hasta diez metros bajo tierra, y otro que es una trampilla por la que se puede descender en vertical al refugio por una oquedad bastante estrecha y que era la torre de ventilación, por la que entraba el aire limpio, que servía para contrarrestar los efectos de los gases tóxicos, mucho más pesados. La parte principal del refugio la articula un gran pasillo de unos 49 metros de longitud, del que parten a su izquierda siete salas cuadradas de unos seis metros cuadrados de superficie, partiendo a su vez de tres de ellas varios pasillos que llevan a dar a otras tres salas del mismo tamaño. Todas las salas son iguales, excepto la primera que se encuentra al acceder al refugio y que todo apunta a que era la enfermería, pues es la única que tiene suelo y paredes alicatadas al estilo de los dispensarios de la época; el resto de la construcción es, o bien de ladrillo, en ocasiones enfoscado de yeso, o de tierra. Al final del pasillo principal hay una sala en la que aún se pueden apreciar, claramente, los mecanismos de lo que fuera una subestación eléctrica, con dos transformadores, uno de la construcción originaria y el otro posterior a la Guerra Civil.
Los terrenos en los que se enclava la “Posición Saldón” fueron cedidos al Estado, en la década de los años 20 del siglo pasado, por el Conde de Romanones, con el fin de que en ellos se construyera un sanatorio antituberculoso, poniéndose la primera piedra del mismo en 1927 y abriéndose, con tan sólo 25 camas en ese momento, dos años más tarde. Después de la Guerra Civil, en 1945, el sanatorio fue notoriamente ampliado, hasta dar cabida a 250 camas destinadas a estudiantes universitarios enfermos de tuberculosis. En noviembre de ese año se inauguró oficialmente esa gran ampliación de Alcohete, con la presencia del entonces Ministro de la Gobernación, Blas Pérez González, y con toda pompa y circunstancia, pues hasta el luego mítico y ya entonces muy reconocido barman y hostelero, Perico Chicote, fue el encargado de servir un cóctel a las numerosas autoridades -civiles y militares, por supuesto- presentes en el acto, según narran los cronicones de la época. Como es sabido, afortunadamente erradicada la tuberculosis como mal endémico hace ya décadas, el Sanatorio de Alcohete fue reconvertido a centro de tratamiento de enfermedades psiquiátricas, uso que mantiene en la actualidad, dependiendo directamente de la Consejería de Sanidad de la Junta porque no está integrado en el Sescam.
Espero, y deseo, que la “Posición Saldón” sea lo antes posible B.I.C. y que ese Centro de Interpretación de la Guerra Civil en la provincia no se quede sólo en una idea –buena, a mi juicio-, sino que se convierta pronto en proyecto y, después, en realidad. Eso sí, rigurosa, objetiva, técnica y apolítica realidad.