Crónicas sietemesinas en azul, rojo, naranja y morado

Quedan siete meses para la celebración de las elecciones locales, autonómicas y europeas y es muy probable que ésta sea la ocasión en que más incógnitas y dudas haya por despejar pues el panorama político es de lo más incierto y puede que se complique todavía más en los próximos meses. Pronosticar, por tanto, a día de hoy, quién va a gobernar y con quién el Ayuntamiento de la capital, la Diputación Provincial o la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha se me antoja más una cuestión para adivinos que para analistas políticos y hasta para expertos en demoscopia; incluso, a esta fecha, resulta difícil poner nombre a los candidatos a presidir estas instituciones, excepción hecha de la Junta, que parece cosa del veterano Page (PSOE) o del novísimo Núñez (PP), si no salta la liebre de la sorpresa mayúscula.

A pesar de lo confuso que se muestra en esta hora el horizonte político, en general, y el electoral, en particular, vamos a intentar analizar algunas de sus claves objetivables para, a través de su proyección, entrar en un terreno ya más subjetivo como es el de la predicción, pero tratando de alejarnos de la elucubración. En todo caso, la inestabilidad actual del gobierno nacional de Pedro Sánchez, podría alterar notablemente el futuro político en todo orden, especialmente si éste arrojara la toalla y convocara elecciones, algo a lo que él se resiste tenazmente, aunque veremos si puede mantener por mucho tiempo la ecuación del quiero y el puedo sin que le aparezcan nuevas y aún más desestabilizadoras incógnitas de las que ya acumula. Depender de la voluntad ajena y que esa voluntad sea tan interesada, poliédrica y, a veces, hasta deleznable, es lo que tiene.

Como decíamos, en este momento no sabemos ni quiénes van a ser los candidatos a la alcaldía de la capital de las cuatro opciones políticas actualmente representadas en su corporación municipal, como para saber qué correlación de fuerzas se van a dar en ella. Antonio Román, una vez más, parece deshojar la margarita, y está entre el “no quiero” porque ya ha cumplido su ciclo, y el “sí debo” porque, a pesar del lógico desgaste, es probable que siga siendo la mejor baza electoral del PP. Esta incógnita parece que se va a despejar pronto pues los populares han anunciado que antes de que lleguen las navidades se sabrán sus candidatos a las capitales de provincia y principales poblaciones españolas. Si Román, finalmente, no repite a la alcaldía, el candidato más probable a ella es Alfonso Esteban Señor, segundo teniente alcalde, y solvente concejal delegado de economía, hacienda y recursos humanos. Esteban está mucho mejor posicionado ante el partido que Jaime Carnicero, el proactivo vicealcalde al que Román preferiría como su sucesor. Por lo que respecta al resto de fuerzas, a día de hoy no hay candidatos oficiales, si bien parece que en el PSOE se inclinan porque sea una mujer y, probablemente, que esté vinculada al actual gobierno regional; tampoco es descartable la opción de Alberto Rojo, el actual delegado de la Junta. De lo que vaya a ocurrir con “Ahora Guadalajara” y otras opciones a la izquierda del PSOE que valoran presentar lista propia en la capital, nos iremos enterando por capítulos, como suele ser habitual en estas “confluencias” que no siempre confluyen. En referencia a Ciudadanos, parece que a Alejandro Ruiz le esperan responsabilidades fuera del Ayuntamiento, probablemente en la región, y es muy posible que siga el actual número dos, Ángel Bachiller, aunque no de uno. Cuando se despejen las incógnitas de los nombres, será más fácil sondear posibles resultados electorales de mayo de 2019. No obstante, encuestas realizadas en mayo de este año, seguían concediendo al PP el mayor número de votos y escaños, con un descenso del que se beneficiaba Ciudadanos. Según estas mismas encuestas, PP y Ciudadanos podrían seguir sumando la mayoría absoluta. Aunque, en política, ya sabemos que uno más uno, no siempre suman dos.

Puesto que las diputaciones provinciales se conforman con las proyecciones de los resultados electorales que obtienen las formaciones políticas en cada uno de los partidos judiciales en que se dividen -en el caso de Guadalajara, tres: Guadalajara (15 diputados provinciales), Molina de Aragón (4) y Sigüenza (6)-, tratar de pronosticar en estos momentos quién va a gobernar en la plaza de Moreno a partir de mayo de 2019 es, ciertamente, una quimera. Si, como decíamos al principio, es muy difícil predecir, a día de hoy, los resultados electorales de la capital e, incluso, hay incertidumbre hasta en los nombres de los candidatos, algo parecido ocurre con bastantes municipios de la provincia, especialmente los más poblados, por lo que, al tratarse de una elección de segundo grado, muy difícilmente podremos acercarnos, con cierta verosimilitud, a la correlación de fuerzas que va a darse en el nuevo mandato en la Diputación de Guadalajara. A este respecto, lo único que parece más que probable es que siga habiendo cuatro fuerzas políticas representadas en la corporación provincial (PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos) y que, una vez más, el partido judicial de Sigüenza pueda ser decisivo; otra circunstancia probable en la zona norte provincial, dada su sociología, es que en ella no vayan a tener fácil Ciudadanos y Podemos obtener escaño, aunque los votos que ambas formaciones quiten a PP y PSOE, podrían condicionar el resultado zonal. En el partido judicial de Molina, tampoco será fácil que Ciudadanos y Podemos obtengan escaño en la Diputación, lo que no está garantizado es que se mantenga el 2-2 actual de PP y PSOE porque, simplemente, con el desplazamiento de unos centenares de votos desde estas fuerzas a las anteriormente citadas, ya podría romperse el 3-1 a favor de populares o socialistas, posiblemente más hacia estos últimos, pues manejan mejor que los primeros el clientelismo que les posibilita gobernar la Junta. Respecto al partido judicial de Guadalajara, en el que se reparten quince escaños, el comportamiento electoral en la capital y el Corredor del Henares, que es donde se concentran los municipios de mayor población, va a ser determinante. Será, sin duda, en este partido en el que Ciudadanos y Podemos tendrán más opciones de restar votos y escaños a PP y PSOE. Aunque pueda parecer casi una obviedad que si PP y Ciudadanos, por una parte, o PSOE y Podemos, por otra, suman mayoría absoluta, vayan a gobernar unos u otros en coalición, yo no descartaría otras opciones, casi todas ellas perjudiciales para el PP. Recordemos que Ciudadanos, aunque en la Diputación de Guadalajara posibilitó el gobierno del PP en el actual mandato, en la de Toledo inclinó la balanza en favor del PSOE, pese a que el PP también fue, como aquí, la fuerza más votada.

Por lo que respecta a la Junta, Page quiere sumar mayoría absoluta con Ciudadanos, a quienes prefiere de socios de gobierno antes que a Podemos, aunque si hay que abrazarse a una farola, se abraza, pues ya sabemos que es un “bonista” irredento; en cualquier caso, una cosa es querer y otra es poder. El PP, con el recién estrenado liderazgo regional del almanseño Paco Núñez -por cierto, casado con la casareña, Fátima Torija, ex presidenta de NNGG de Guadalajara-, es, a día de hoy, otra incógnita que añadir a las muchas que ya hay. Lo evidente es que, aunque amagó con ello, Antonio Román ni llegó a formalizar su candidatura a la presidencia del PP regional y, pese a que muchos lo dieran por hecho, Ana Guarinos no ha sido nombrada, finalmente, secretaria regional de los populares. Nadie de Guadalajara, ni en el PP ni en el PSOE, ha sido presidente o secretario regional de estos partidos desde que se inventara Castilla-La Mancha hace ya casi cuarenta años. Y este sí que es un hecho cierto.

 

Foto superior: Jaime Carnicero, Antonio Román y Alfonso Esteban, en una  rueda de prensa.

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